Siempre se nos ha hablado de dietas para adelgazar, pero se nos ofrecen pocas dietas para engordar. Hay gente, aunque escasa, que tiene el problema de que adelgaza a la menor provocación. Para este tipo de personas es un martirio dejar de comer, porque en ese momento bajan de peso.
Existe la idea de que para corregir una pronunciada delgadez, en condiciones óptimas de salud, basta con la ingestión indiscriminada de postres, dulces y alimentos ricos en grasas y carbohidratos. Dicha creencia es totalmente falsa; más bien deben incluir en su dieta alimentos cuyas propiedades lentifiquen la digestión para una mejor asimilación de los nutrientes.
Todas estas ansias por querer ganar o perder peso son propiciadas -según numerosos estudios científicos- por erróneos ideales de belleza o por el inentendible afán de aceptación que impregnan la sociedad y la educación actual.
Engordar -sobre todo si se quiere hacer equilibradamente- no quiere decir que se dé carta abierta para sentarse ante una mesa llena de pasteles, postres, alimentos ricos en grasas o en carbohidratos. El secreto de aumentar de peso de manera sana está ¬en incluir en la dieta cotidiana cada uno de los grandes grupos alimenticios.
Pero cómo engordar de manera sana
La delgadez en un individuo sano tiene que ver con una predisposición genética y un adecuado funcionamiento metabólico que aprovecha eficientemente los nutrientes. Estas personas tienen un escaso número de células grasas en el organismo, razón por la cual el intestino absorbe menos grasas y no se produce un aumento de peso. La constitución delgada por naturaleza, más común en el sexo femenino, lleva implícito un funcionamiento orgánico normal. Por el contrario, la de carácter patológico supone una anormalidad funcional que se refleja en una disminución de la energía necesaria para desarrollar sus actividades.
Los delgados por naturaleza suelen tener grandes dificultades para aumentar de peso mediante el consumo de alimentos, por lo que necesitan del apoyo de un profesionista de la nutrición.
Pero si se desea engordar proporcionalmente hay que combinar la dieta con ejercicios. Es muy importante señalar que ninguna dieta, sea para engordar o rebajar, debe hacerse a la ligera. En muchos casos las personas que experimentan con regímenes comentados en revistas o artículos periodísticos han puesto en peligro su armonía corporal y su metabolismo, por lo cual estos programas alimenticios siempre deben hacerse bajo estricta supervisión médica. Además conforme pasa el tiempo, en el ser humano el metabolismo y el gasto energético se hacen cada vez menores, porque el cuerpo -desarrollado por completo internamente- no lo requiere. De hecho, para hacer el cálculo de consumo de calorías se toman en cuenta, además de la estatura y el peso, la edad de la persona.
Esto se hace porque mientras aumenta la edad baja la ingesta calórica, ya que disminuye el gasto energético del metabolismo basal.
De igual manera, cabe resaltar que ¬como todos los organismos no funcionan de la misma forma¬ en muchas ocasiones las dietas que mandan algunos especialistas para subir de peso logran exactamente lo contrario, por lo que entonces hay que estudiar a fondo qué es lo que sucede, y revisar si el problema es más complejo.
Hay quienes deben su escaso peso no a la herencia genética ni a su acelerado ritmo de vida, sino a severos padecimientos hormonales. En estos casos, se recomienda un estudio a nivel endocrino, pues -según sus palabras- este tipo de problema usualmente se relaciona con el funcionamiento de la tiroides y las hormonas que segrega.
Si se insiste únicamente con los alimentos de alto contenido de grasa, la o el paciente puede arriesgarse a desarrollar a largo plazo aterosclerosis, hipertensión arterial, cálculos renales y hepáticos.
El tipo de dieta dependerá de la cantidad de peso que se desea subir y basta con recomendarle un estilo de vida más tranquilo o disminuir la actividad física y el incremento calórico deberá ser progresivo, además se les puede administrar suplementos alimenticios.
Junto con la dieta, el ejercicio es un aliado para las personas flaquitas, porque les ayuda a quemar grasa y aumentar proporcionalmente la masa muscular que es a final de cuentas el objetivo a lograr, puesto que el aumento de peso deberá de ser en base a la masa magra (músculo) para mantener un balance nutricional óptimo. Con apoyo profesional, se irán ganando kilos de forma gradual hasta alcanzar el peso ideal.
Existen recomendaciones que pueden contribuir a acelerar el proceso:
• Comer sin prisa
• Masticar bien y lentamente los alimentos
• Seleccionar alimentos nutritivos y energéticos
• Reposar después de comer para permitir una buena digestión
Una persona subirá de peso cuando consume más calorías de las que gasta. Para lograr esto, es necesario saber la cantidad de calorías que se gastan diariamente.
También es necesario que saber la cantidad de calorías que hay en los alimentos corrientes.
Cuando una persona es constitucionalmente delgado, con algunos kilos por debajo de su peso, y esto es producto de sus hábitos y no por realizar dietas de adelgazamiento no controladas, se produce un balance y adecuación metabólica que les permite una vida totalmente normal y sin desnutrición.
El secreto para aumentar de peso de manera sana es sencillamente incluir en la dieta todos los grupos de alimentos que van a proporcionar los nutrientes necesarios para el adecuado funcionamiento del organismo.
Dra. Ana Cecilia Becerril
Revista fitness.com.mx