Todos lo que hacemos ejercicio sabemos lo difícil que es ganar masa muscular. Los que hemos entrenado horas y horas conocemos el dolor de romper las fibras musculares para que después, en su proceso de reparación, logremos crecer. También nosotros sabemos, con relación al músculo, lo difícil que es tenerlo y después perderlo. No queremos que nos pase, y no tiene porque pasar. La dieta es la clave.
Es muy común tomar proteína después de hacer ejercicio con la idea de comenzar la recuperación, pero ¿sabías que también es necesario tomar antes de dormir? Así es. Todos los aminoácidos, incluidos los de cadena ramificada, son necesarios para proteger la masa muscular. Para ello es importante que el alimento que comas antes de irte a la cama los aporte.
Acuérdate, la proteína es el ladrillo de la masa muscular pero el albañil que los coloca donde deben ir son los carbohidratos. De ahí que se necesite una combinación de ambos siempre que busquemos mejorar la masa magra.
Dependiendo de tu rutina diaria deberás tomar en cuenta que una pequeña colación que contenga fruta o cereal y un poco de leche antes de dormir puede ser suficiente, sobre todo si entrenas en la tarde o noche porque lo que has consumido durante el día puede ayudar, pero no será suficiente.
Si bien las proteínas en polvo pueden ser una opción para tomar antes de dormir, no son necesariamente la única ni la mejor. Muchos de los productos que venden aíslan la proteína (los aminoácidos) pero quitan los carbohidratos, otros separan los tipos de proteína (unos de lenta y otros de rápida absorción) y algunos más no son “limpios”, tienen sustancias que no necesariamente son sanas (o legales).
Por eso es importante que te asesores con especialistas que te ayuden a elegir bien el producto a comprar para que realmente alcances tus objetivos. Olvídate de comprar por comprar. ¿Sabes qué puedes hacer mientras? Toma leche. Si, leche de vaca. Tiene un poco de carbohidratos y todos los aminoácidos necesarios para construir, mantener y recuperar tu masa muscular con su caseína y suero. La caseína se absorbe más lento, pero por más tiempo (durante las horas de sueño) y el suero de inmediato, lo que convierte a la leche en el combo ideal.
Hazte un favor y no te compliques la vida, para proteger tu masa muscular prueba con un vaso de leche de vaca y una fruta o un poco de miel antes de dormir. Nos cuentas cómo te fue.
¿Sabías qué…
El suero de la leche se absorbe más rápido
El perfil de aminoácidos de cada proteína hace que su disponibilidad para el cuerpo sea diferente. Es decir, dependiendo de la composición de cada una, la velocidad de asimilación es diferente. Se ha visto que el suero de leche, conocido como “whey protein”, por su nombre en inglés (contenido en la leche como tal y en productos que lo aíslan y venden en forma de polvo de sabor), es la que más rápido puede utilizar el metabolismo. Esta es la razón por la que se recomienda para después del ejercicio y comenzar la reparación muscular.
Tips
Qué necesitas saber antes de comprar una proteína en polvo
Comprar una proteína en polvo a veces parece una misión tan complicada que merece estudios de posgrado. Resulta que al entrar a las tiendas donde las venden hay tantas opciones que no sabemos para donde mirar.
Hay quienes confían en la asesoría de los vendedores, hay quienes no. Lo que si te podemos decir es que no todos los productos son iguales, pero tampoco hay tanta diferencia entre ellos.
Aquí te va una guía concreta y sencilla de lo que debes pensar a la hora de invertir en tu nueva proteína.
¿Cuál es tu objetivo?
Es decir, para qué estás comprando un suplemento de proteína. Hay quienes lo usan como parte de su estrategia de recuperación después de entrenar, quienes la consumen para mitigar la ansiedad por cosas dulces, quienes no tienen tiempo de cocinar o preparar alimentos y lo usan como reemplazo de sus comidas, para proteger la masa muscular durante el entrenamiento, etc. Determinar primero qué es lo que estas buscando facilitará muchísimo tu búsqueda y te llevará a una buena compra.

¿Cómo estás de salud?
Recuerda que la salud es primero. No todo es para todos. Checa bien con tu nutrióloga en qué te debes fijar y qué debes evitar. Hay muchos productos que no sólo contienen proteína, pueden tener carbohidratos, precursores, quemadores, etc., y quizá eso no es lo que necesitas.
¿A qué hora la vas a consumir?
