Hace 14 años, cuando mi esposo regresaba del funeral de mi padre, compró en el aeropuerto la revista “Triathlete Magazine” y encontró este artículo…, y le pareció una coincidencia increíble por la relación tan parecida que llevaba yo con mi papá.
Han pasado muchos años desde entonces y, sin embargo, no puedo evitar emocionarme cuando vuelvo a leerlo y pienso en “mi papá”.
“Mi héroe”
Título original “My Hero”, por Andrea Fisher.
Recientemente me preguntaron: “¿Quién es tu héroe?…,” En un principio parece una pregunta simple, pero mientras más pienso la pregunta más me sorprende la respuesta. He tenido muchos modelos a seguir en mi vida, pero hay un nombre que, sin lugar a dudas, es el único que ocupa el primer lugar de la lista.
Mi primer modelo a seguir fue, quizá, el mismo que cualquier niña podía considerar como su héroe. Yo quería ser como ¡Barbie!… Ella era la chica más genial, linda y deportista que conocía. Tenía la ropa más “cool”, siempre estaba a la moda, autos súper nuevos, un “motorhome” padrísimo para divertirse con sus amigos, y la habilidad de hacer cualquier actividad en el mundo: nadar, esquiar, surfear, patinar, cocinar, trabajar como una gran mujer de negocios y mucho más. Nadie podría discutir algo de ella. Viví asombrada a través de mi muñeca Barbie mientras ella conquistaba el mundo con estilo y pasión.
Cuando crecí cambié a diferentes modelos de conducta y héroes. Mis actividades extra-escolares incluían campamentos de Scouts y deportes. Veía muy por encima a mis líderes y entrenadores como los modelos a seguir y tomaba muy a pecho todo lo que me enseñaban. Con el tiempo, me convertí en una buena atleta gracias a esos “súper héroes” y a lo que me habían inspirado hacer. En la universidad era miembro de un equipo con otros atletas que me motivaban. Cada triatleta que competía conmigo era un héroe a mi vista y sacaba lo mejor de mí, dentro y fuera del deporte.
Una vez que me gradué, me aventuré en el mundo en búsqueda de mi identidad y hacia dónde debía dirigir mi vida. Fue entonces cuando, durante un fin de semana feriado estaba viendo por televisión la cobertura del IRONMAN de Hawái de 1996, y me sentí nuevamente inspirada y con mucha energía. La épica batalla entre Paula Newby-Fraser y Natascha Badmann me emocionó tanto que me inscribí a uno de los eventos para calificar al Ironman de Hawái del siguiente año, y una nueva aventura comenzó en mi vida.
Al año siguiente, competí en el Ironman de Hawái y me seguí para disfrutar de una grandiosa vida como triatleta profesional.
Pero, a pesar de la gran fuerza y energía que todas estas grandes personas (y muñecas) me inspiraron e influyeron en mi vida, ninguno de ellos respondía a la pregunta de quién era mi héroe. Mi modelo final en la vida, mi héroe de héroes, es mi papá.
Aquí está un hombre que nunca corrió una carrera, no podría cruzar una alberca nadando aunque su vida dependiera de ello, y nunca se presionó hasta el límite mientras andaba en bicicleta. Aún así, él me enseñó más acerca de la vida, la competencia y de cómo tratar a otras personas que cualquier héroe en el deporte o líder de los Scouts. Él se levantaba todos los días de madrugada, a las 4:30 a.m., para llevarme a mis entrenamientos de natación antes de irse a trabajar. Me esperaba en el coche afuera, mientras yo nadaba vueltas y vueltas en la alberca con chicos mayores que yo que ya podían llegar manejando por ellos mismos al entrenamiento. Mi papá vino siempre a los eventos de la escuela, me llevaba de vacaciones con la familia, asistía a todas mis competencias de natación, y nunca, jamás se quejó del tiempo que perdía para sí mismo.
Cuando empecé a competir de manera profesional mi padre viajaba a las competencias conmigo, me ayudaba a tener listo todo mi equipo, y después, cuando comenzaba la competencia, iba y se ponía de voluntario para ayudar a otros atletas con lo que pudieran necesitar. Él trataba a todos con respeto, sin importar su edad, género o habilidad. Podía esperar en la línea de meta hasta que llegara el último participante, y así echar porras a todas los competidores, los conociera o no, animaba a todos.
Sin lugar a dudas, mi papá es mi verdadero héroe y mi modelo final a seguir…, pero nunca me percaté de ello hasta ahora. Es probable que muchos de ustedes puedan decir que su héroe es uno de los múltiples y exitosos profesionales que han dejado su marca en este deporte, o posiblemente alguien de grupos por edades que ha experimentado tremendo éxito o superado alguna adversidad.
Sin embargo, estoy segura que hay alguien en la vida de cada triatleta (o atleta de cualquier otro deporte), que quizá nunca ha hecho un triatlón o ganado alguna competencia importante, pero que los ha influido mucho más de lo que se imaginan. De hecho, me atrevería a decir que, probablemente, no se imaginan el impacto que esta persona ha logrado en su vida personal, en su crecimiento y logros atléticos. Si la mayoría de los atletas se detuviera a pensar en esta pregunta, la respuesta, probablemente, les sorprendería y les haría apreciar a alguien más de lo que se imaginan.
Mi padre ya no está conmigo, y nunca tuve la oportunidad de darle las gracias por ser mi héroe. Nunca tuve la oportunidad de mostrarle mi gratitud, pero siempre tendrá un lugar especial en mi corazón como mi modelo final a seguir. Honestamente, él no hubiera sido el mejor triatleta, pero siempre será mi campeón y mi inspiración.
Por Andrea Fisher para Triathlete Magazine, Abril 2005.
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Sobre el autor:
Andrea Fisher es una extriatleta profesional y fue miembro del Equipo Nacional de Natación de EUA. Tiene en su haber 2 Récords Nacionales de natación y fue triatleta profesional durante 16 años. Tiene 5 Récords de natación en el Ironman y es considerada una de las mejores nadadoras del triatlón. Terminó entre las top 15 en 5 Ironman y finalizó muchos IM 70.3 Actualmente es madre de 2 hijas, compite en grupos por edad y calificó nuevamente al Campeonato Mundial IRONMAN en 2015. Es Directora de Deportes Acuáticos y entrenadora principal del Austin JCC Masters Swim, y propietaria y entrenadora principal del Texas Multisport, Inc. Fisher vive en Austin, Texas y puedes encontrar más información sobre ella en: Texas Iron Coaches
Introducción, traducción y edición por Claudia Plasencia para: www.asdeporte.com
Junio, 2019
Sobre la foto principal: Vemos a Bailey Mattnews llegando feliz a la meta del Castle Triathlon Series, en su primer triatlón, en julio de 2015, a los 8 años de edad. Bailey es un niño inglés quien ha ganado premios por sus logros deportivos frente a su parálisis cerebral. A 20 metros de la meta Bailey soltó emocionado su andadera para llegar por sí solo corriendo a la meta. Esto para ejemplificar lo que puede lograr un niño con el apoyo de sus padres.