Prevención de Lesiones al Correr (Parte 2)

En la parte anterior de este artúculo comprendimos como existen factores tanto anatómicos como de falta de fuerza y tono muscular para favorecer la presencia, reincidencia y perpetuación de lesiones provocadas por una actividad física tan común como es el correr.

Asimismo factores externos como la elección adecuada de zapatos deportivos, tenis, y la presencia de aparatos de tipo ortopédico pueden ser favorable o por el contrario contraproducentes  para el mismo desarrollo de lesiones.

En esta entrega se mencionarán los problemas relacionados con el entrenamiento y lo que a éste envuelve como la presencia de ejercicios de flexibilidad y calentamiento, así como la perspectiva psicológica que influyen en la prevención y desarrollo de lesiones.

Errores en el entrenamiento

Uno de los errores más comunes que lleva a la lesión es el exceso de kilometraje, estimando que un 60% de los corredores presentan lesiones atribuidas a este principal error; otro puede ser los cambios en la rutina.

Un recorrido mayor a los 64 km, en hombres, está asociado a un alto riesgo de lesiones.

Desafortunadamente los estudios que correlacionan estos datos, han sido enfocados en participantes masculinos, encontrando pocos datos para mujeres corredoras.

El nivel de experiencia ha sido estudiado también como un factor de riesgo potencial para el desarrollo de lesiones encontrando resultados mixtos. En corredores de maratón que por primera vez realizan este ejercicio, lesiones en gemelos y rodillas fueron más comunes  mientras que en corredores de maratón experimentados, se encontró presentaron lesiones en los pies.

Una mala planeación en las agendas de entrenamiento pueden ser un factor que incremente el riesgo de lesiones (incrementar súbitamente la distancia semanal, cambio en el tipo de entrenamiento como en trabajo de intervalos, montaña, etc.).

Asimismo se puede ver que para los corredores que inician la actividad, un

entrenamiento básico con un previo conocimiento de la materia, ocasiona que éstos presenten menos lesiones.

Por otro lado, también se observa una relación estrecha con el cambio en la agenda de entrenamiento o de zapatos justo antes de presentar la lesión.

Se ha postulado que la superficie de impacto puede estar asociada con lesiones. Con la excepción de corredores de sexo femenino quienes han experimentado un alto índice de lesiones corriendo en concreto, no hay asociación con superficies duras, de tierra, montañosas o correr en la oscuridad.

En resumen un exceso en el entrenamiento de distancias y cambios en la agenda del entrenamiento están asociados con un incremento en la incidencia de lesiones al correr. Pero debido a que el cuerpo de cada persona responde diferente al estrés causado por correr, la elaboración de programas individualizados es ampliamente recomendada.   - 1 Lesiones por estiramiento

Es importante conocer los factores de riesgo que provoca el grupo de ejercicios previos al entrenamiento, conocidos como calentamiento previo al ejercicio principal, en donde han sido examinados con la finalidad de observar su beneficio o influencia en la prevención de lesiones. Sin embargo no se han encontrado resultados que se presenten como una evidencia importante en la disminución de lesiones.

La presencia de ciertos estudios indican que por ejemplo, una rutina de estiramiento, calentamiento y enfriamiento antes y después de correr, disminuye ligeramente el riesgo de lesiones, en comparación con rutinas de estiramiento exclusivamente. Sin embargo existen protocolos que evidencian que no hay reducción en la presencia de lesiones.

Protocolos similares presentan que los hombres y mujeres que tienen una gran condición física se asocian con una menor incidencia de lesiones, pero no con una mejor flexibilidad.

Por otro lado, otro estudio demostró que la flexibilidad obtenida mediante estiramientos no fue necesariamente un atributo benéfico entre corredores, afirmando que no existen evidencias que demuestren que la flexibilidad disminuye la presencia de lesiones deportivas.

A pesar de la literatura científica, el consenso entre practicantes del deporte, siguen creyendo fuertemente que el estiramiento presenta muchos beneficios.

Una encuesta entre entrenadores revela que las creencias positivas a favor del estiramiento siguen presentes, afirmando que el 95% de los entrenadores sienten que los estiramientos previos al ejercicio disminuyen las lesiones y un 73% creen que no existen inconvenientes en que se lleven a cabo, haciendo quizás poco válido los informes científicos al respecto.

Sin embargo, una de las críticas mas importantes sobre el estiramiento es que éste se realice a través de una técnica óptima, encontrando algunos puntos sobresalientes en la mayoría de la literatura:

1.El estiramiento rápido, con balances y movimientos cortos de forma cíclica. Los entrenadores coinciden que este tipo de estiramientos incrementan el estrés muscular y generalmente no favorece, como bien se sospecha, las lesiones inducidas por un mal estiramiento.

