Meb Keflezighi, ganador del Maratón de Boston en 2014, de Nueva York en 2009, Récord Nacional en los 10,000 metros en 2001 (27:13.98), Campeón Nacional en Cross Country en 2001, 2002 y 2009. Medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y 4° lugar en las Olimpiadas de Londres 2012, comparte su plan de 5 pasos para asegurar que alcances cualquier objetivo que te propongas.
Tener objetivos forma parte de tu “mapa de ruta” hacia el éxito. No podrías acercarte siquiera a tu máximo potencial si no tuvieras objetivos bien definidos. Como seres humanos tenemos la capacidad de soñar lo que podría ser y luego descubrir cómo hacer realidad ese sueño.
Nunca hubiera ganado el Maratón de Boston y el de Nueva York, más una medalla Olímpica de plata sino hubiera establecido los objetivos para hacerlo. Quizá hubiera tenido ocasionalmente alguna buena competencia, pero no hubiera sido capaz de vencer regularmente a algunos de los mejores corredores del mundo. Todo lo que he logrado realizar físicamente corriendo empezó psicológicamente, con el simple pensamiento: “Quiero hacer esto”.
Es probable que pienses que tú no quieres tomar de la misma manera la carrera, que corres solo para aliviar el estrés y no para competir ni hacer nada más, y que tus objetivos están bien definidos en lo que respecta a los demás aspectos de tu vida. Pero quizá no te has percatado de que, probablemente, ya has definido algunas metas en tu carrera.
Cuando te levantas por las mañanas a correr (o a la hora que hagas tu deporte), no simplemente dices: “Voy a correr hasta que me canse”. Tienes ya un plan de ruta en la mente o una idea general de cuánto tiempo vas a durar corriendo (por ejemplo: “Voy a correr 30 minutos, una hora, etc.”). Es muy probable que tengas también definido cuántos días de la semana corres y qué días corres. Por lo que, sin darte cuenta, tienes definidos algunos objetivos básicos de la carrera, aún cuando nunca lo pensaste como objetivos. Pues bien, definir de una manera más formal tus metas ayudará a que disfrutes mucho más cuando corres.
Creo que los “BUENOS OBJETIVOS” tienen 5 elementos en común que hacen que su éxito sea más probable, y aquí los comparto:
1. Un BUEN OBJETIVO debe tener UN SIGNIFICADO PERSONAL
Nadie me dijo: “Tienes que ganar el Maratón de Boston de 2014”, o “Tienes que formar parte del Equipo Olímpico para Londres 2012”. Esos fueron objetivos que yo mismo me propuse. Cuando me dije: “Quiero ganar el Maratón de Boston”, me sentí bien; par empezar, CREÍ QUE PODÍA HACERLO y eso es muy importante, CREER QUE PODEMOS. Sabía que ese objetivo me motivaría a hacer todo lo necesario para lograrlo y también que requería de mi mejor esfuerzo para hacer lo mejor posible.
De la misma manera, tus objetivos tendrían que motivarte igual. Deben ser cosas que tú quieres lograr para ti mismo, nunca para cumplir con las expectativas de alguien más. Entrenar para lograr un objetivo requiere de una gran cantidad de trabajo. Cuando te decides por algo que es muy complicado o difícil, ya sea física o psicológicamente, si el objetivo por el cual estás trabajando tiene un profundo significado par ti, encontrarás la manera de perseverar para lograrlo. Pero si alguien más confía en lograr el objetivo a través tuyo, cuando se presentan las dificultades pensarás: “Espera, pero ¿por qué estoy haciendo esto?”
La mayoría de nosotros tenemos suficientes áreas en nuestras vidas en donde tenemos que cumplir con las expectativas de alguien más. Permite que tu carrera sea sobre tus propias esperanzas y sueños.
2. Un BUEN OBJETIVO ES ESPECÍFICO
Observa cuan específico eran mis metas cuando me las propuse: “Quiero ganar el Maratón de Boston de 2014”. “Quiero formar parte del Equipo Olímpico en 2012”. No hay ninguna ambigüedad en ello. Sabía exactamente lo que quería hacer, y eso me ayudó a definir qué debería hacer para lograrlo.
