En días donde la vanidad y la presunción caminan de la mano con la moda y los estereotipos de belleza, el cuidado de la piel se ha tornado en un asunto meramente estético y no de salud. Habría que tomar en cuenta que la piel es el órgano más extenso del cuerpo, que lo cubre totalmente, y de ahí la importancia de conocer más a fondo sus características y cuidados.
Las funciones fisiológicas de la piel son poco conocidas, pero van desde actuar como regulador de la temperatura corporal, almacenar agua y grasa, hasta hacer la labor de órgano sensorial y prevenir la entrada de bacterias al cuerpo.
Seguro ya lo hemos notado, pero no sobra decir que el grosor, color y textura de la piel no es la misma en todo el cuerpo: la de los párpados es la más fina, la de la planta de los pies y de la palma de la mano es la más gruesa.
La piel está compuesta por tres capas que desempeñan distintas funciones. La primera es la epidermis, la capa externa y visible de la piel y se renueva constantemente. Después está la dermis, la capa intermedia, en ella se encuentran vasos sanguíneos, folículos pilosos, glándulas sudoríparas y los receptores del dolor y el tacto. Por último, la subcutánea, que es la más profunda, está compuesta por células de colágeno y grasa, y ayuda a conservar el calor corporal y amortiguar los impactos contra el cuerpo.
Los cuidados necesarios
Puede parecer exagerado o poco creíble, pero la piel es esencial para la supervivencia de una persona, de ahí la necesidad de poner especial atención en su cuidado. Presentamos a continuación algunos consejos para mantenerla saludable:
• Al bañarse, restregar suavemente. Esto aumentará la circulación
• Hidratarla, mantenerla limpia y vigilar imperfecciones
• Mantener una alimentación balanceada
• No exceder el uso de jabón en el cuerpo, ya que elimina el manto graso que funciona como defensa contra hongos y bacterias
• Evitar jabones germicidas, pues aminoran nuestras defensas naturales
• Para piel seca se recomienda el uso de humectantes con un adecuado PH
• Para piel grasa basta con no exagerar el uso de cremas humectantes
• Si eres una persona de piel muy blanca, usa todo el año bloqueador con factor de protección solar 15
• En piel sensible no es recomendable aplicar cremas, desodorantes, cosméticos o cualquier tipo de producto que contenga fragancias ya que pueden provocar irritación. Protege tu piel de las enfermedades
Algunas de las enfermedades a las que está expuesta la piel son, por ejemplo, la dermatitis, que puede expresarse como una simple hinchazón, comezón o enrojecimiento de la piel. Sin embargo, existen complicaciones y variaciones de esta enfermedad. El primer tipo es la dermatitis atópica, la cual provoca erupciones con picazón, y se da principalmente en la cara, el tronco, los brazos y las piernas. A menudo es relacionada con trastornos alérgicos, como el asma. Después, la dermatitis por contacto, que se produce cuando la piel es afectada por una sustancia irritante. Por último, la dermatitis seborreica, una erupción aceitosa que brota por la producción excesiva de las glándulas sebáceas. Éste es el trastorno más común en niños pequeños y adolescentes.
Existen, además, múltiples infecciones que pueden desarrollarse en la piel, desde celulitis, dermatitis causada por el pañal en un bebé o infección por tiña, hasta pie de atleta, infestaciones por parásitos, acné o cáncer.
El cuidado de la piel, aunque pareciera, no es un asunto simplemente estético, debe privilegiarse la salud. Es vital poner atención a su cuidado y los productos que se utilizan, ya que algunos, contrario a lo que ofrecen, pudieran resultar dañinos si no son los adecuados a las características de cada tipo de piel. NULL