Generalmente los padres que son deportistas o que gustan de la actividad física y están conscientes de todos los beneficios que el deporte brinda, quieren que a sus hijos también les guste hacer ejercicio. De hecho, aún quienes no hacen ejercicio por diferentes razones, desearían también que sus hijos pudieran practicarlo.
La idea es muy buena, ciertamente, pero podríamos tener más éxito si consideramos la edad del niño así como sus habilidades, debilidades y madurez.
Para empezar, a los niños les gusta jugar desde pequeños y en sus juegos interviene muchísimo la actividad física. Les gusta corretearse entre ellos (y corren rápido para que no los alcancen), les gusta jugar escondidas. Cuando empiezan a caminar, les emociona tanto moverse de un lugar a otro que pronto empiezan a correr sin que uno los presione, simplemente por el deseo de llegar más rápido a donde quieren. Les gusta brincar para alcanzar las cosas que están más altas, les gusta aventar la pelota, ir a recogerla, cacharla si alguien se las lanza. Les gusta “escalar” muebles, árboles o lo que sea para llegar a donde quieren. En fin, a los niños en general les gusta mucho moverse. Incluso los niños que tienen alguna capacidad diferente, ya sea física o mental, también les gusta jugar y tratan de moverse lo mejor que pueden.
En mi opinión personal, más bien hay que animarlos a seguir jugando y divertirse y, conforme crezcan, los juegos se convertirán en deporte y nacerá el gusto por ellos. Con tu aliento y apoyo como padre o madre, tío o tía, incluso los abuelitos deportistas, con seguridad despertarán su interés por los deportes que ustedes les enseñen. De cualquier manera, tu niño demostrará preferencias naturales para ciertos deportes o actividades. Empieza por ahí, observa qué le gusta hacer y considera su edad, madurez y habilidades físicas y mentales.
De 2 a 5 años de edad
Los niños pequeños y pre-escolares empiezan apenas a dominar algunos movimientos básicos, pero son aún demasiado jóvenes para los deportes organizados. Por lo que si los haces participar en algún deporte organizado a esta edad, la realidad es que no van a adquirir ninguna ventaja a largo plazo en términos de desarrollo para el deporte organizado que estés eligiendo. Generalmente a esta edad los juegos “libres de reglas”, sin ninguna estructura, son la mejor opción, como por ejemplo: correr, brincar o jugar en el tumbling, lanzar, cachar, nadar o jugar en el agua.
De los 6 a los 9 años de edad
Conforme los niños van creciendo, su visualización y habilidades físicas y mentales se desarrollan más. Ponen más atención cuando les aplaudes cuando hacen algo bien entendiendo mejor de qué se trata el juego, siendo más capaces de seguir indicaciones y ciertas reglas. En esta etapa se puede considerar jugar: handbol, softbol, beisol, correr, soccer, gimnasia, nadar, jugar tenis y artes marciales, por ejemplo.
Por otra parte, entre los 7 y 8 años de edad podrían empezar a enfocarse en algunos ejercicios de técnica y movimientos propios o adecuados de cierto deporte, pero sólo bajo la supervisión cuidadosa y adecuada de un buen entrenador.
De los 10 a los 12 años de edad
A esta edad los niños ya tienen cierta madurez de visualización y la habilidad de entender y llevar a cabo estrategias en los deportes. Estos niños están típicamente listos para enfrentarse a deportes de habilidades más complicadas como son el futbol, basquetbol, hockey, volibol, tenis y golf. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que los cambios hormonales que empiezan a sufrir por la pubertad pueden temporalmente afectar su coordinación y equilibrio.
Cualquiera que sea el deporte que tu hijo elija asegúrate que tenga una buena base de técnica y movimientos propios o adecuados para ese deporte. Los entrenadores y deportistas profesionales de golf y tenis, por ejemplo, pueden supervisar y dar buenos consejos para mejorar la técnica.
Deportes de contacto
Antes de permitir que tu niño participe en un deporte de contacto, como el futbol americano, por ejemplo, es muy importante considerar no solo su edad, sino también su talla física (su tamaño) y su madurez mental. Es importante que te preguntes si el contacto físico, la agresividad y la competitividad involucradas en ese deporte ayudan a un desarrollo mental apropiado para el niño. Y, lo más importante: ¿Tú niño lo disfruta de verdad?