He aquí un ejemplo de tiempo. A principios del 2001 una de mis metas para ese año era romper el Récord Estadounidense de los 10,000 metros. El tiempo que necesitaba superar era 27:20.56 No necesitaba ser más específico para saber la centésima de segundo que requería para alcanzar mi objetivo. Ese tiempo tan definido me decía exactamente a qué paso necesitaba correr en competencia y que tiempos tenía que dar en los entrenamientos. Gracias a esa guía proporcionada por mi objetivo específico pude correr es año en 27:13.98, imponiendo un nuevo Récord Nacional que duraría hasta el 2010.
Ahora consideremos que los objetivos que me hubiese propuesto fueran totalmente “generales” y no específicos, como por ejemplo: “Quiero correr bien en Boston”, o “Quiero correr más rápido los 10,000 metros”. “Correr bien” es totalmente subjetivo en lugar de decir “ganar Boston”. ¿Cómo sabría durante y después de la competencia si habría corrido bien? Y, ¿cómo sabría qué tenía que hacer y entrenar para alcanzar mi meta si solo digo “quiero correr bien”? Si digo simplemente quiero mejorar mi marca personal en 10 km todavía es un poco más específico porque tengo un TIEMPO definido que mejorar, pero aún así no causará la misma motivación que un objetivo personal y especial.
Por lo que es importante incluir el elemento específico o propio de cada objetivo: “Quiero correr 30 segundos más rápido mi marca personal en 10 km”, en lugar de solo decir: “Quiero correr más rápido”. O bien: “quiero correr 5 días a la semana”, en lugar de solo decir: “Quiero correr más”.
3. Un BUEN OBJETIVO es todo UN DESAFÍO PERO REAL
Tus objetivos deberán exigir salir de tu zona de comfort pero permaneciendo dentro de una realidad posible. Por ejemplo, si has corrido un Medio Maratón en 2:05 horas, tu próximo objetivo no debería ser correr otra vez en 2:05 puesto que no habría un nuevo reto, ¿qué motivación podría ser hacer lo mismo que ya has hecho antes?
Pero tampoco puedes irte a los extremos y decir: “Quiero bajar mi marca personal de Medio Maratón de 2:05 a 1:30”. Tu objetivo sería un reto enorme pero alcanzable solo en un tiempo razonable, esto es, tendrías que alcanzar ciertas metas por etapas para llegar a tu objetivo principal, por ejemplo decir: en dos meses quiero bajar mi tiempo de 2:05 a 1:58, después, en otro medio maratón quiero correr en 1:48, luego en 1:43 y así, sucesivamente, para que, después de varios medios maratones pueda llegar a mi objetivo tan deseado de correrlo en 1:30 Las carreras de larga distancia no son precisamente un deporte para las personas que quieren tener gratificación “al instante”.
“Ganar el Maratón de Boston en 2014” fue un objetivo real para mí, puesto que, mi caso, había finalizado en tercero y quinto lugar en los maratones de Boston anteriores, por lo que ganarlo no estaba fuera de mi alcance, era una posibilidad muy real. Tratar de ganar requería mucho trabajo, por supuesto, tenía el 15º mejor récord personal entre todos los corredores elite y la competencia sería 2 semanas antes de cumplir 39 años.
Un ejemplo de un objetivo demasiado ambicioso y no real hubiera sido decir: “Quiero romper el Récord Mundial en Boston”. Eso hubiera implicado bajar más de 5:30 minutos mi tiempo personal en Maratón, lo cual no es real en esta etapa de mi carrera.
4. Un BUEN OBJETIVO tiene el elemento TIEMPO
Parte de naturaleza humana es estar motivados por fechas límite. Tener una fecha en la cual deberás alcanzar tu objetivo ayudará a planear cómo y qué hacer para alcanzarlo. “Mi maratón es en 14 semanas, por lo que necesito un programa de entrenamiento desde hoy hasta el día de la competencia”, y darle su carácter de “urgencia”: “Si mi maratón es en 14 semanas tengo que empezar YA a entrenar”.
