Los antioxidantes funcionan en el cuerpo como escudos contra los efectos de los muy temidos radicales libres. Es por ello que, para todos es muy importante llevar una alimentación que contenga cantidades suficientes. Sin embargo, cuando hacemos ejercicio debemos tener especial cuidado… descubre ¿por qué? Se cree que la formación excesiva de radicales durante el entrenamiento deportivo intenso puede favorecer la aparición de microlesiones y dolores musculares. Por ello, es posible que una dieta muy rica en antioxidantes ayude a los deportistas a disminuir el riesgo de sufrir estos problemas provocando una mejoría en su rendimiento durante el entrenamiento y la competencia.
Un exceso de radicales libres puede contribuir en la aparición del “síndrome de sobre entrenamiento”, que entre otros problemas provoca que el sistema de defensas no funcione adecuadamente, haciéndonos más susceptibles a contraer alguna enfermedad.
Además, cada uno de los nutrimentos con funciones antioxidantes, ayudan a los deportistas de manera especial:
Vitamina A: Su deficiencia puede afectar el rendimiento físico ya que puede disminuir la producción de energía a partir de aminoácidos en el hígado, que es muy importante para los deportistas de resistencia. También puede provocar una reducción en la formación de músculo, y deterioro de la visión.
Vitamina E: Se han llevado a cabo muchos estudios en los que se ha visto que su deficiencia puede provocar dificultad en el transporte de oxígeno y disminuir la capacidad de resistencia aeróbica de los deportistas. Vitamina C: Debido a que el estrés aumenta los requerimientos de vitamina C y el ejercicio es un factor estresante (metabólicamente hablando) se recomienda que los deportistas tengan una ingesta 50% mayor de esta vitamina que las personas no deportistas.
Zinc: Es muy importante para el metabolismo energético del ácido láctico. Además, los deportistas tienen mayor riesgo de tener una deficiencia de este mineral, por lo que es muy importante cuidar su consumo.
Selenio: Este mineral disminuye la oxidación de las grasas que es común en la práctica de los ejercicios aeróbicos prolongados.
Las disciplinas deportivas en las que exige un estricto control sobre el peso corporal provocan que quienes las practican se sometan a dietas muy bajas en calorías, lo cual hace muy difícil consumir suficiente cantidad de vitaminas y minerales. Además también durante el ejercicio es común que se pierdan minerales a través del sudor, por eso es muy importante acudir al médico o nutriólogo con regularidad para que cuiden que estos antioxidantes estén en la dieta en cantidades adecuadas, ya que su deficiencia además de problemas de salud disminuye el rendimiento físico.
Bibliografía:
International Food Information Council (IFIC) Foundation Functional. http://ific.org/nutrition/functional/upload/functionalfoodsbackgrounder.pdf
Exercise is medicine. Disponible en www.exerciseismedicine.org