Los músculos son, por así decirlo, la coraza o armadura de nuestro cuerpo, son lo que da forma y contorno al cuerpo. Para hacer cualquier actividad necesitamos de ellos, para reírnos, llorar, suspirar, respirar, caminar, en sí para movernos; si realizamos ejercicio los necesitamos aun más, nuestro cuerpo es tan maravilloso que solo cuando nos lastimamos o nos dan un masaje o están adoloridos los músculos nos damos cuenta de que existen.
Los músculos son de alguna manera los trabajadores del cerebro y para quienes hacemos ejercicio son indispensables y debemos cuidarlos bien, por eso debemos ayudarlos a recuperarse con el masaje, diferentes técnicas de recuperación, estiramientos, un buen calentamiento antes y después de entrenar, buena alimentación pero, sobre todo, no llevarlos más allá de lo que permitan, debemos entrenarlos poco a poco. Por decirlo de alguna manera: son los obreros del cuerpo.
Cada vez que realizamos un movimiento es porque un músculo o un grupo de músculos está trabajando. Este trabajo significa que las fibras musculares de las cuales está hecho el músculo se están contrayendo y dicha contracción se realiza porque en el interior del músculo existen dos proteínas llamadas \”Miosina\” y \”Actina\” las cuales, al combinarse químicamente producen una contracción y esto da lugar al movimiento, de hecho la función del músculo es contracturarse y descontracturarse.
Para que dicha contracción se produzca depende de que el músculo tenga un buen aporte sanguíneo, esto es, que la sangre le llegue al músculo lo mejor posible; esta acción a su vez depende del sistema nervioso el cual manda la señal, o sea, es el comandante. Pero el músculo no podría trabajar ni ejecutar ninguna de estas funciones si no tuviera energía que lo impulsara para trabajar, esta energía que, por cierto, está en el músculo se llama ATP que quiere decir \”Adenosin Trifosfato\”. El ATP está compuesto químicamente por una molécula protéica denominada \”adenosin\” que al combinarse con tres grupos de fosfatos presentan lo que en química se llama: \”ligaduras químicas de alta energía\”. Cuando una de estas ligaduras se rompe es como si una bomba explotara dentro del músculo liberando mucha energía, la cual será utilizada por el mismo músculo para realizar su trabajo.
Por desgracia y fortuna no existe en el mercado ninguna medicina o alimento que en sí contenga el ATP, nuestro cuerpo es quien lo fabrica por medio de la alimentación a través del azúcar, las grasas y las proteínas.
El cuerpo y en especial el músculo siempre tienen almacenada esta energía, por eso podemos levantarnos de la cama y ponernos en movimiento, pero el ATP también se agota en nuestro cuerpo, por ello debemos alimentarnos bien ya que es ahí de donde nuestro cuerpo produce el ATP necesario para hacer cualquier actividad. Por eso, hagas o no ejercicio (de todas maneras vives! te mueves!) debes comer muy bien y no \”saltarte\” ninguna comida. Si te es posible visita al doctor o a un especialista en nutrición, esto te ayudará a mantener tu peso y, al mismo tiempo, a tener suficiente energía para tus músculos.
Recuerda alimentarte bien antes de una competencia o cuando tengas periodos fuertes de entrenamiento, ya que eso te ayudará a mejorar en cualquier deporte que practiques.