2.El estiramiento pasivo, con un compañero que ayuda en los movimientos incrementa el límite del movimiento más allá del que puede lograrse sin asistencia. Este tipo de ejercicios son más útiles cuando el compañero tiene más habilidades y técnicas como un entrenador o un terapeuta físico.

3.Las técnicas de contracción-relajación con músculos agonistas y antagonistas que utilizan las respuestas de la propia fisiología muscular en el ciclo de la contracción y una relajación recíproca. Estudios muestran una flexibilidad superior particularmente cuando las técnicas estén dominadas.

4.Un estiramiento estático, es el más común cuando se sostiene la posición durante 30 a 60 segundos, regresando lentamente a la posición original.

Todas estas técnicas han demostrado la habilidad de mejorar la flexibilidad. Lo que sigue es llevar a cabo estudios que utilicen una técnica adecuada.   - 2 Las investigaciones relacionadas al estiramiento, han presentado resultados mezclados. Existen datos que sugieren que estiramientos muy cortos de menos de 10 segundos son inefectivos mientras que estiramientos prolongados de más de 60 segundos no logran nada mejor que en un periodo de 10 a 60 segundos. El tiempo es una consideración importante para un efecto óptimo en la prevención de lesiones.

Muchos atletas han adoptado la estrategia del estiramiento después de la actividad en lugar de al principio, pensando que puede ser una protección al desarrollo de lesiones.

Calentamiento

Algunos estudios han examinado el rol del calentamiento como una variable aislada en la prevención de lesiones, sin encontrar alguna asociación en la mayoría.

Sin embargo como un dato interesante, mucha de la evidencia que indica que el calentamiento puede reducir la incidencia de lesiones, viene de la literatura que promueve también el estiramiento.

La literatura a este punto simplemente no tiene la suficiente calidad en investigación para determinar la el calentamiento ayuda la prevención de lesiones al correr.

Factores psicológicos en las lesiones

Muchos estudios han encontrado evidencia limitada que relacione factores psicológicos específicos con las lesiones al correr.

Un estudio prospectivo que buscaba lesiones deportivas en general, incluyendo  medidas de factores psicológicos y psicosociales, reportó tres importantes variables con una débil asociación con el riesgo de lesiones entre las cuales están: el dominio de la actividad, agotamiento vital y eventos estresantes de la vida.

Por otro lado se observaron ciertas actitudes asociadas y  malas asociaciones con la presencia de lesiones. Estas asociaciones incluían a aquellos individuos que se encontraban pendientes de sus síntomas físicos y de la fatiga mientras corrían y aquellas malas asociaciones en donde los individuos ignoraban  sus síntomas y el nivel de fatiga, teniendo un riesgo más alto de presentar lesiones.

Así se concluye de una forma cuestionable si es que los corredores competitivos al presentar actitudes asociadas, tienden a entrenar y a correr más.

Estudios en psicología deportiva han encontrado relaciones significantes con un incremento en el estrés regular y la  presencia de lesiones, pero los deportes examinados suelen ser de contacto, o en deportes de equipo donde se observó que factores como el enojo, la concentración o tensión  tienen más grandes efectos o un riesgo más directo en el desarrollo de lesiones.

De forma similar la asertividad y sentimientos de agresividad han sido identificados como riesgos potenciales en ciertos deportes.  Sin embargo ni la historia de estrés en la vida o rasgos de  personalidades de alto riesgo han sido confirmadas como predictores de riego de lesiones.

Es así como podemos concluir que si resulta común presentar lesiones con una alta incidencia anual, al realizar un deporte tan sencillo como es el correr, lo que no podemos considerar como común es la falta de prevención o la constante recaída.

Modificando una o varias constantes donde es fácil provocar una lesión, puede hacer que el desempeño sea mucho más eficiente y los resultados más satisfactorios.

Es real que las evidencias científicas pueden ser insuficientes en muchos aspectos y quizás la experiencia de gente más capacitada o con más tiempo en el deporte puede hacer compatible la documentación teórica con las capacidades exclusivas de cada corredor para lograr así un entrenamiento individual que funcione, perdure y evite lo más posible la presencia de lesiones, variable que no debe ser permanente entre corredores.

Fields, K.B., J.C. Sykes, K.M. Walker, And J.C. Jackson. Prevention Of Running Injuries. Curr. Sports Med. Rep. VoL 9, No. 3, pp. 176-182, 2010.