Dietas de moda: lo que usted necesita saber

Una dieta de moda es un plan para bajar de peso o una ayuda que promete resultados dramáticos. Estas dietas no ofrecen éxito a largo plazo y usualmente no son muy saludables. Algunas de estas pueden ser peligrosas para su salud. Algunos tipos de dietas comunes están anotados en el cuadro que se presenta abajo.  - 1 ¿Si las dietas de moda no funcionan, porqué son tan populares?
La gente con frecuencia está dispuesta a ensayar cualquier cosa que promete ayudarles a perder peso pues quieren verse o sentirse mejor, o porque están preocupados por que les den enfermedades relacionadas con el peso. Las compañías que promueven las dietas de moda se aprovechan de este hecho. Estas llaman la atención de las personas por prometer una pérdida de peso que es muy rápida y fácil. Muchas personas prefieren ensayar el camino fácil de una \”dieta de moda\” en vez de hacer el esfuerzo por bajar de peso haciendo cambios a largo plazo en sus hábitos alimenticios y de actividad física.

Las dietas de moda también se hacen populares puesto que muchas funcionan por un tiempo corto. En muchos casos, esto ocurre porque cuando usted deja de comer ciertos tipos de comidas, o come combinaciones \”especiales\” de comidas, está consumiendo menos calorías de las que normalmente consume. Además, usted está prestando más atención a lo que está comiendo. Sin embargo, es probable que gran parte del peso que usted pierde es por pérdida de agua y músculo magro, y no de grasa corporal. Además, la mayoría de las personas no son capaces de mantenerse a la par con las demandas que exige una dieta que limita estrictamente los tipos de comidas que se pueden elegir o que requiere comer las mismas comidas de manera continúa. La gente que usa las dietas de moda usualmente acaba subiendo el peso que habían perdido.

¿Cómo puedo reconocer las dietas de moda?
Como regla general, manténgase alejado de dietas o de productos dietéticos a los cuales se aplica cualquiera de lo siguiente:

• Reclaman que le hacen perder peso muy rápidamente: más de una o dos libras por semana. Recuerde, le tomó tiempo para aumentar el peso no deseado y le tomará tiempo para perderlo.
• Prometen que usted puede perder peso y mantener el peso nuevo sin tener que renunciar a las comidas \”grasosas\” o que hacer ejercicio de manera regular. Si un plan de dieta o un producto parece ser demasiado bueno para ser verdad, probablemente lo es.
• Presentan su éxito con base a fotografías de \”antes y después\”.
• Ofrecen testimonios de clientes o \”expertos\” en pérdida de peso, ciencias o nutrición. Recuerde que estas personas probablemente están siendo pagadas para hacerle propaganda al plan de dieta o al producto.
• Sacan conclusiones simples de investigaciones médicas complejas.
• Limitan la selección de comidas y no le estimulan a consumir una alimentación balanceada comiendo una variedad de alimentos.
• Requieren que usted gaste mucho dinero en cosas como seminarios, píldoras o comidas pre-empacadas para que el plan funcione.

¿Qué debo hacer si deseo bajar de peso?
Si usted quiere bajar de peso hable con su médico. El médico le puede ayudar a desarrollar un plan para bajar de peso que sea seguro y efectivo. Los siguientes consejos se aplican a cualquier plan saludable para bajar de peso:

• Coma la primer comida del día cada día y no se salte comidas.
• Coma una variedad de comidas (incluso granos en abundancia, vegetales y frutas) para asegurarse de que obtiene todos los requerimientos nutritivos diarios.
• Limite su consumo diario de grasas saturadas, colesterol y sodio.
• Limite la cantidad de azúcar en su dieta. Las comidas con un alto contenido en azúcar con frecuencia tiene gran cantidad de calorías y pocos nutrientes.
• Limite las calorías en los líquidos. Trate de elegir frutas enteras en vez de jugos de frutas y evite los refrescos con azúcar y con alcohol.
• Fíjese en el tamaño de sus raciones.
• Haga ejercicio de manera regular. El mejor tipo de ejercicio es aquel que usted continúa haciendo; por lo tanto, elija una actividad que usted disfrute. Fíjese una meta de 30 a 60 minutos 4-6 veces por semana.
• Sea más activo físicamente en su vida diaria.

