El “Día de Reyes”, como lo concemos ahora, es una fiesta de origen religioso. Aunque el Evangelio según San Mateo es el único de los cuatro evangelistas que habla de estos sacerdotes, físicos o magos, esto es, personas estudiosas del hombre, la naturaleza y los astros, no precisa sus nombres ni el número exacto de quienes llegaron a conocer a Jesús. San Mateo escribió que venían del Oriente para adorar al “Rey de los Judíos”. En ese tiempo el Imperio Persa, en el centro de Persia, ocupaba todo el Este de Judea y Siria, por lo que podría decirse que venían de Persia. Tres siglos después los cristianos occidentales definieron que podrían haber sido tres personajes dado que, según el mismo evangelio, habían traido consigo tres regalos para el pequeño Jesús. Sin embargo, en el Cristianismo del Este, especialmente en la Iglesia Siria, así como en la Apostólica Armenia, se consideraba que habían sido 12 magos, igual que los 12 apóstoles y las 12 tribus de Israel. La definición de “Reyes o Magos” que se dio más tarde en el Cristianismo probablemente esta ligado a los Salmos 72:11, “Se postrarán todos los Reyes a adorarlo”.
En cuanto a sus nombres aparecieron por primera vez en un mosaico del siglo VI, en él se representaban con diferentes edades, y fue hasta el siglo XV cuando se representaron con las tres razas que se conocían hasta entonces en la Edad Media: Melchor encarnaría a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.
El Evangelio narra que, en tiempos del Rey Herodes, después de que Jesús había nacido en Belem de Judá, unos magos vinieron del Este hasta Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el niño quien será el Rey de los Judíos?, porque hemos visto su estrella brillar en el cielo y venimos a adorarle”. Cuando el Rey Herodes escuchó esto se asustó y mandó llamar a los físicos y sacerdotes de su corte para preguntarles dónde se supone que nacería ese “Mesías”, y ellos le respondieron: “En Belén de Judá porque así lo ha escrito el profeta: “Y tú, Belén de Judá, no eres la más pequeña de las aldeas pues de tí ha de nacer el pastor que apacentará a mi pueblo de Israel”.
Herodes se reunió nuevamente con los magos y les dijo que el niño debería nacer en Belén, y les pidió que cuando lo encontraran volvieran para decirle dónde estaba para él también ir a adorarlo. Los magos siguieron la estrella hasta que ésta se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Se alegraron mucho al verlo con su madre y le adoraron. Le ofrecieron oro (que representaba la naturaleza real), incienso (que representaba la naturaleza divina) y mirra representando el sufrimiento y la muerte futura. En su camino de regreso, fueron advertidos en un sueño que no volvieran con Herodes, por lo que tomaron otro camino. (Ellos no lo sabían, pero la intención de Herodes era matar al niño para que no hubiera otro rey.)
Por otra parte, palabra “Epifanía” es un acontecimiento religioso; para los cristianos es una fiesta en donde Jesús toma una presencia humana en la Tierra, es decir, “se da a conocer”. Y de las tres epifanías cristianas la más celebrada es la de los Magos de Oriente el 6 de enero.
La tradición de “Los Reyes Magos” como la conocemos ahora empezó apenas en el Siglo XIX en España, cuando una noche antes de la fiesta de la Epifanía se festejaba a los niños imitando los fiestas que tenían lugar en otros países el día de Navidad, es decir, imitando a San Nicolás que repartía regalos a los niños que se portaban bien. En 1866, se celebró la primera cabalgata de Reyes Magos en Alcoy, España, para luego extenderse por todo el país.
Las Cabalgatas tradicionales se siguen celebrando en España y son todo un desfiele de carros alegóricos al tema de los Reyes Magos. Con el paso del tiempo el festejar a los Reyes Magos se extendió a todos los países de habla hispana, celebrándose de manera especial en cada uno de ellos.
Hoy en día, es muy frecuente ver a los Reyes Magos en tiendas de regalos y centros comerciales, algo muy similar a lo que ocurre con Santa Claus, así los niños tienen la oportunidad de tomarse una foto con ellos, teniendo como parte de su escenografía tronos, figuras de caballo, elefante y camello, una estrella, un buzón y algunos adornos de tipo oriental.
En Venezuela, por ejemplo, se adora a los Reyes Magos en el pesebre de Belén. La cena de Reyes incluye diferentes platillos y la rosca es un pan dulce relleno de frutas confitadas, pasas y azúcar, se suele acompañar con vino.
En Argentina los más pequeños dejan su zapato junto al pesebre la noche del 5 de enero, esperando que en la mañana siguiente aparezcan los regalos que pidieron. Casi siempre, los niños dejan un poco de pasto y agua para alimentar a los animales.
En México la tradición es muy parecida: la noche del 5 de enero se parte una Rosca de Reyes servida con café, chocolate caliente o atole. Los niños dejan una carta en el zapato o la envían en un globo al cielo, esperando que, en la mañana del 6 de enero recibirán regalos, especialmente quienes se portaron bien durante todo el año.