Las proteínas provenientes de diferentes fuentes tienen también diferentes características. Por ejemplo, el suero de leche se absorbe más rápido que la caseína, pero la caseína por más tiempo. Entonces, si quieres un producto para después de entrenar en la mañana, necesitas que sea suero pero si es para antes de dormir es mejor la caseína. Para quienes hacen ejercicio en la noche lo ideal es una mezcla de las dos. Hay también quien necesita tomar antes del ejercicio o a medio día entonces eso es lo primero que tienes que saber.
¿Cuánto puedes pagar?
No son productos baratos, pero hay tantas alternativas y tantas tiendas que seguro habrá alguno que te quede bien. A lo mejor puedes pagar un poco más y comprar un bote gigante o necesitas ir poco a poco. Lo único que si es súper importante es que compres en lugares establecidos que seguro vendan productos originales y no adulterados.
Receta
Hot cakes de proteína
Ingredientes:
½ taza de hojuelas de avena
3 claras de huevo
½ scoop (porción) de proteína en polvo
Extracto de vainilla
30 ml de leche light
1 puño de almendras fileteadas
Preparación:
Usa la licuadora en seco para moler las hojuelas de avena y hacerlas casi polvo, puedes combinarlas con las almendras. Agrega el resto de los ingredientes y muele hasta tener una masa uniforme pero no extremadamente seca ni muy líquida. Esta masa la debes poder verter en el sartén precalentado y dejar cocinar.
Ideas:
Si prefieres sabores más dulces agrega leche deslactosada. Puedes usar también arándanos, pasitas o nibs de cacao para dar sabor.
Nutrición en movimiento –Boletín enero 2019
Por Federación Mexicana de Nutrición Deportiva (FMND) para: www.fmnd.org.mx/
Aunque muchos de ustedes no acostumbran escribir a mano, sobre papel, es importante detenerte un momento, sentarte y tomarte el tiempo suficiente para escribir los retos que deseas vencer este año. Escribir lo que quieres hacer y verlo por escrito, con tu propio “puño y letra”, te compromete más a trabajar en ello y eso te ayuda a cumplirlo. Nadie te está forzando, tú quieres hacerlo. Escribe los retos que quieres enfrentar y procura mantenerlos a tu vista, de manera que puedas verlos y recordarlos constantemente.
Cierto es que un objetivo debemos desearlo muchísimo, pero también es cierto que debe ser algo alcanzable de acuerdo a nuestras habilidades, capacidades y también limitantes. Me explico, a mí me hubiera gustado muchísimo correr un maratón tan rápido como Paula Radcliffe y romper su récord de 2:15:25 h Si tuviera 18 años y fuera muy buena corredora y tuviera la habilidad de hacerlo me lo plantearía, pero, además, esa meta es tan difícil y de un nivel tan alto, que aunque tuviera 18 años me tomaría varios años para tener la posibilidad de lograrla, y aquí estamos hablando de metas para este año. No puedo correr como ella pero me encantaría romper mi propio récord bajando de las 3 horas, eso sí podría plantearme. Sería muy difícil pero no imposible.
Es importante definir un periodo de tiempo para cada objetivo, por ejemplo: “ya llevo varios triatlones Sprint, para tal fecha quiero hacer mi primer triatlón Olímpico”, o bien: “he corrido varias carreras de 10 km es tiempo de entrenarme para un Medio Maratón (21 km).” Y con “tiempos reales”, es decir, tiempos razonables y posibles de cumplir. En la carrera, en el deporte y en la vida en general “no hay atajos”, todo tiene un tiempo de aprendizaje y de práctica. Nada es gratis, todo tiene un costo de inversión en tiempo y esfuerzo.
Hace mucho tiempo un grupo de amigos entrenábamos en el Club Albatros, un equipo de atletismo muy bueno cuyo entrenador lograba sacar lo mejor de nosotros en la pista. Hacíamos triatlón y carreras y empezamos a pensar en el Ironman. Entrenar para un IRONMAN no es fácil, pero pensamos que, si nos decidíamos por una misma competencia nos sería más fácil entrenar juntos y cumplir nuestro objetivo. En ese tiempo aún no había Ironmans en México por lo que elegimos uno en San Diego, California, no muy lejos y posible de viajar para todos. Tampoco había entrenadores especializados, pero sí un par de amigos que ya lo habían hecho que nos aconsejaron sobre qué hacer, qué libros o revistas leer, cómo entrenar, etc. Por ejemplo, nuestra amiga y nutrióloga Aurora León, nos asesoró en cuanto a la nutrición. Y así, con ayuda de los amigos con experiencia y el entusiasmo de quienes íbamos por nuestro primer IRONMAN entrenamos y lo logramos. Algunos hicieron más Ironmans, otros seguimos con los triatlones pero estoy segura que todos recordamos con cariño los momentos que vivimos juntos para cumplir nuestro sueño.