Estacione más lejos de la puerta y tome las escaleras cuando pueda. Consiga un aparato para contar los pasos y aumente gradualmente hasta dar 10.000 pasos por día.  - 2 NULL

¿Quién nos defiende?

Nuestro cuerpo está expuesto a cada momento a agentes externos que pueden hacerle daño y hacernos enfermar. Para defendernos contra ellos, contamos con un sistema de defensa tan inteligente que es capaz de diferenciar entre las sustancias benéficas que entran a nuestro cuerpo como los nutrimentos, y organismos nocivos como virus, bacterias u hongos.

A este sistema de defensa se le conoce como “sistema inmunológico” y se encuentra trabajando sin parar, ya que el bombardeo de agentes del exterior es constante. Por ello, como una gran estrategia militar defiende nuestra salud en 3 líneas principales:

1. Barreras físicas: aunque a veces no las percibimos así, la piel y el recubrimiento de nuestra nariz, boca y todo lo que tiene contacto con el exterior (barreras) son las primeras en actuar en contra de los agentes externos ya que evitan la entrada de estos al interior de nuestro cuerpo. Como cuando estornudamos, al sentir polvo nuestro cuerpo hace que lo expulsemos.

2. Inmunidad innata o no específica. Es la segunda en actuar y lo hace a través de algunas células que son como soldados en constante vigilancia, tan pronto como encuentran un agente extraño y no lo reconocen como alguien benéfico lo atacan rodeándolo y destruyéndolo. En esta línea de defensa también encontramos reacciones como la fiebre, porque al aumentar la temperatura corporal el cuerpo se convierte en un lugar no apto para que vivan algunos virus y bacterias matándolos de calor. La inflamación es la señal que le indica que esta línea de defensa que debe trabajar en un lugar en específico.

3. Inmunidad específica. Es la última en actuar y es la más compleja. Se lleva a cabo por los glóbulos blancos y se encargan de producir sustancias necesarias para reconocer y después crear armas específicas y destruir a los microorganismos no deseados. Estos son los anticuerpos que actúan específicamente para cada sustancia haciéndolos la manera de defendernos más específica que tenemos.

¿Cómo apoyamos a este gran ejército del sistema inmune?

1. La vacunación ayuda a nuestro cuerpo a hacer anticuerpos específicos que podrán actuar más rápidamente cuando estos bichos ataquen nuestro cuerpo, es decir nos ayuda a prevenir los ataques.

2. Una buena alimentación que mantenga nuestro sistema de defensa en buenas condiciones ya que cuando hay deficiencia de algún nutrimento este sistema no trabaja de manera adecuada. NULL NULL

La donación de órganos

Cuando gozamos de una buena salud, generalmente no pensamos acerca de la angustia, el temor, el dolor, y la depresión de aquellas personas que han sido diagnosticadas con una enfermedad grave y que, por lo mismo, requieren de la donación de un órgano para poder llevar una mejor —incluso excelente— calidad de vida. La donación de órganos se toma en cuenta, casi siempre, hasta que una persona enferma o corre el peligro de fallecer.

Existen muchos mitos y prejuicios en torno a la donación de órganos. No conocemos con certeza información fundamental para adquirir una cultura del tema. Tenemos dudas básicas que van desde saber lo que implica un trasplante hasta si todos somos candidatos a ser donadores. Todo lo anterior alimenta un ambiente que —también— por factores religiosos, políticos o morales se agrava y se presenta incluso poco empático.

Es por eso que a través del siguiente artículo pretendemos proporcionarte información básica por la que muchas veces podemos ofrecer una nueva vida a otras personas.
Empecemos por decir que un trasplante es la sustitución de un órgano o tejido que ya no funciona. Entre las circunstancias más comunes para requerir este tipo de procedimiento, encontramos a las personas que presentan alguna clase de insuficiencia renal, hepática, cardiaca, pulmonar o visual en fase terminal e irreversible. Así, los órganos que se pueden donar son córnea, piel, hígado, hueso, riñón, corazón y pulmón.

