Científicos de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), afirman que la cafeína, aún en medidas menores, puede ayudar al cuerpo de un atleta a absorber más rápidamente los carbohidratos, lo que le daría mayor energía en menos tiempo; en tanto que el Comité Olímpico Internacional considera que el consumo de cafeína no es dopaje, siempre y cuando no exceda los 12 mg/l. Como referencia, beber cinco tazas de café en un periodo de cinco horas, apenas equivaldría a una concentración de 1.5 mg/l.
Los científicos de Birmingham aplicaron un estudio a ocho ciclistas en tres entrenamientos, consumiendo una bebida distinta en cada sesión. Los resultados que arrojó el experimento son que una bebida con cafeína incrementó anormalmente el rendimiento físico de los ciclistas hasta en un 26 por ciento, a diferencia de una bebida con glucosa o agua simple.
Otra de las conclusiones fue que la cafeína podría ayudar a convertir la grasa muscular en energía pura al momento de realizar una actividad física intensa. Los resultados más controvertidos fueron los que tenían implicaciones psicológicas, pues mientras algunos ciclistas se sintieron más motivados, otros no notaron un cambio significativo.
Sin embargo, todos coincidieron en aclarar que el consumo excesivo y periódico de cafeína, que pudiera considerarse adicción, ocasionaría una perdida excesiva de líquidos, poliuria (orinar abundantemente con mucha frecuencia), taquicardia y altos niveles de ansiedad.
¿Qué es la cafeína?
Es una sustancia natural extraída de los granos de café y cacao, que al ser consumida detona un efecto psicoactivo, estimulando el sistema nervioso central y generando una sensación de alerta e incremento de la actividad mental, además de incrementar el ritmo metabólico.
En torno a las bebidas con cafeína en el deporte se ha despertado una polémica mundial, pues mientras algunos aseguran que aumenta deslealmente el rendimiento y retrasa la sensación de fatiga, lo que deriva en mejores tiempos para el atleta, otros sostienen que el efecto es meramente psicológico y, por lo tanto, muy subjetivo. Así, el conflicto pasaría a ser una cuestión ética entre los deportistas, y dependerá de ellos si consumen o no, en cualquier medida, cafeína.
En las competencias de resistencia, hace años que se ejerce presión sobre el Comité Olímpico Internacional para prohibir estrictamente el consumo de cafeína por lo menos 72 horas antes de la competición.
Esta restricción aseguraría que ningún atleta tuviera una ventaja física o psicológica sobre otro, y hay quienes además exigen que esta medida se extendiera incluso a la etapa de entrenamientos. NULL NULL