La verdadera capacidad de compartir

Decimos que Navidad es tiempo para compartir, pero ¿qué es realmente compartir?…

Si buscamos una definición, “compartir” es dar parte de lo que se tiene para que otra persona lo pueda disfrutar conjuntamente con ella. En términos sencillos, compartir es dar algo de uno mismo a los demás.

Para algunas personas la idea de compartir lo que tienen resulta natural, pero para otras es más cómodo poner sus intereses personales por encima de la necesidad de los demás. Y eso quedó demostrado con un interesante experimento que realizaron los Mensajeros Urbanos, una iniciativa que ocurrió en México.

La idea fue dejar $1,000 en una bolsa al alcance de cualquiera en una avenida principal de la Ciudad de México. Todos podían pasar y tomar el dinero que requirieran, con la única condición: “el dinero era para personas con extrema necesidad, por lo que podían tomar únicamente lo que necesitaran, y que tuvieran en consideración que probablemente otro necesitaría con mayor urgencia ese apoyo económico”. ¿Te imaginas lo que sucedió?

Resulta que mucha gente se emocionó con la iniciativa y decidieron ayudar con más dinero en la bolsa, lo cual es un gran gesto y emociona al espectador del video; la sorpresa fue que una persona decidió tomar $500 (casi la mitad del dinero total) para comprar unos tenis. Es decir, para disfrutar de un lujo que las personas que viven en las calles ni siquiera contemplan. Otra persona tomó $400 y por su estado inconveniente no le pudieron pedir explicaciones. Sin embargo, más allá de señalar y juzgar a la persona que decidió tomar todo este dinero sin una necesidad real, nos gustaría contarte la otra sorpresa que nos dejó este video.

La gente que más necesitaba el dinero fue la que más lo compartió. Es así que cuando una persona en situación de calle (cuya apariencia demostraba que no tenía recursos y sus declaraciones afirmaron que no tenía trabajo) recibió la oferta de: “Toma el dinero que quieras de esta bolsa”, decidió tomar tan sólo $20 y dijo que no tomaba más para que alcanzara para todos. Otra persona en condiciones similares reaccionó de la misma manera y tomó sólo $20 para comer algo. Lo más impresionante fue que una persona que tomó lo que quedaba del dinero (apenas unas cuantas monedas) decidió separar una parte de esa cantidad para compartirla con otra persona que lo necesitaba.

Puedes ver el video a continuación. Nosotros creemos que es una excelente oportunidad para reflexionar sobre lo que compartimos y lo que consideramos que nos pertenece. Si alguien en condiciones de pobreza pudo compartir su dinero, ¿por qué nosotros no habríamos de compartir lo que tenemos? Pensemos en todo lo bueno que podemos ofrecer al mundo cuando decidimos dejar nuestro ego detrás y ser empáticos con las demás personas. La sociedad podría mejorar de manera significativa si todos aprendiéramos a compartir.

Artículo escrito y publicado para el sitio: harmonia.la
Editado por Claudia Plasencia para asdeporte.com