A grandes rasgos, se distinguen dos clases de donaciones: la que se da en vida (en este rubro, frecuentemente, sólo se piensa en donación de sangre o de riñón) y la que se puede ofrecer al momento de morir. En este último caso es donde la polémica se desata debido al cuestionamiento religioso pero, sobre todo, al moral. “¿Qué puedo hacer si mi recién fallecido no me habló de sus intenciones de ser donante?”, se preguntan muchos familiares en una situación que requiere de una respuesta urgente.  - 1 Esa es la razón por la que debes tener claro que si te interesa ser donante después de la vida, la decisión es sólo tuya y, por lo tanto, es preciso que se lo informes de inmediato a la familia, pues ésta será la portavoz. También es necesario que manifiestes tu voluntad por escrito (ya sea en una carta notarial, un documento que tú hayas redactando o firmando una tarjeta de donador).

Podemos estipular si deseamos donar nuestros órganos después de morir, éstos pueden ser: por paro cardiaco, tejidos como hueso, piel, córneas, tendones, válvulas cardiacas, cartílago y vasos sanguíneos arteriales y venosos; por muerte cerebral, corazón, pulmón, hígado, riñones, intestino, páncreas, además de los tejidos mencionados anteriormente.

En vida se puede donar un segmento de pulmón, hígado, páncreas e intestino; además de riñón y médula ósea. Pero si quieres realizar este tipo de donación, es necesario que seas mayor de edad y que estés en pleno uso de tus facultades mentales, estar sano y ser compatible con la persona que va a recibir el órgano, y, por supuesto, otorgar un consentimiento por escrito.

Cuando hayas elegido ser donador, puedes dirigirte al Centro Nacional de Trasplantes, al siguiente teléfono: 5644-8713. NULL

Trastornos de la sudación

El sudor es elaborado por las glándulas sudoríparas y transportado a la superficie de la piel mediante conductos. La sudación ayuda a mantener el cuerpo frío. Por esto, las personas sudan más cuando hace calor. También lo hacen cuando están nerviosas o estresadas.

El sudor está compuesto principalmente por agua, pero también contiene sal (cloruro de sodio) y otras sustancias químicas. Cuando una persona suda mucho, la perdida de agua y de sal debe ser reemplazada.

La sudamina es una erupción cutánea que se produce cuando el sudor queda retenido. Cuando los estrechos conductos que transportan el sudor a la superficie de la piel se obstruyen, el sudor atrapado causa inflamación, lo cual produce irritación (salpullido) y picor. La sudamina consiste normalmente en una erupción caracterizada por diminutas vesículas, pero también puede presentarse como grandes zonas de piel enrojecida. La sudamina es más frecuente en los climas calidos y húmedos, pero las personas que se abrigan demasiado en un clima frío también pueden desarrollarla. Las áreas mas frecuentemente afectadas por la erupción son el tronco y los muslos.

Reduciendo la sudación se suele controlar el problema. Es importante mantener la piel fresca y seca, así como evitar las condiciones que pueden aumentar la sudación: el aire acondicionado resulta ideal.

A menudo se utilizan lociones con corticosteroides a las cuales a veces se les adiciona un poco de mentol; sin embargo, estos tratamientos tópicos no resultan tan eficaces como el cambio del medio ambiente y el uso de una vestimenta adecuada.

La hiperhidrosis primaria es la sudoración excesiva principalmente de las palmas de las manos, axilas, cara, y planta de los pies, es un síndrome que condiciona una intensa alteración del estado psíquico del que la padece ya que dificulta sus relaciones sociales así como su trabajo profesional.

La sudación excesiva (hiperhidrosis) puede afectar a toda la superficie de la piel, pero por lo general está limitada a las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas o las ingles. Las zonas afectadas suelen ser rosadas o blanco azuladas y en los casos graves la piel puede presentar fisuras, descamarse y ablandarse, especialmente los pies. A veces la zona afectada desprende un olor fétido (bromidrosis), causado por las bacterias y levaduras que descomponen el sudor y la piel mojada.

Las manos y los pies sudorosos son una respuesta normal a la ansiedad y también es habitual que una persona sude mucho cuando tiene fiebre. Sin embargo una sudación frecuente y abundante en todo el cuerpo requiere atención médica porque puede ser un signo de:

• hiperactividad de la glándula tiroides,
• una baja concentración de azúcar en la sangre o
• una alteración del sistema nervioso que controla la sudación.

