El pie plano ha sido, y continúa siendo, tema de controversia y más cuando se habla de realizar una actividad física.
Primero tratemos de definir que es pie plano.
El pie plano se le denomina a la disminución o ausencia del arco longitudinal en la cara medial del pie, existen dos variedades:
El pie plano flexible es considerado una forma normal de pie en los niños y hasta en 20% de los adultos. El pie plano rígido también conocido con otras denominaciones como pie peronéo espástico o coalición tarsal afecta severamente la biomecánica del pie, pero el número de casos es reducido.
En lo que se refiere a este artículo hablaremos del pie plano flexible.
El pie plano es una característica en la formación de nuestros pies y en la mayoría de los casos es una forma de herencia por lo que cuando se presenta puede pasar como algo común. En los niños es habitual verlo y es frecuente tratarlos con ciertas medidas. Normalmente entre los adultos el pie plano toma poca importancia hasta el momento en que realizamos actividades físicas ya que es aquí cuando algunas personas pueden experimentar molestias.
El pie plano flexible lo podemos identificar en la cara interna del pie y observar que el arco longitudinal se encuentra muy pequeño o prácticamente ausente y en algunos casos se asocia a una desviación importante del tobillo hacia la parte medial del mismo.
Las molestias más comunes en las personas que inician una actividad física se presenta durante la carrera ya que es aquí cuando la carga sobre el pie es mayor, y puede ser que experimentes fatiga en exceso, asociado a dolor intenso.
Biomecánicamente existen varias fases durante la marcha o carrera pero para resumir mencionaremos las más importantes. Aún cuando estas fases se presentan en ambas piernas nos referiremos a una sola extremidad para facilitar la explicación:
La fase de despegue es cuando nos impulsamos y usamos esta fuerza para trasladar nuestro cuerpo hacia adelante, durante la misma, el pie se encuentra apoyado sobre la región de los metatarsianos y esta próximo a despegarse del piso, posteriormente se presenta la fase de balanceo, en la cual el pie se encuentra suspendido en el aire y se mueve de la parte posterior de nuestro cuerpo hacia el frente para posteriormente posarlo delante de nuestro cuerpo y aterrizarlo siendo ésta la ultima fase y es aquí donde se cierra el ciclo de marcha o carrera, para dar inicio a otro ciclo con las mismas fases. En las personas con pie plano puede ocurrir que durante la fase de despegue y/o la de aterrizaje el pie tenga una sobrecarga en la parte del arco longitudinal sobre una estructura llamada facia plantar la cual presenta una distensión mayor a la habitual dando lugar a dolor que puede llegar a ser de moderado a severo en el mismo sitio. Además, puede existir otra sobrecarga en el tendón que se encuentra en la cara interna del pie sobre el arco longitudinal llamado tibial posterior, lo que puede producir una elongación del mismo, produciendo inflamación y dolor en esa región.
En algunos casos el uso de plantillas puede ayudar a mejorar la sintomatología y la biomecánica del pie, en otros,el uso de tenis adecuados para cada tipo de pie puede dar buenos resultados. También la corrección en la técnica de carrera será muy útil en la prevención y tratamiento de este problema.
Así que si tienes pie plano y quieres empezar a correr no te desanimes, hay una variedad de recursos que se pueden utilizar para lograr que esta actividad sea llevada a cabo con buenos y sanos resultados.
Dr. Humberto Aguilar
Cirujano Ortopedista Deportivo