Ahora que la actividad deportiva de competencia ha terminado es hora de tomarse unas vacaciones. Pero no se trata de tirarse en la playa, o a ver el televisor. ¡No!, ni de broma.
Se trata de un descanso activo.
La flexibilidad es la mejor manera de mantener al cuerpo activo sin desgaste físico. El estiramiento es un gran elemento que sirve para prender los músculos, relajarlos y mantenerlos activos. Todo esto se logra debido a que con el estiramiento dinámico los músculos se irrigan, se oxigenan y ayudan a la lubricación de las articulaciones.
Este entrenamiento da como resultado mayor rendimiento físico para la actividad deportiva e incluso para la vida cotidiana. Si has decidido parar el entrenamiento para la competencia, será importante pensar en una rutina que genere beneficio sin impacto y para ello está la flexibilidad activa.
Un programa de flexibilidad como método de calentamiento, al lado de estiramientos sostenidos estilo PNF (Facilitación Neuronal Propioceptiva) y terminar con ejercicios de movilidad articular, resultará un super ejercicio de preparación para la siguiente temporada. Y no sólo eso, sino que servirá de pretemporada para las próximas 4 semanas.
No importa que seas un deportista competitivo o un guerrero de fin de semana, debes saber que el estiramiento mejora tu rendimiento físico, incrementa tu flexibilidad, reduce el máximo el riesgo de lesiones y te hace sentir mejor. Si eres un atleta ocupacional, (son quienes utilizan su cuerpo para su trabajo) y no preparas a tu cuerpo, este es el momento de comenzar con un poco de actividad. No esperes al año nuevo para iniciarte. Si arrancas desde hoy tendrás una ventaja sobre los que entrenan a partir de enero.
El descanso activo te recuperará de alguna lesión que haya surgido a lo largo de todo el año de entrenamiento, te ayudará a aprovechar tu día de inicio a fin y te mantendrá con ánimo para estas vacaciones.