Los análisis de sangre pueden determinar si la función tiroidea o la concentración del azúcar en sangre son normales.

Una sudación abundante en las palmas de las manos, las plantas de los pies o las axilas puede ser controlada en cierto punto con la aplicación por la noche de una solución de cloruro de aluminio. Este puede ser un remedio temporal corto.

Otro remedio es la solución de metenamida, la cual ayuda a controlar el exceso de sudación. En ocasiones se recurre a la iontoforesis, con agua corriente, proceso que mediante corriente eléctrica se ayuda temporalmente a limitar la función de la glándula. Otro remedio es la aplicación de toxina botulínica tipo A, de manera cosmética, para limitar la función temporalmente de la glándula.  - 1 Si cualquiera de estos fracasa entonces se recurre a la extirpación quirúrgica de las glándulas sudoríparas axilares. El asesoramiento psicológico o un tratamiento con ansiolíticos pueden aliviar los casos de sudación causados por ansiedad. Para controlar el olor es necesario mantener minuciosamente limpia la zona afectada, de este modo, se eliminan los microorganismos responsables del olor.

El baño diario con un jabón liquido que contenga clorhexidina u otro antiséptico y la aplicación de un preparado con clorhidroxido de aluminio (presente en la mayoría de los desodorantes comerciales) son eficaces contra el olor, puede ser útil el afeitado del pelo de axilas e ingles. Algunas personas pueden necesitar cremas antibacterianas o lociones con antibióticos como clindamicina o eritromicina para eliminar el olor.

Aunque aparentemente se trate de un trastorno que afecta, actualmente la vida social y laboral, siempre es bueno acudir a un médico para que investigue realmente el origen de este trastorno y no únicamente tratar de eliminar los síntomas ya que el sudor es un mecanismo de defensa del organismo para mantener el equilibrio de la temperatura del cuerpo, y en ocasiones no es bueno eliminar del todo las funciones de las glándulas sudoríparas.

Colaborador Revista fitness.com.mx NULL

Desgarro de gemelos

Muchas veces los atletas solemos confundir esta lesión con una contractura muscular y la pasamos por alto sin darle la atención adecuada a su pronta recuperación, es ahí donde sobreviene el empeoramiento de la lesión y la consabida amplitud en el plazo de convalecencia y del tiempo que tardamos en regresar a los entrenamientos.

El desgarro de las fibras musculares de los Gemelos puede producirse por un traumatismo brusco (por ejemplo un tirón por pisar en terreno disparejo) o por la sobrecarga de trabajo de un músculo fatigado y previamente contracturado. En este último caso el atleta suele sentir días previos al desgarro el músculo un tanto dolorido, sobrecargado y contracturado en algún sector del mismo, y al no tener una óptima longitud funcional debido a eso y ser requerido para algún entrenamiento con mayor fuerza y velocidad, el músculo no resiste, sus fibras se distienden y se rompen.

La sintomatología del desgarro se caracteriza por una sensación de tirón violento, de latigazo si es un desgarro importante, pero si las fibras rotas o lesionadas son pocas el dolor es más tolerado.

Es importante el diagnóstico ecográfico que confirmará el lugar exacto de lesión y la gravedad de la misma. Se observa un hematoma o “moretón” (si es un desgarro importante), tumefacción, dolor a la contracción muscular y al estiramiento y en algunos casos impotencia funcional.

Un desgarro tratado correctamente se recupera generalmente en 21 días aproximadamente siendo la primer semana del tratamiento de recuperación de vital importancia. El primer paso es la aplicación de hielo local para evitar el derrame sanguíneo de los vasos capilares del músculo dañado, más venda compresiva los primeros tres días y aplicación de aparatología de resorte kinésico que ayudará con la inflamación y la reparación de las fibras lesionadas.

Es importante el descanso total y que el atleta no corra nada por lo menos durante los primeros 7 días, ya que es el período de mayor cicatrización, después de dicha semana en forma lenta y progresiva pudiendo realizar bicicleta fija y comenzar con los ejercicios de fortalecimiento de los gemelos.  - 1 Pasada la segunda semana comenzará con trote suave de tipo regenerativo de acuerdo a la sintomatología del atleta (cada caso es particular y diferente a otro) ya en la tercera semana podrá aumentar el volumen del trote al mismo tiempo que continúa con el fortalecimiento y por sobre todo con la elongación para que vuelva a tener una longitud óptima y evitar así futuros desgarros que pueden producirse por encima o por debajo de la lesión inicial.

