¿Alguna vez has entrenado en una pista real de atletismo, con una cancha de césped al centro y gradas alrededor? Quizá la primera idea que te venga a la cabeza es que quienes lo hacen es más bien por presunción, ¿pero conoces cuál es la diferencia entre correr en terracería, asfalto o pista?
El rendimiento que tengamos al correr dependerá, entre otros factores, del terreno que elijamos para hacerlo, además de que en algunos estaremos más propensos a sufrir lesiones que en otros.
Ya se sabe que una articulación especialmente sensible a lesionarse son las rótulas, pues las rodillas reciben la mayor parte del impacto al correr. Un consejo para cuidar de ellas es elegir un terreno “blando” para entrenar. A nivel amateur, y aún semiprofesional, el asfalto, la tierra y el césped son terrenos recurrentes para trotar, sin tomar en cuenta las ventajas o consecuencias que tiene cada una. De hecho, son muy pocos los que se preocupan por encontrar una pista de tartán para entrenar. El tartán es un material formado por una mezcla de goma y asfalto que se caracteriza por ser muy resistente y antiderrapante. Se usa en las superficies de las pistas de atletismo.
En general, cada terreno tiene ventajas y desventajas. Por ejemplo, el asfalto es una superficie lisa y regular, con poca resistencia a la zancada, lo que hace que nuestra carrera sea más rápida. Además, cualquier calle poco transitada puede servirnos como pista y casi siempre están bien iluminadas. Un contra sería que es una superficie demasiado dura y el impacto a las articulaciones es mayor, aún con un calzado amortiguado. Y no olvidemos que casi todas las calles están diseñadas con una ligera inclinación hacia las orillas para evitar encharcamientos, por lo que siempre corremos de lado. La pista de arena o tierra (un parque, por ejemplo) es más blanda y tiene por lo tanto menor impacto en las articulaciones, el aire tiende a ser menos contaminado y se entra en contacto con la naturaleza, aunque son poco recomendables cuando llueve y casi nunca están bien iluminadas si corres de noche.
Con el césped ocurre algo similar a la pista de arena, es blanda pero un tanto incómoda por su irregularidad en la pisada.
¿Por qué correr en una pista de atletismo?
La respuesta es muy lógica: porque fueron creadas para eso. La pista de tartán es lisa, con un circuito bien definido, blanda en el nivel exacto, antiderrapante, con buena iluminación y algo muy importante: es el terreno más seguro para correr, pues no hay autos ni tierra mojada y resbaladiza.
Sabemos que no es sencillo encontrar una pista de atletismo para correr, pero si ya has decidido hacer del running una forma de vida, es una buena inversión hacerte miembro de un club deportivo que cuente con una en sus instalaciones. Verás como en poco tiempo tu rendimiento aumenta y el riesgo de sufrir una lesión se reducirá al mínimo.