Año nuevo, peso nuevo

El bajar de peso o aprender a comer de manera saludable son uno de los propósitos más comunes al iniciar el año. Seguramente habrás escuchado en esta época muchas dietas y métodos diferentes para lograrlo, sin embargo la mayoría implican pasar hambre, evitar platillos o alimentos que disfrutamos, evitar comer fuera de casa y hasta un probable rebote al terminar la dieta.

Pero no te preocupes, aquí te daremos algunos consejos para bajar de peso de manera saludable.

Para empezar, y pese a lo que oímos comúnmente, es muy importante que sepas que NO existen alimentos buenos ni malos, lo que es verdaderamente importante es la cantidad que consumimos. Es decir, una persona que come de forma moderada, normalmente logra controlar su peso con mayor facilidad.

Y para saber cuál es la cantidad adecuada que debemos consumir, el primer paso es ¡escuchar a nuestro cuerpo! Aquí te damos algunos tips para lograrlo:

• ¡Come despacio! Baja los cubiertos entre bocado y bocado y mastica lentamente, disfrutando los alimentos. Recuerda que hasta después de 20 minutos el cerebro manda la señal de que ya estás satisfecho.
• Olvida que “debes comer todo lo que está en tu plato”; termina de comer cuando te sientas satisfecho y no esperes hasta estar “demasiado lleno”.
• Recuerda que sólo debes comer cuando realmente tengas hambre, por lo que antes de hacerlo tómate unos segundos. ¿Estás seguro que no es por ansiedad o aburrimiento?
• No dejes de consumir alimentos que realmente disfrutas ya que esto aumentará la obsesión por los mismos. Recuerda: ¡la moderación es la clave!

Ten paciencia; recuerda que más que hacer una dieta tienes que esforzarte por crear hábitos de alimentación correctos que sólo se consiguen con esfuerzo y constancia. ¡Suerte y a lograr tus propósitos!

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¿Por qué no te pones en forma?

Somos seres adaptables y esa capacidad que nos ha permitido amoldarnos a las condiciones cambiantes del mundo desde el principio de la humanidad es la que, a otro nivel, hace que nos pongamos más fuertes al entrenar. Te lo comentamos brevemente:

Partes de un estado de forma inicial y el entrenamiento hace que tu nivel de forma, efectivamente, disminuya, ya que te agotas, y tu capacidad de movimiento, fuerza, etc. son menores. El cuerpo reacciona volviendo a su nivel inicial de forma y un poco por encima del mismo. Este “poco por encima” del nivel inicial es la mejora, la llamada supercompensación.

* Si el siguiente ejercicio se produce sin haberse recuperado bien puedes incurrir en sobreentrenamiento, cayendo tu nivel poco a poco.
* Si lo haces en el periodo de supercompensación lograrás mejorar.
* Si entrenas pasado el periodo de supercompensación sólo te irás manteniendo, pero no lograrás mejorar.
* También se pueden hacer entrenamientos intencionados y muy bien medidos en la fase de recuperación para lograr una supercompensación más alta, pero es cosa de expertos.

Cada cualidad física (resistencia, fuerza máxima, potencia, etc.) tiene sus periodos diferentes de supercompensación, es una ciencia compleja que usan con precisión los mejores entrenadores para que sus deportistas lleguen a lo más alto. NULL NULL

Marca tu abdomen

Has hecho abdominales hasta caer reventado, todos los días durante los dos últimos meses, pero de tus músculos… ni rastro. ¿Sabes qué pasa? Nosotros sí.

Descuidar el trabajo aeróbico, aparte de no cuidar la alimentación. Si ejercicio aeróbico, por muy tonificada que tengas la pared abdominal, no vas a poder presumir tu lavadero. La explicación está en que los ejercicios abdominales queman pocas calorías. La incidencia del trabajo abdominal se da más a nivel de la propia fibra muscular, que se endurece e incluso aumenta de volumen, sin embargo, no hace nada por quitarse de encima la capa de grasa de reserva que la recubre.

Si quieres mostrarle tu abdomen al mundo tienes que saber que, más importante aún que perder peso, es perder peso en forma de grasa. Pesar menos y mantener o incluso aumentar la cantidad de grasa significa que estás haciéndolo mal: has eliminado músculo y agua. Esto es muy habitual en casos de dieta sin ejercicio.

Mantener el mismo peso y rebajar el porcentaje graso de tu cuerpo es una buen señal, propia de quien se ejercita, porque casi con total seguridad significará que estás intercambiando grasa por músculo. En este caso, aparte de tener un aspecto más saludable, tendrás un consumo energético mayor, incluso cuando estás en reposo, porque el músculo quema energía, a diferencia de la grasa: tu metabolismo estará más acelerado y será más difícil que vuelvas a ganar peso.

Si quemas calorías con un buen programa de ejercicios aeróbicos (bicicleta, correr, patinar, nadar, aeróbic, etc), que complemente a tu programa de abdominales, tirarás del “combustible que tienes encima del cinturón”, descubriendo esos músculos que se esconden debajo. NULL NULL