Hacia el final de la Cuarta semana estará en condiciones de realizar trabajos de velocidad y volver a la actividad normal al mes de la lesión.

También es muy importante complementar la recuperación con el tratamiento que incluya compresas de agua caliente combinadas con aplicación de hielo en la parte afectada y el uso de una pomada desinflamatoria y analgésica como las que hay en el mercado en muy diversas marcas en donde destaca la pomada Lonol.

Insistimos que cada caso en particular y la tolerancia al dolor y a las molestias, así como el poder de Recuperación es diferente en cada atleta, por lo que será muy importante el no olvidar este aspecto para no tener una recaída en la lesión que suele ser mas grave la mayoría de las veces.

El calentamiento adecuado y un buen par de zapato tenis, así como el estiramiento diario al terminar cada sesión de entrenamiento, serán la mejor forma de prevención de este tipo de lesiones. NULL

Evitando nervios previos a la competencia

Estamos entrando en la etapa donde ya hay varias competencias en puerta y no solo el entrenamiento sino también nuestra actitud ante estas determinará el éxito que tengamos en ellas.

Muchas veces entrenamos y trabajamos bien, sin embargo el día de la competencia no tenemos un rendimiento a la altura del trabajo realizado y nuestras expectativas.

Esto generalmente sucede por una percepción demasiado alta de estrés. Nos presionamos mucho. ¿Como podemos solucionar esto?

Aquí la palabra importante es percepción. En realidad no es la competencia la que nos causa estrés sino la manera como interpretamos nosotros la situación. El estrés lo ponemos nosotros. Generalmente se identifican como pensamientos de duda, falta de confianza estos pensamientos son los que dan lugar al nerviosismo y ansiedad. Es imposible tener un buen rendimiento con tanta ansiedad.

Por lo pronto es importante entender la existencia de estos pensamientos y manejarlos de tal manera que el día de la competencia estemos listos para arrancar.

Antes del evento, hay que aceptar que vamos a estar algo nerviosos, es de esperarse, no piensen que esto es miedo, la carga de adrenalina es normal y sirve para preparar al cuerpo para este esfuerzo. Eviten concentrarse en sentirse nerviosos. Una vez que arranque la competencia este sentimiento se va. Lleguen a tiempo al evento, utilicen este tiempo para calentar.

Permitan alguno minutos para visualizarse teniendo una buena actuación.

Inicien el evento con una estrategia simple, como mantener el mismo paso o el mismo nivel de esfuerzo.

Durante el evento es importante concentrarse en lo que están haciendo nunca en lo que va a pasar o en como vana terminar.

Si tienen pensamientos negativos, cambien su concentración hacia puntos importantes como respirar hondo y con ritmo, mantener la postura, quitar las patitas del piso o imaginarse que los vamos jalando del ombligo. Aunque vayan en la bici. En cualquier caso sonrían, eso siempre relaja el resto del cuerpo.

Al final del evento: revisen y analicen el resultado, vean los puntos positivos y también los negativos. Dejen atrás los negativos y concéntrense en las cosas que hicieron bien en la competencia.

Y por supuesto disfruten cada momento….. como se dice por ahí, un buen entrenamiento no te ayuda a sufrir menos, solo a hacerlo por menos tiempo. NULL NULL

El mágico poder del hielo para aliviar lesiones

De acuerdo con el doctor Hernán Silván, médico especializado en todo tipo de lesiones deportivas, el enfriamiento es beneficioso en las lesiones deportivas porque alivia el dolor y el espasmo muscular que lo acompaña. También reduce la posible hemorragia, interna o externa, acorta el proceso de recuperación de la contusión, contractura o tirón muscular.

