Anteriormente se creía que los infartos y los accidentes cerebro vasculares, como las embolias y la trombosis, se asociaban sólo con la edad, el sexo y la genética, pero recientes investigaciones han determinado que, por ejemplo, para que una persona sufra de un infarto al miocardio, no necesita tener 70 años: el evento puede presentarse después de los 30, si se conjugan factores como colesterol alto, sedentarismo, mala alimentación, tabaquismo, diabetes o presión arterial alta por citar algunos factores.
Y es que en la actualidad, de acuerdo con cifras de la industria farmacéutica, 8 de cada 10 infartos no se producen por obstrucción de los vasos sanguíneos, sino por la inflamación y el colapso de los mismos, condición que no necesariamente ocurre en adultos mayores, sino que puede suceder a partir de los 30 años debido a la combinación de las afecciones ya mencionadas, que integran el llamado Riesgo Cardiovascular Global.
“Bajo ese concepto, los infartos no tienen edad; anteriormente se pensaba que con el paso de los años las arterias se iban tapando, era un tema de adultos mayores, pero hoy sabemos que si una persona a los 25 años es fumadora y sedentaria, con colesterol alto y malos hábitos alimenticios, se puede infartar a los 30”, indica el doctor Enrique Gómez Álvarez, Jefe del Servicio de Cardiología del Centro Médico 20 de noviembre del ISSSTE.
No obstante, la prevención es el arma que puede salvarnos la vida. El National Cholesterol Education Program de los Estados Unidos (NCEP), recomienda que para controlar el Riesgo Cardiovascular Global, los varones de todo el mundo deben, a partir de los 20 años, comenzar a tomarse sus niveles de glucosa, presión arterial, colesterol, y procurar que la cintura no mida más de 90 centímetros, para lo cual es muy recomendable mantenerse en constante ejercicio físico, comer balanceado (fibra y más fibra) y dejar de fumar.
“Para el año 2020, de todos los lectores que ahora están en el rango de 30 a 40 años, la mitad se van a morir de enfermedades cardiovasculares, según proyecciones y tendencias epidemiológicas en nuestro país. Ante eso, sólo nos queda tener una mejor calidad de vida, y tratar de retardar la enfermedad, disminuyendo el Riesgo Cardiovascular Global”, indica tajante el doctor Gómez Álvarez. El especialista cita además que hay medicamentos llamados estatinas, cuyo efecto principal es disminuir los niveles de colesterol en sangre. La estatina más usada actualmente en el mundo es Lipitor, de la farmacéutica Pfizer, cuya función, además de bajar el colesterol, es desinflamar el recubrimiento arterial para evitar que reviente, esto último es la causa más frecuente de los infartos, como lo señalan los especialistas actualmente.
El problema no es menor, las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en México con más de 70 mil decesos anuales, y en su origen el colesterol elevado (hipercolesterolemia), que padece 26.5% de la población nacional, es una de sus principales causas.
La Sociedad Mexicana de Cardiología recomienda acudir al médico especialista por lo menos cada año, él sabrá recomendarte la mejor ruta para llevar una vida sana, y tu corazón te lo agradecerá. NULL