¿Vamos a una carrera de 10 Km?? Me pregunto una gran amiga, y cuando menos me lo espere ya estaba en la línea de salida. Todo empezó como un pasatiempo y sin darme cuenta ya había corrido varias carreras. Comencé a darme cuenta que correr me apasionaba, y solo sabía que no quería dejar de hacerlo.
Las oportunidades se fueron presentando, El medio maratón de la Ciudad de México fue una experiencia inolvidable, conviví con personas extraordinarias que me motivaron mucho para continuar en este camino. Y en el momento en que termine y logre hacer 21 Km, sentí una sensación tan especial que decidí que YO tenía que saber lo que era hacer un maratón.
Donde? Cuando? Todo sucedió de una manera mágica y de pronto ya estaba inscrita para: New Orleans Rock & Roll Marathon. El 4 de marzo.
Tuve el privilegio de encontrar a una persona maravillosa: Mi entrenadora, quien estuvo conmigo en todo momento contagiandome la pasión por el deporte, y apoyándome en todo.
Pasaron los días, los entrenamientos fuertes, carreras largas, momentos de mucho cansancio, hay que tener fuerza y coraje. Siempre dentro de mi mente, estaba presente este sueño por cumplir.
Aproximadamente un mes antes del maratón tuve una lesión y me encontré con muchos obstáculos; medicamentos, continuas visitas al doctor, interrupción de entrenamiento etc.… y en realidad no se que fue mas fuerte si el dolor del tendón o mi angustia y desesperación por encontrar una solución para poder lograr mi propósito, Siempre conté con el apoyo y paciencia de mi doctor.
Tuve que tener calma, aprender a manejar ciertas frustraciones y hacer lo que estaba en mis manos, y poco a poco todo fue mejorando.
Y de pronto….ya estaba ahí!!! En la línea de salida junto a 22,000 corredores, realmente no podía entender lo que estaba viviendo eran muchas emociones juntas. Los nervios que sentía eran muy extraños, una combinación de ansiedad y miedo, pero al mismo tiempo feliz y llena de energía.
Después de realizar mis estiramientos, despedirme de mi esposo y claro agradecerle por cada instante de apoyo, se dio el disparo de salida, y yo sin pensarlo comencé a correr. En un principio sentía una adrenalina impresionante, eran miles de personas, gritos, porras, no quería perderme ni un solo instante. Los primeros 20 Km pasaron rápidamente por momentos sentía como si flotara. Poco a poco conforme el tiempo pasaba empiezas a darte cuenta que el dialogar contigo mismo se vuelve algo común y me decía: todo estará bien y estoy aquí para demostrarme que puedo lograrlo. Cerca del Km 23 me encontré con mi esposo me acompaño corriendo unos cuantos metros, para mí fue algo inolvidable escuchar sus palabras: Vas muy bien, ya llevas la mitad, échale ganas!!
Y así llegue al Km 30, en esos momentos comencé a sentir un dolor en los muslos los sentía ya cansados, también las plantas de los pies me lastimaban un poco, pero no permití que ese cansancio gobernara mi mente, miraba a los demás y pensaba, estamos aquí con un mismo objetivo y si ellos pueden; porque yo no? También miraba el paisaje, el rio, escuchaba las pisadas y claro a las bandas de Rock en cada milla. Como olvidar las palabras de aliento de los otros corredores al ver mi playera con mi nombre y la bandera de México, me motivaban: “ Lets Go México.”
Y así llegue al Km 38 uff!! Sentía como si mis piernas estuvieran calientes… me quemaban sentía como si en cualquier momento, se fueran a parar sin preguntármelo y acepto que fueron momentos que todos esos pensamientos negativos querían invadirme y ahora que lo pienso, no sé cómo, no sé de donde, pero saque fuerzas ya solo me faltaban 4 Km!!! Y acordándome de mi entrenadora y sus consejos comencé a recordar todo mi esfuerzo para llegar a ese momento; las desmaña nadas, los entrenamientos, las citas con el doctor tratando de curar mi lesión, y solo…visualizaba la medalla; NO TE RINDAS FALTA POCO… me decía a mí misma. Ahora que lo pienso fueron momentos que aprendí a conocerme a mí misma, momentos en donde me di cuenta que correr un maratón, se asemeja a nuestro caminar por la vida, hay momentos de felicidad, de locura, pero también momentos difíciles en donde nos sentimos solos y tenemos que luchar con muchos obstáculos para salir adelante y claro muuuchos momentos en donde es fácil rendirse, pero estoy segura que para cumplir un sueño, necesitamos de coraje y perseverancia. Y así después de todos estos pensamientos me enfoque en mi meta y ahí estaba!!! Lo había logrado!!! Las lagrimas y la emoción me invadían no podía creer que ya estaba ahí con mi medalla como tanto lo había soñado.
Creo que todo esto fue posible gracias a personas mágicas en mi vida: mis amigas se que estaban conmigo cada momento., mis entrenadores, gracias por sus consejos. A mis familiares por su apoyo y sus porras, a alguien muy importante para mí: mi mama por su amor, por sus palabras que nunca olvidare: Estoy muy orgullosa de ti.
A mi papa siempre nervioso…pero apoyándome con cariño. A mis hijos por su ternura, y claro a mi esposo: nunca voy a olvidar que haya estado junto a mí en esos momentos tan importantes en mi vida, por su comprensión y su apoyo cada instante. Solo me queda agradecerle a D-os por haberme dado la oportunidad de vivir esta experiencia y ayudarme a lograr mis sueños.
SI ALGUIEN ME PREGUNTA: ¿Que fue para ti correr un maratón? Solo sé que le contestaría: Un momento mágico y sé que después de esto nunca volveré a ser la misma.