Así, aplicar frío (hielo) sobre los ligamentos de las articulaciones, se ejerce un efecto cicatrizante, evita la extensión del proceso por el área lesionada. La eficacia del frío en las lesiones deportivas disminuye a medida que pasan las horas desde que se inició el percance. Así, se establece como norma general que en las 72 primeras horas, esto es, en los tres primeros días, el hielo resulta extraordinariamente útil. Pero más allá pierde eficacia.

¿Qué hace el frío para curar?
Desde su natal España, el doctor Silván, explica que en los tejidos blandos (músculo, tendón, ligamento) el frío minimiza la hemorragia y tumefacción que impiden el desarrollo normal de la «cicatriz terapéutica».

El frío es el principal agente físico para lesiones de sobrecarga con importante dolor. Su efecto analgésico procede del «adormecimiento» de los receptores del dolor, especialmente excitados cuando la lesión es aguda.

La mejoría del espasmo muscular por aplicación de hielo se debe a la reducción del flujo sanguíneo capilar (el de los vasos menores) con la consiguiente disminución de inflamación. También es observable una gran reducción de oxígeno en la zona donde se aplica el frío, lo que supone disminuir la propagación del proceso.

Todo ello se debe a la «vasoconstricción» o «cierre de los vasos» que corta de raíz la difusión y síntomas.

Pero es necesario tener en cuenta que tras el enfriamiento de la parte lesionada, el atleta no debe volver de inmediato a la actividad deportiva, ya que la gravedad y la extensión de la lesión pueden quedar enmascaradas por el efecto analgésico.

Por ello conviene aplicar el frío en sus variadas formas (cubitos de hielo, bolsa de criogel, spray de fluorometano o cloruro de etilo) siempre después del entrenamiento o competición. Por último, se admite hoy en día que las aplicaciones de frío más convenientes son en forma de masaje con hielo. Y la duración habitual deberá ser de no menos de 15 minutos y no más de 30.

El calor terapéutico
Cuando la lesión ha traspasado la barrera de los tres días, el riesgo de hemorragia no existe. Entonces conviene utilizar calor para mejorar la cicatrización.

Se sabe que el calor tiene en su influencia positiva sobre el tejido conectivo (fibras de colágeno) la principal acción médica.

El calor produce alivio del dolor y hace más extensibles las fibras de colágeno, por lo que facilita la movilidad muscular y articular, y, por ello, acorta el proceso de recuperación o rehabilitación deportiva.  - 1 El colágeno es viscoso y elástico. Cuando se fatigan los tejidos estas propiedades se ven dificultadas, hasta llegar a niveles de «rigidez» que impiden realizar el gesto deportivo con naturalidad y economía. Cuanto más rígido es un cuerpo, más posibilidades de romperse tiene.

El calor aumenta la elasticidad y plasticidad, de forma que, tras su aplicación, las fibras de colágeno se hacen más extensibles y más capaces de trabajar. El calor también reduce la rigidez articular y mejora la contractilidad del músculo, disminuyendo el peligro de lesión.

Cómo aplicar el calor
Desde el cuarto día de una lesión podemos utilizar: lámparas de calor (infrarrojos), almohadillas eléctricas, paños calientes, sauna (el calor seco de sus maderas se utiliza para aliviar dolores de espalda), los baños cálidos y las bolsas de agua.

También, como prevención en rigideces articulares, se utilizan antes del calentamiento de los entrenamientos y competiciones.

Y, ya en consulta médica, también lo aplicamos generado por corrientes alternas de alta frecuencia (onda corta, microonda) y con ondas mecánicas que producen calor por medio de la vibración (ultrasonidos).

Las microondas son excelentes en las lesiones musculares, mientras los ultrasonidos lo son en problemas tendinosos y ligamentosos.

Por último, el calor en las formas descritas es una buena opción para recuperar las cicatrices y lesiones cronificadas, bien de forma aislada o alternando su uso con el frío para provocar sucesivas vasodilataciones y vasoconstricciones (baños de contraste).

Formas de hielo Terapéutico (Crioterapia)
1. Natural: Cubitos/granizado.
2. Compresas Desechables: «Cool Pack» de silicato hidratado.
3. Compresas Reusables: «Criogel».
4. Toallas Frías o Heladas.
5. Baños en agua helada (ríos) o con hielos.
6. Spray: «Nieve carbónica» o cloruro de etilo.
7. Cinta helada (moldeable). NULL