• Sólo producen daños graves a la población, aseguró Rodolfo Rodríguez Carranza, académico de la FM de la UNAM
• A la industria farmacéutica actual no interesan los tratamientos de enfermedades agudas, sino medicinas para padecimientos crónicos, cuyo uso sea de por vida, destacó Octavio Rivero Serrano, ex rector de esta casa de estudios
La presencia de los llamados productos milagro no tiene ninguna justificación en el mercado, y sólo producen daños graves a la población y a la medicina, tanto general como especializada, afirmó Rodolfo Rodríguez Carranza, jefe del Laboratorio de Desarrollo de Medicamentos del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Al ofrecer la conferencia magistral Prescripción basada en la evidencia y la presencia de los productos milagro, en el simposio Los retos de la Salud en México, dentro del ciclo Las Ciencias en la UNAM. Construir el futuro de México, refirió que los también llamados medicamentos de frontera han sido, en buena medida, un éxito porque su publicidad ofrece maravillas terapéuticas y está presente en los medios de comunicación a toda hora.
Sin embargo, no siguen el proceso de investigación que fundamente la eficacia y seguridad de los medicamentos regulados y patentados, indicó en el auditorio Raoul Fournier de la FM. Se debe recordar que la práctica de la medicina y la prescripción deben estar basadas en la evidencia; los galenos deben favorecer el uso de tratamientos probados, y eliminar aquellos peligrosos, “y en este caso, los productos milagro”, dijo en el encuentro coordinado por Enrique Graue Wiechers, director de la FM, y al que asistió el coordinador de la Investigación Científica de esta casa de estudios, Carlos Arámburo de la Hoz.
Al participar en el panel de discusión, Octavio Rivero Serrano, ex rector de la UNAM, sostuvo que a la industria farmacéutica actual no interesan los tratamientos de padecimientos agudos, ni descubrir medicamentos nuevos para las llamadas patologías de la pobreza, sino “los fármacos para enfermedades crónicas, cuyo uso sea de por vida, como el destinado a bajar el colesterol, para la diabetes, o el hipertensivo”.
A su vez, Lucio Lastra Marín, comisionado de Operación Sanitaria de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), señaló que el alto precio en los medicamentos ha propiciado el surgimiento de los productos milagro. Pero también, en la Cofepris se ha detectado que la publicidad contiene diversas irregularidades, como la ausencia del permiso sanitario, la falta de señalamientos y contraindicaciones y son recomendados por médicos, que la mayoría de las veces, son charlatanes. En su oportunidad, Carlos Aguilar Salinas, jefe del Departamento de Endocrinología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, mencionó que en México hay más de 17 millones de personas con obesidad e hipertensión, y más de cuatro millones con diabetes, las cuales pueden carecer de un servicio de salud y, por lo mismo, son un blanco perfecto para los mercaderes de la salud, quienes les ofrecen soluciones mágicas a sus padecimientos.
Por su parte, Raúl Trejo Delarbre, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, aseguró que estos productos no son milagro, sino engañosos, fraudulentos y espurios que ocasionan daños y cuya dimensión aún no se conoce con certeza.