n 1993, el nutriólogo Neal Barnard publicaba su libro Los alimentos que pueden hacerle perder peso: el efecto de las calorías negativas. Desde entonces en la cultura nutricional quedó arraigado el término negative calories foods (alimentos con calorías negativas), popularizándose después para efectos publicitarios como fat burning foods (alimentos quema grasa). La hipótesis de Barnard es que ciertos alimentos contienen menos calorías que las que el organismo utiliza para digerirlos, generando así un mayor gasto de energía que de la cantidad de calorías que consumes.
Pongamos un caso: según esta lógica, si comemos 40 gramos de apio, que equivale a sólo 7 calorías, nuestro organismo gastará 30 calorías durante el proceso de digestión, dando por resultado un balance negativo de 23 calorías. Y ni siquiera son tan exóticos los alimentos que tendrían esta propiedad quema grasa, se incluyen entre ellos lechuga, cebolla, espárragos, calabaza, pepino y ajo, por ejemplo.
Sin embargo, una corriente crítica asegura que la interpretación de esta teoría es subjetiva y muchas veces errónea, pues inevitablemente habrá variaciones en los valores calóricos y en la cantidad de energía que gasta cada organismo dependiendo de la actividad física que se realice y los hábitos de vida.
Lo que sí ha quedado demostrado es que en personas con una vida sana, que incluye una dieta balanceada y ejercicio constante, su gasto calórico se regula hasta poder calcular exactamente la cantidad que usa en cada proceso orgánico. Así, estas personas podrían fiarse con mayor certeza de los alimentos quema grasa.
Otro uso del término “quema grasa” es aplicado con frecuencia a sustancias elaboradas a base de plantas que supuestamente tienen la propiedad de estimular el proceso digestivo o incrementar la sensación de saciedad. Por ejemplo, la alcachofa, papaya, piña o guaraná.
En realidad, no basta con ingerir sustancias que propicien la lipólisis (destrucción de las grasas) o reduzcan la lipogénesis (fabricación de grasa) si nuestro cuerpo no está habituado a una alimentación balanceada y rutinas de ejercicio periódicas.
Lo cierto es que saber elegir el tipo de alimentos que comemos sí es relevante cuando se trata de perder medio kilo o hasta tres kilos. No cualquier cosa, por ser verde, será benéfica en una dieta. Lo que te presentamos a continuación no es una lista de alimentos milagrosos, sino aquellos con un menor contenido calórico y propiedades que aceleran el metabolismo.
Manzana:La cáscara contiene pectina, sustancia que produce una sensación de saciedad
Col:Además de propiedades que ayudan a prevenir cáncer, contiene vitaminas y minerales que intervienen en el mejor metabolismo de las grasas Carne:Siempre que sea pollo, pavo o conejo, ayuda a ganar masa muscular a costa de la pérdida de grasa
Avena:Los cereales posiblemente sean el alimento que mayor sensación de saciedad genera, además de disminuir la cantidad de colesterol malo
Remolacha (betabel): Contiene betanina, sustancia que optimiza el rendimiento renal, lo que permite eliminar grasa a través de la orina
Naranja: Los cítricos, además de reducir los niveles de insulina, promueven la pérdida de peso
Mostaza:Es un excelente aderezo para evitar otros con mayor contenido calórico
Lechuga:Contiene hierro y magnesio que encapsulan la grasa y ayudan a eliminarla