La carrera como deporte espec�fico o como parte de otros deportes se caracteriza por una marcada participaci�n del sistema osteomuscular. Este fen�meno ha determinado la aparici�n de diversas lesiones en los m�sculos, tendones y huesos. En esta �ltima �rea cabe destacar las fracturas de estr�s. Las mismas se presentan como consecuencia de la sobrecarga determinada por la actividad deportiva y que se deben en tomar en cuenta a la hora de evaluar a atletas activos que consultan por s�ntomas y signos del aparato osteomuscular, ya que su sintomatolog�a puede asemejar a un problema m�sculo-tendinoso y no ser diagnosticada correctamente. Las fracturas de estr�s son una soluci�n de continuidad parcial o total del hueso, determinada por el remodelado acelerado del mismo producido por las cargas habituales, no violentas y repetitivas de las actividades deportivas, afectando a todas edades.
Las fracturas de estr�s pueden ocurrir en diversas zonas del cuerpo y las mismas est�n relacionadas con el deporte que se practique. Por ejemplo, ser�n m�s evidentes en las zonas del cuerpo con mayor sobrecarga; en el baloncesto aparecen en el hueso navicular del pie; en la gimnasia en las v�rtebras lumbares; en la carrera se evidencian predominantemente en tibias y metatarsos y en menor frecuencia en f�mur y cadera.
Desde el punto de vista cl�nico se caracterizan por una historia de microtrauma repetitivo determinado por el ejercicio, caracterizado por un incremento s�bito de la intensidad, frecuencia y duraci�n; por dolor agravado con el ejercicio, palpaci�n o percusi�n a�n cuando puede estar presente en reposo; por enrojecimiento e inflamaci�n en la zona y pudiesen estar presentes los antecedentes de una baja ingesta de calcio as� como bajos niveles de estr�genos que se pueden acompa�ar de anemorrea y otros trastornos menstruales en mujeres.
Su diagnostico depender� de la habilidad del m�dico para evaluar los signos y s�ntomas propios de este problema as� como de la correcta interpretaci�n de las diversas evidencias radiol�gicas. Si bien los s�ntomas de las fracturas de estr�s pueden parecerse a aquellos de otros tipos de lesiones, se pueden diagnosticar con marcada precisi�n mediante el uso del cintigrama �seo.
Al igual que con otras lesiones del sistema osteomuscular, las fracturas de estr�s, pueden ser prevenidas. Por lo que los entrenadores deber�n entender los factores de riesgo para su desarrollo y que medidas preventivas deber�a incluir en el programa general de entrenamiento: * Factores biomec�nicos: El entrenador deber�a evidenciar si el atleta tiene alineaciones an�malas de los miembros inferiores como rodillas varas o valgas, pies planos o excesivamente arqueados,
*Zapatos Deportivos: �El zapato del atleta le da un buen soporte al arco del pie?, �Tiene buena capacidad de absorci�n de impacto?, �Se fija adecuadamente al tal�n? ; Cu�ndo el atleta corre: �Supina o prona el pie?.
*Programa de entrenamiento: �Toma en cuenta la progresi�n adecuada de las cargas?, �Incluye actividades distintas para reducir las cargas excesivas?.
*H�bitos nutricionales e historia ginecol�gica: �Los ingresos nutricionales de calcio son los correctos y suficientes?, �Se lleva control de la presencia de menstruaci�n as� como de sus caracter�sticas?
Existen diferentes recomendaciones para la prevenci�n de las fracturas de estr�s. Para los corredores podemos indicar:
– Incrementos progresivos y lentos en las cargas aplicadas. Por ejemplo un incremento de un 10 a 15 % quincenal de la cantidad de entrenamiento en los corredores.
– Carrera en superficies blandas como grama o arena.
– Mantenimiento de una dieta con cantidades adecuadas de calcio.
– Uso de zapatos deportivos adecuados a las caracter�sticas del pie, forma de carrera y fase de entrenamiento. Luego de un diagn�stico de una fractura de estr�s en un corredor se deber� comenzar a rehabilitar r�pidamente, tomando en consideraci�n los siguientes factores:
Reposo activo: Si bien durante esta fase se permite una recuperaci�n del hueso, se logra a trav�s de actividades espec�ficas mantener la funci�n cardiovascular, la fuerza, la flexibilidad y la coordinaci�n neuromuscular. En tal sentido se recomienda actividades en la piscina que van desde la nataci�n hasta la carrera con salvavidas en la parte profunda as� como el uso de la bicicleta estacionaria. Igualmente se desarrollar�n programas de fuerza y flexibilidad espec�ficos para el �rea lesionada y para las otras partes del cuerpo. Estudio del patr�n de carrera del corredor: En el mismo se establecer� el patr�n biomec�nico de carrera, si presenta anormalidades, si amerita zapatos de carrera con caracter�sticas especificas, o de alg�n aditamento espec�fico como plantillas u ortesis.
Terapia nutricional y hormonal: La terapia nutricional y hormonal puede ser apropiada en ciertas fracturas de estr�s, sobretodo en pacientes que presentan trastornos de la alimentaci�n. La recomendaci�n del uso de 1500 mg. de calcio en pacientes con fracturas de estr�s cobra importancia en mujeres amenorr�icas, quienes tienden a tener menor densidad �sea y est�n a riesgo de sufrir fracturas de estr�s adicionales. La terapia estrog�nica, usada tempranamente, puede ser beneficiosa por ser capaz de obtener y quiz�s revertir la disminuci�n de la densidad �sea en atletas amenorr�icas.
Retorno a la competencia: Los criterios para el retorno a la competencia para los atletas que han sufrido una fractura de estr�s son:
– Un rango articular completo y sin dolor de la zona lesionada.
– Una fuerza de la extremidad lesionada de al menos el 90% de la pierna contralateral
– La ausencia de signos de fractura como dolor, inflamaci�n o enrojecimiento.
– Una capacidad aer�bica y anaer�bica acorde a las demandas de la carrera.
– Habilidad funcional completa y sin dolor.
Resumen
Las fracturas de estr�s en los corredores son lesiones producidas por el microtrauma repetitivo y ocurren m�s frecuentemente en tibia y metatarsos. Un dolor localizado sobre una superficie �sea que este relacionado con un incremento de la actividad f�sica es una se�al para el diagnostico de una fractura de estr�s. Su tratamiento es usualmente conservador y pocos casos requieren cirug�a. El tratamiento incluye, adem�s de una educaci�n apropiada, reposo activo, uso de anti-inflamatorios esteroideos, control radiol�gico seriado, terapia f�sica cuando sea necesaria y un retorno controlado al entrenamiento y competencia.
Ricardo Javornik, M.D.,es un reconocido M�dico del Deporte, Gerente M�dico del Valle Arriba Athletic Club en Caracas y Chairman del Grupo de Asesores en Ciencia y Educaci�n (BASE) del Instituto de Ciencias del Deporte Gatorade para Latinoam�rica.