Nuestro cuerpo está expuesto a cada momento a agentes externos que pueden hacerle daño y hacernos enfermar. Para defendernos contra ellos, contamos con un sistema de defensa tan inteligente que es capaz de diferenciar entre las sustancias benéficas que entran a nuestro cuerpo como los nutrimentos, y organismos nocivos como virus, bacterias u hongos.
A este sistema de defensa se le conoce como “sistema inmunológico” y se encuentra trabajando sin parar, ya que el bombardeo de agentes del exterior es constante. Por ello, como una gran estrategia militar defiende nuestra salud en 3 líneas principales:
1. Barreras físicas: aunque a veces no las percibimos así, la piel y el recubrimiento de nuestra nariz, boca y todo lo que tiene contacto con el exterior (barreras) son las primeras en actuar en contra de los agentes externos ya que evitan la entrada de estos al interior de nuestro cuerpo. Como cuando estornudamos, al sentir polvo nuestro cuerpo hace que lo expulsemos.
2. Inmunidad innata o no específica. Es la segunda en actuar y lo hace a través de algunas células que son como soldados en constante vigilancia, tan pronto como encuentran un agente extraño y no lo reconocen como alguien benéfico lo atacan rodeándolo y destruyéndolo. En esta línea de defensa también encontramos reacciones como la fiebre, porque al aumentar la temperatura corporal el cuerpo se convierte en un lugar no apto para que vivan algunos virus y bacterias matándolos de calor. La inflamación es la señal que le indica que esta línea de defensa que debe trabajar en un lugar en específico.
3. Inmunidad específica. Es la última en actuar y es la más compleja. Se lleva a cabo por los glóbulos blancos y se encargan de producir sustancias necesarias para reconocer y después crear armas específicas y destruir a los microorganismos no deseados. Estos son los anticuerpos que actúan específicamente para cada sustancia haciéndolos la manera de defendernos más específica que tenemos.
¿Cómo apoyamos a este gran ejército del sistema inmune?
1. La vacunación ayuda a nuestro cuerpo a hacer anticuerpos específicos que podrán actuar más rápidamente cuando estos bichos ataquen nuestro cuerpo, es decir nos ayuda a prevenir los ataques.
2. Una buena alimentación que mantenga nuestro sistema de defensa en buenas condiciones ya que cuando hay deficiencia de algún nutrimento este sistema no trabaja de manera adecuada. NULL NULL