Planeación psicológica del deportista

Toda planificación se puede considerar como establecimiento de metas, que consiste en una anticipación de un acto que se pretende llevar a la práctica. En el caso de la planificación deportiva será un proyecto de las formas y condiciones del entrenamiento.

La planificación del entrenamiento psicológico persigue el mismo objetivo; constituye un procedimiento más que se integra dentro de una organización global, para optimizar el entrenamiento deportivo y la obtención de buenos resultados competitivos.

Objetivos básicos:
Potenciar el desarrollo personal del deportista.
Apoyar al entrenador y al deportista a formar la disposición psicológica adecuada para la realización del entrenamiento deportivo con la meta de crear las mejores posibilidades físicas, técnicas y tácticas que posibilitan el éxito.
Perfeccionar las particularidades emocionales y volitivas para alcanzar el estado psicológico que posibilitan un elevado rendimiento deportivo.

Asegurar el máximo nivel del rendimiento deportivo para cada competencia como una actitud positiva de los deportistas hacia el deporte practicado y las diferentes actividades que se realizan en el mismo.

Forma de Trabajo
Puesto que la dimensión psicológica no es un aspecto del que se pueda prescindir, tanto en competencia como en entrenamiento, el aspecto psicológico se planifica en sincronía con el entrenamiento físico. Esto porque ambos son dos caras de la misma realidad.

El psicólogo del deporte divide su trabajo en fases, cada una con sus propios objetivos. Así la programación del progreso de cada deportista gana efectividad. La periodización tiene en cuenta y se adapta no sólo al plan de entrenamiento, sino también a la naturaleza del deporte y sus características específicas.

Modelo de preparación psicológica
Un programa de preparación psicológica se elabora conforme a estas tres etapas:

1. Destreza psicológica básica
Es el aprendizaje y practica de las destrezas psicológicas generales. Previo a cualquier intento de introducir este programa, debe evaluarse el nivel inicial de posesión de las destrezas básicas.

Estas destrezas son las siguientes:
– Técnicas de modificación de conducta
– Relajación
– Energetización
– Concentración y atención
– Visualización ideomotora
– Manejo de los pensamientos y emociones

2. Destreza psicológica especifica del deporte
Consiste en adaptar las destrezas aprendidas a un determinado deporte. Lo esencial en esta etapa es la aplicación de las técnicas psicológicas a la actuación deportiva.

En esta fase un programa básico comprende los siguientes puntos:
– Evaluación del nivel de casa destreza
– Visualización de las destrezas
– Antes del entrenamiento
– Después del entrenamiento
– Como parte de una rutina
– En el lugar de entrenamiento o en la casa
– Evaluar los progresos

3. Destreza psicológica individual en cada competición
Es la utilización de las destrezas psicológicas practicadas en los dos pasos anteriores, de acuerdo con las necesidades de cada deportista, en la situación real de competencia.

Es muy importante personalizar el programa a cada deportista de acuerdo a sus necesidades y deporte, como controlar los progresos para poder realizar cambios y ajuste cuando se necesiten.  - 1 Conclusiones
1. La progresión de un programa de entrenamiento psicológico desde estar en sintonía y ser compatible con los demás componentes del entrenamiento físico. Los objetivos deben derivarse de las metas del atleta como de su nivel deportivo y aspiraciones.

2. Dado el carácter multifacético de los deportistas, deben ser utilizados diferentes métodos y medios, siempre que sean parte de la metodología de la psicología del deporte. No todos los planes trazados son aplicables a todos los deportistas, ya que existe enormes deferencias entre cada uno.

3. Las primeras etapas de iniciación deportiva son cruciales y decisivas para el progreso posterior. Por ello, la utilización de las técnicas psicológicas en los primeros pasos de la practica de un deportista son de vital importancia si se requiere conseguir los mejores rendimientos a corto, mediano y largo plazo.

4. Seria ilógico planificar este entrenamiento psicológico sin la unión de trabajo entre entrenador y el psicólogo. En el caso de no contar con un entrenador, hay que trabajar en conjunto con el deportista teniendo como guía su plan de entrenamiento y sus metas.

5. Los objetivos esperados de la preparación psicológica, los medios para lograrlos y los resultados de los progresos y diagnósticos deben ser conocidos, comprendidos y aceptados por los deportistas y su entrenador, familia o asesor. La falta de compromiso con esta preparación hará fracasar parcial o totalmente la misma.

Lic. Paula Man Reich
Revista Mundo del Atletismo
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