¿Lesionado o simplemente cansado?
Te explicamos cómo un chapuzón en el mar te puede ayudar.
Cuando vamos a la playa, en unas vacaciones o por un fin de semana, sólo queremos recostarnos, tomar el sol y no hacer nada: el paraíso que todos buscamos.
Sin embargo, el ir a la playa no tiene porqué ser sólo un viaje para reposar. La arena y el mar tienen propiedades que pueden brindarte beneficios únicos y, por cierto, gratuitos.
¿Cuáles son?
• La combinación de arena, sol y mar sugiere un ambiente ideal para que tu cuerpo produzca la serotonina (la hormona del bienestar). Este ambiente es el preferido de muchos deportistas, tanto profesionales como amateurs.
• Los baños con agua de mar ayudan en la curación de enfermedades respiratorias, musculares, dermatológicas, cardiacas, infecciones metabólicas y reumáticas ya que sus minerales (yodo y sodio) favorecen la circulación de la sangre, revitalizan los tejidos retrasando a su vez el envejecimiento y tienen un efecto desinflamatorio (oportuno si sufres alguna lesión), entre otras propiedades.
¿Qué puedes hacer en la playa?
• Puedes correr sobre la arena. Si ya lo has intentado, sabes que los músculos de tus piernas realizan mayor esfuerzo, sin embargo, debes de tomar en cuenta que la sensación de frescura que proporciona la brisa marina es un aliciente que aligera la dificultad. • Puedes practicar yoga o taichí, no habrá mejor escenario donde puedas concentrarte y eliminar la tensión. El paisaje playero y la melodía del mar te guiarán.
• Como corredor o practicante de alguna disciplina física, puedes hacer un entrenamiento que alterne los niveles de intensidad haciendo rutas en zigzag entre la arena mojada y la seca. Si deseas incrementar el esfuerzo puedes hacerlo dentro del agua.
• El roce de la arena es el mejor exfoliante. Camina descalzo sobre la arena y notarás que tus pies se sentirán más suaves. Tú mismo puedes usar la arena para retirar las células muertas de cualquier otra parte de tu cuerpo.
No lo olvides: lo más recomendable es ir a la playa en las primeras horas del día ―entre las seis y diez de la mañana― para así evitar quemaduras en la piel; también, para toda actividad, usa protector solar, gorra y calzado adecuado, esto te ayudará a prevenir accidentes; y, ojo, mueve tus manos para evitar que se hinchen.
Ya lo sabes, en tu próxima visita a la playa descarga tu estrés y cansancio, disfruta del paisaje y aprovecha los beneficios.