Por otra parte, para quienes nos gusta el deporte estamos acostumbrados a manejar el tiempo, sabemos a qué paso corremos, cuál es nuestro ritmo cardiaco si corremos rápido o si corremos más lento. Si corremos maratón, por ejemplo, aprendemos a controlarnos para lograr mantener un paso promedio a lo largo de toda la carrera y lograr el tiempo final que queremos hacer. No sé ustedes, pero al menos yo no puedo salir a correr sin reloj, ni a ninguna parte, constantemente checo el tiempo para ver cuánto me queda, o cuánto me falta o con cuánto tiempo cuento para hacer tal o cual cosa. Sabemos qué tiempo hacemos hasta el trabajo, que tiempo tardamos en comer, que tiempo nos toma calentar y que tiempo nos tomará correr 10 km a paso. El tiempo es básico en nuestro deporte, sin medición de tiempo no podríamos saber si mejoramos o no y qué tanto mejoramos. En los entrenamientos y en las competencias cada segundo cuenta. De hecho, muchas veces la diferencia entre el ganador y el segundo lugar no es ni siquiera un segundo sino centésimas de segundo.






Aprovecha para dormir un poco más, para comer bien, para relajarte sin la preocupación de cuánto me toca correr mañana, o si tienes mucho trabajo en la oficina y tendrías que entrenar mucho más temprano para que te diera tiempo de todo. Relájate, si te quedas dormido viendo la tele que bueno, aprovecha descansar y recuperarte, recuerda que sometiste tu cuerpo a un esfuerzo importante y, así como entrenaste tanto, tu cuerpo y mente necesitan recuperarse.
Aprovecha para hacer otros deportes que casi no practicas u otras actividades que te gusta hacer pero que, por el entrenamiento específico, muchas veces dejamos de hacer o las hacemos demasiado rápido, sin tiempo a disfrutarlas. Puedes nadar, rodar bici, tomar clases de spining, pilates, yoga, y tantos otras actividades que no podemos hacer a diario. Si tienes mascota puedes hacer paseos más largos con ella o a lugares diferentes. Puedes también, jugar golf, basketbol, futbol con los amigos, etc. Si lo piensas bien, hay mil cosas más que también te gustan y puedes hacer, además de correr.
Y si tu temporada termina justo cuando llega la época Navideña, pues qué mejor porque puedes hacer más actividades sociales que las que haces normalmente cuando estás entrenando. Visita a tus amigos y familiares, ve al cine, al teatro, a comer con ellos sin prisas, de fiesta y si te desvelas un poco ¡no importa! porque no tienes que entrenar al día siguiente. Sobretodo, aprovecha el tiempo en familia que, generalmente, con las prisas de la rutina diaria nos olvidamos de disfrutar y compartir con quienes más queremos.
Si tu triatleta es un apasionado de todos los deportes, el
Si tu atleta además del triatlón le gustan los retos y acostumbra estar en entornos difíciles u hostiles, entonces regálale la herramienta que podrá que llevar a cualquier lugar sin preocuparse de que sufran ningún daño. El nuevo
Si tu triatleta le encantan las largas rodadas, ya sea en ruta o montaña, con el ciclocompmutador
El radar de visión trasera
Regala precisión con
Dicho de otra manera, si no quieren que las comidas se transformen en esa “llantita” desagradable en su cintura, tienen que mantenerse físicamente activos. Hay que tratar en lo posible de apegarse al plan de ejercicios o, como mínimo, tratar de hacer ejercicio de 30 a 45 minutos, de 4 a 5 veces por semana. Si no tienes plan o andas de viaje, o no cuentas con el equipamiento necesario, al menos trata de caminar con tus amigos, familiares, o sólo si es lo que acostumbras, recuerda, mientras más camines será mejor.


La temporada de fiestas es una gran oportunidad para encontrar viejos amigos o hacer nuevas amistades, y entre ellos, una manera de conocerse y platicar puede ser salir a correr. O bien, animarse entre unos y otros para ir a andar en bici, a caminar en la montaña, a nadar largo a algún lago o río, en fin, algo de ejercicio diferente. No solo estarán animándose el uno al otro, sino que también estarán haciendo algo muy bueno por su salud.
