Difícil final para Argüelles en el Doble Cruce del Canal de la Mancha

Apenas el 4 de agosto pasado Antonio Argüelles iniciaba el Doble Cruce del Canal de la Mancha. Aún era de madrugada pero con todo el entusiasmo y energía de ver pronto el amanecer, en el Puerto de Dover, en Inglaterra.

Un año de trabajo específico para este doble cruce y muchos años de experiencia y de planear este gran proyecto se veían al fin, hechos realidad, pese al a pandemia y al cierre de albercas y clubes y todos los problemas por los que todos hemos pasado.
En los diferentes Episodios de la Travesía Interminable, Toño nos narraba cómo se sentía, qué hacía, cómo entrenaba, su viaje hasta Dover, los días de cuarentena que tuvo que guardar sin poder nadar, y muchas aventuras que, finalmente, llegaban al punto de partida de tan ambiciosa aventura.

Para quienes no están muy familiarizados con las aguas abiertas el Cruce del Canal de la Mancha, es uno de los cruces más antiguos e importantes en este deporte y, sin duda, el más emblemático para cualquier nadador. El primer cruce registrado lo hizo el británico Mathew Webb en 1875, mucho antes que los Juegos Olímpicos de la Era Moderna. En ese entonces sus amigos le acompañaron en una pequeña embarcación y le ofrecieron brandy, café caliente, aceite de hígado de bacalao y caldo de res como abastecimiento. El Canal de la Mancha se encuentra en el océano Atlántico Norte, entre la costa sur de la isla de Inglaterra y la costa norte de Francia, donde el punto de partida es en el Puerto de Dover, en la Gran Bretaña, mientras la llegada es en Calais, en la costa francesa. Y la distancia en línea recta entre estos dos puntos es de 33 km, que ya es mucha distancia para nadar, pero además acabas nadando mucho más por la marea y las corrientes. Y si 33 km en el nado sencillo es mucho, imaginen nadar el Doble Cruce de 66 km más lo que se acumule en el recorrido. No es cosa sencilla, es todo un reto. Pero así es Toño Argüelles, un hombre que vive buscando nuevos retos y cómo hacerlos realidad.

La primera parte del cruce la completó muy bien, llegó a la punta de Cap Gris-Nez en la costa francesa en 12 horas y 58 minutos, en una tarde realmente hermosa, un cielo despejado, el sol bello y el mar tranquilo. Además, todo iba bien dentro de lo planeado para esta competencia pues sabía que tenía que llegar y salir de Francia antes de que cambiara la marea. Y así lo hizo, apenas recuperó un par de minutos en Francia para reiniciar su nado de regreso nuevamente a la costa inglesa. La segunda parte iba muy bien hasta que, poco antes de llegar al Puerto de Dover la marea empezó a cambiar, se hizo cada vez más fuerte lo que provocó que Toño perdiera el ritmo de nado que traía, empezó a enfriarse hasta el punto una hipotermia que le impedía seguir nadando. Después de 22 horas y 30 minutos de nado Toño tuvo que cancelar el intento.

 

 

A veces las cosas no salen como quisiéramos pese a todos nuestros esfuerzos, planes, entrenamientos, buena disposición, buena actitud, buenos deseos, en fin, y en un deporte como las Aguas Abiertas en donde el mar puede cambiar en cualquier momento, nuestros planes también.

Asdeporte reconoce el enorme esfuerzo, trabajo, tenacidad y disciplina que Toño ha puesto en este proyecto y en todo lo que se propone. Pero, sobretodo, su gran pasión por las Aguas Abiertas. Nuestra admiración y respeto por un gran nadador, una persona apasionada por el deporte y un buen amigo, socio fundador de Asdeporte.

Por Claudia Plasencia para: www.asdeporte.com