Cuando estaba entrenando para el Maratón de Boston del 2014, comenté a mi esposa, Yordanos, que sería mi última oportunidad para ganar esta competencia. Si en esa etapa de mi carrera hubiera dicho solamente: “Quiero ganar el Maratón de Boston algún día”, eso nunca hubiera sucedido.
Es interesante cómo manejar el factor “tiempo” al planear un objetivo. Si digo: “Quiero correr el Maratón de Nueva York este año” y faltan solo 2 semanas para la competencia y solo he estado corriendo 2 veces por semana, perdón pero que la suerte te acompañe para que no te lesiones. Pero si digo: “Quiero correr el Maratón de Nueva York en el 2025”, tampoco va a ser un objetivo que me motive mucho puesto que falta tanto tiempo que no hay sentido de “urgencia” para ponerse a entrenar.
Para la mayoría de los corredores, de 3 a 6 meses es un rango promedio para poder alcanzar tus metas. Es tiempo suficiente para hacer un buen entrenamiento y alcanzar tu objetivo y también te acerca en el tiempo para no perder la motivación del día a día que es básica.
Así pues, para alcanzar ese objetivo principal es importante establecer pequeños objetivos a corto plazo. Decide en donde quieres estar al final de cada mes, por ejemplo, enfocado siempre en tu objetivo principal; luego divide ese objetivo mensual en semanas para ir viendo tu progreso cada semana, enfocado a tu objetivo mensual y éste a tu objetivo final. Es más sencillo evaluar cada semana tu progreso. ¿Estás haciendo todo lo necesario para alcanzar tu meta principal? ¿O te estás estancando? Si no has progresado lo suficiente, quizá necesites posponer tu meta. Y ve todo esto más como aprendiendo de la experiencia que como un “fracaso”. Pregúntate “Dije que quería hacer esto pero eso no está sucediendo, ¿qué necesito hacer para tener resultados diferentes?”.
5. Un BUEN OBJETIVO te mantiene MOTIVADO
Acostumbro escribir mis objetivos para que no haya duda de qué es lo que quiero hacer. Aún están en “blanco y negro”: “Quiero hacer esto, quiero hacer aquello…”, si te pareces a mí, te darás cuenta de que ver regularmente tus objetivos es una manera de ser honesto.
Platica tus objetivos solo con personas cercanas a ti. Hacerlo te facilitará mantenerte haciendo las cosas que necesitas para alcanzar tu meta. Si le comentas al amigo con quien acostumbras correr que quieres correr un maratón, será más fácil que te apoye y te anime constantemente en tus entrenamientos. Además, no te gustaría que tu amigo te dijera: “¿Cómo que no vamos a correr hoy? ¿Que no estás entrenando para un maratón?”
En los meses que estuve entrenando para el Maratón de Boston de 2014, Yordano me decía cuando veía que me estaba desvelando: “¿Qué no deberías estar ya durmiendo?”. La familia y los amigos siempre serán un apoyo en todo momento, en las buenas y cuando llegan las situaciones difíciles tambien. No digo que platiques a todo el mundo tus objetivos, pero sí comparte tus sueños con tu familia y con los amigos más cercanos, son ellos quienes se preocupan realmente por ti y quienes te cuidarán y te apoyarán para que logres todo lo que te propongas.
– (Con todos los demás, no te comprometas ni te entregues en exceso).
Este artículo ha sido adaptado del libro “Meb for Mortals” escrito por Meb Keflezigui con Scott Douglas.
Scott Douglas – Es un corredor con gran experiencia, acondicionador físico y periodista de la salud quien ha alcanzado posiciones Editoriales Senior en las revistas Runner’s World y Running Times.
Traducción y edición por Claudia Plasencia para: www.asdeporte.com