Y es que los niños entran a la pubertad a diferentes edades, puede haber diferencias físicas muy grandes entre niños de la misma edad y sexo -, particularmente en los niños hombres. Los niños que compiten contra otros niños que están más desarrollados físicamente corren un mayor riesgo de que los lastimen.
Compara opciones
Hoy en día hay muchísimos deportes y actividades físicas que pueden hacer los niños, por lo que para elegir cual o cuales serían las más adecuadas para tu hijo es importante considerar:
- Primero que tú hijo disfrute de verdad esa actividad. Si al niño no le gusta, o si lo hace solo porque a tí te gusta o porque a su hermano mayor le gusta.
- ¿Ese deporte enfatiza el desarrollo de habilidades apropiadas para su edad?
- ¿Habrá oportunidades para que cada niño participe?
Evita en lo posible la especialización en un solo deporte a tan temprana edad. Enfocarse en un solo deporte no permitirá a tu hijo la posibilidad de probar todas sus habilidades y experimentar otros deportes que quizá podría disfrutar más o incluso tener más destreza. Además, la especialización en un solo deporte en un niño pequeño puede generar estrés y desgaste.
Ahora, como sugerencia, un deporte que es super completo, que permite desarrollar todas las capacidades de fuerza, destreza, agilidad y velocidad, es el atletismo. Si de pequeños como parte de su educación física hacen atletismo y aprenden las diferentes pruebas que hay de pista y campo, con seguridad tu hijo tendrá un desarrollo muy completo que, en el futuro, le servirá para prácticamente cualquier deporte.
En México, a diferencia de otros países, lamentablemente no es un deporte bien practicado. Son pocas las instituciones en donde se hace atletismo infantil de verdad. Algunas son del gobierno y otras pocas instituciones particulares. Pero si tuvieras la oportunidad, el atletismo es una muy buena opción.
Involúcrate en todas sus actividaes
Mientras tu hijo está probando varios deportes mantente involucrado en lo que esté haciendo y considera dos aspectos importantes:
- 1.- Seguridad:
- ¿El entreandor pide a los jugadores que sigan las reglas y usen el equipo de manera adecuada?
- ¿Los jugadores toman tiempo para calentar y luego para aflojar o enfriar antes y después de cada práctica o juego?
- En temperaturas calientes, ¿el entreandor pone atención a la hidratación, humedad y temperatura?
- ¿Los niños aprenden movimientos propios y buena posición del cuerpo?
- 2.- Estilo del entrenador:
- Asiste a las practicas o entrenamientos y habla con el entrenador para conocerlo y poder determinar su actitud hacia el juego.
- ¿Cuánto tiempo real juega cada niño y como se determina ese tiempo de juego?
- Observa si un entrenador continuamente les está gritando a los niños, o bien, si solo deja que jueguen los jugadores más hábiles; eso haría sentirse a tu hijo desanimado.
- Evitar crear una actitud en donde solo importe ganar. El niño deberá aprender a ganar y a perder, como parte del juego.
Pero sobre todo, sé positivo y alentador. Enfatiza que es más importante el esfuerzo que se hace, mejorar y disfrutar antes que ganar o el desempeño personal. Asiste a las competencias y prácticas tanto como tu horario te lo permita, y actua como un buen ejemplo de hombre deportista.
Por supuesto, los deportes organizados no son la única opción para una buena condición física. Si tú hijo no está interesado en los deportes, busca alguna otra actividad física, en especial actividades que pueda hacer durante toda la vida. Lleva a la familia a andar en bici, a caminar en el campo o a la montaña, a escalar alguna “pared”. Fomenta actividades físicas al aire libre con los amigos, para que tu hijo se divierta y no lo tome solo como hacer ejercicio. Incluso puedes fomentar la condición física mediante juegos de video que involucren baile, deportes virtuales o cualquier otro tipo de movimiento.
No importa si tu hijo nada en un lago o en una piscina, si corre en una pista de atletismo con un equipo o si le gusta correr en el campo. No importa si empieza a entrenar bici con otro equipo o si prefiere andar en bici por el vecindario con sus amigos. Recuerda siempre que tu visión es una meta a largo plazo: que el deporte y la actividad física llegue a formar parte de su estilo de vida.
By Mayo Clinic Staff
Introducción, edición y traducción por Claudia Plasencia para: www.asdeporte.com
Fuente:
www.mayoclinic.org