Si estás empezando a correr, y aún si ya tienes tiempo corriendo, es muy probable que te preocupen 2 cosas: cómo correr más distancia y cómo correr más rápido. Y no eres el único, la distancia y velocidad son dos objetivos fundamentales para todos los corredores de cualquier nivel, edad y velocidad, lo que significa que, aún cuando alcanzas un objetivo siempre hay algo más que mejorar. El hecho de resistir más distancia y mejorar tu paso simplemente se va ajustando conforme adquieres más experiencia. Aún quienes corren sólo por el gusto de hacerlo, poco a poco se dan cuenta de que aguantan más distancia y lo hacen a mejor paso, lo cual les hace sentir bien y no pueden evitar querer seguir mejorando.
Una gran ventaja al correr es que los mismos principios de entrenamiento que se aplican desde el inicio serán válidos para cualquier entrenamiento, esto es, una combinación de trabajos de velocidad con sesiones suaves de distancia para trabajar resistencia, con el fin de desarrollar ambos sistemas: el anaeróbico y el aeróbico. Esto dice el Ph. D. Greg Grosicki, profesor asistente y director del laboratorio de fisiología del ejercicio en la Universidad de Georgia del Sur. Esto aplica desde correr tus primeros 5 km hasta tu 50° maratón, y notarás los cambios más grandes durante los primeros dos o tres meses de entrenamiento. Grosicki añade: “El entrenamiento gradual y consistente continuará mejorando tu potencial de rendimiento a partir de ahí.”
Pero ¿cómo debe ser exactamente ese entrenamiento? Conserva en tu mente los siguientes TIPS mientras te embarcas en la misión de mejorar tu velocidad y resistencia.
1. Aumenta tu kilometraje cada semana
Si revisamos la estructura de la mayoría de los planes de entrenamiento, podemos ver que están diseñados para incrementar gradualmente la cantidad de kilómetros al correr, esto es, para aumentar nuestra resistencia, combinado con ejercicios específicos para mejorar nuestra velocidad. Esto se traduce, generalmente, en algunas carreras cortas entre semana, una carrera larga el fin de semana, la cual irá aumentando un 10% máximo de distancia cada semana.
“Para poder ver tu progreso deberás continuar sometiendo tu cuerpo a un estímulo al cual no está acostumbrado, en este caso, distancias más largas y velocidades más rápidas”, dice el Ph.D. Matt Lee, fisiólogo certificado en ejercicio y profesor de kinesiología en la Universidad Estatal de San Francisco. Y añade: “Aumentarás de manera gradual la carga de trabajo a tu cuerpo, permitirás que se adapte, y volverás a cargar un poco más, dejarás que se adapte y así, sucesivamente”. Antes de que te des cuenta, correrás más de un kilómetro, luego más de 5, 10, 15 km, medio maratón, un maratón y mucho más.
2. Escucha tu cuerpo
Entonces, ¿cuántos kilómetros irás aumentando a tu distancia en el plan de entrenamiento de cada semana? La sabiduría popular dice que no aumentes más de un 10% a la distancia cada semana, pero Grosicki dice que no hay razón para limitarte si te sientes bien. De hecho, un estudio del American Journal of Sports Medicine encontró que los corredores en general presentan más o menos el mismo grado de lesiones si aumentan o no más del 10% de la distancia cada semana.
Pero eso no significa que vayas a duplicar la distancia cada semana, (eso sería un boleto directo a una lesión), sino simplemente que debes prestar más atención a cómo te sientes y ajustar la distancia de acuerdo a ello. “La mejor regla para usar el sentido común es escuchar tu cuerpo”, dice Grosicki, y añade: “A la mayoría de las sesiones de entrenamiento largos y/o intensos deberán seguir al menos uno o dos días de recuperación”.
¿Alguna señal de que necesitas un día de descanso? Además del dolor muscular y molestias obvias, la sensación de sentirte enfermo, irritabilidad, pérdida de apetito y falta de sueño, todo indica que estás exagerando en el entrenamiento y que necesitas un descanso.
3. Añade velocidad a tus distancias largas
El trabajo semanal de velocidad es de mucha ayuda (ver siguiente punto), pero no siempre replica exactamente como será en una competencia real. “Soy un gran defensor de incluir algo de velocidad dentro de la carrera larga para preparar al cuerpo a superar la fatiga que, inevitablemente sentirá, después de cierta distancia en una competencia”, comenta Grosicki, y añade: “Trata de mejorar tu paso en los últimos kilómetros de tu distancia, venciendo el cansancio que seguramente se presentará”.
4. Haz entrenamientos de velocidad por separado, pero no dejes que te estresen
Grosicki aconseja un entrenamiento de velocidad fácil de recordar que sea como base en sí mismo para cada semana. Por ejemplo: 6 repeticiones de 400 m (una vuelta a la pista de atletismo) con 90 segundos de recuperación entre cada repetición, trotando suave. La siguiente semana repites el mismo entrenamiento y trata de mejorar tus tiempos, si lo haces fácilmente entonces aumenta una repetición más hasta hacer 8 a 10 repeticiones. Después de superado ese entrenamiento, puedes aumentar la distancia, por ejemplo, 4 repeticiones de 800 m con 2 minutos de recuperación de trote suave entre ellos. De la misma manera, la siguiente semana repites el entrenamiento tratando de superar tus tiempos, si lo logras fácilmente, añade una repetición más o aumenta la distancia.

Por otro lado, si aún no te sientes cómodo con la velocidad, no te preocupes, concéntrate primero en la resistencia. “Corre durante 20 minutos continuos siendo principiante es todo un reto, y está bien, lo más importante primero es enfocarse en aguantar más tiempo corriendo, es decir, en la resistencia, más que en la velocidad. “Desarrolla una base de resistencia sólida y después, poco a poco, podrás agregar algunos intervalos intervalos simples para, a partir de ahí, desarrollar también velocidad”, dice Gorsicki.
Porque realmente, el mejor camino para aumentar tu resistencia y velocidad como principiante es hacer que correr sea divertido, para que puedas seguir adelante paso a paso.
Por Kiera Carter
Kiera Cartes tiene más de una década de experiencia cubriendo temas de acondicionamiento físico, salud y tópicos de estilo de vida para revistas y sitios web estadounidenses.
Traducción y edición por Claudia Plasencia para: www.asdeporte.com
Ahora bien, partiendo de que cada mujer embarazada es diferente, si tienes ganas de salir a correr, puedes correr. Si por el contrario, te sientes muy cansada, entonces descansa. El embarazo es la gran oportunidad para una mujer ESCUCHE SU CUERPO atentamente. Cualquier sensación de fatiga, o de deseo de estar más activa, o de sentirte triste sin razón o muy contenta y emocionada, ésta es la oportunidad de escucharte.
VERDAD: Desafortunadamente, algunas mujeres tienen incontinencia urinaria cuando corren mientras están embarazadas y después del parto.
Al perder nuevamente Alemania los países “Aliados” (Inglaterra, Francia, Estados Unidos y Rusia), deciden dividir el país en 4 partes, uno para cada nación, y la capital alemana, Berlín, en 4 sectores, uno para cada país. Esto con la idea de impedir que Alemania se volviera a unir y recuperarse como lo hizo después de la Primera Guerra. Pero la división no fue en partes iguales, dado que Rusia había sido quien invadió Berlín, la parte rusa era la mitad de la capital.
A partir de entonces los alemanes vivían “separados pero juntos”, pues no había ningún control estricto para pasar de uno a otro lado. Quienes vivían en el lado occidental tenían más libertades, más oportunidades de trabajo, recibían toda la propaganda estadounidense, inglesa y francesa y podían manifestar sus ideas sin ser reprimidos. Mientras que del lado Oriental, la rigidez soviética, la austeridad del comunismo, la falta de oportunidades de trabajo, las limitantes en los salarios, la nula libertad de expresión y la gran diferencia de los privilegios entre los dirigentes del gobierno y militares contrastaban con las austeridades del pueblo. Esto hizo que muchos alemanes tomaran la decisión de irse a vivir del lado Occidental.
La madrugada del domingo 13 de agosto de 1961 los soldados alemanes empezaron a levantar un cerco de alambrado sobre la frontera con la Alemania Occidental e impidieron el paso a los alemanes que quisieron cruzar. Todos los pasos fueron cerrados. De un día para otro las calles, plazas y casas quedaron divididas, el servicio de transporte urbano quedó interrumpido. Las casas cuyo frente daba al lado occidental y su patio trasero al oriental, les cerraron con tabiques las puertas y ventanas del lado occidental de modo que solo podrían entrar a sus casas por su patio trasero.
* Mijail Gorbachov, Jefe de Estado de la URSS (1989-1991). Su gobierno preparó el camino para cambios importantes en el sistema político y económico socialista, con una política de transparencia y reformas como la Perestroika. Gorbachov sabía que la caída del muro precipitaría el derrocamiento del régimen socialista en los países del Este con el desprestigio que eso sería para la Unión Soviética, además de la posibilidad de una reunificación para Alemania, sin embargo, reconocía que el socialismo soviético estaba totalmente desgastado.
* Ronald Regan, Presidente de los Estados Unidos (20 enero 1981 – 20 enero 1989). Durante un discurso pronunciado el 12 de junio de 1987 a tan solo 500 metros de la Puerta de Brandemburgo, Reagan pidió a Gorbachov derribar el muro: “Secretario general Gorbachov: si usted busca la paz, la prosperidad para la Unión Soviética y la Europa del Este, si persigue la liberalización, venga a esta puerta, ábrala y derribe este muro”. Reagan dejó el cargo 10 meses antes de la caída del muro, pero su influencia fue definitiva en la decisión de Gorbachov.
* S.S. El Papa Juan Pablo II (16 octubre 1978 – 2 abril 2005). Un gran líder espiritual sin igual, vivió en carne propia la Guerra Fría. Nacido en Polonia, país ocupado por el comunismo, conocía los grandes defectos de una ideología autoritaria, sin libertades, que dejaba a su paso millones de muertos. Iniciado su Pontificado viajo a Polonia en varias ocasiones animando a sus compatriotas a defender su libertad y enfrentar la tiranía. Combatío el comunismo con su gran personalidad e inteligencia. Sabía que si Polonia lograba liberarse los demás países comunistas intentarían hacer lo mismo. Y así fue, su papel fue decisivo en la caída del muro.
Para 1989 la situación era insostenible en Alemania Oriental. La escasés de alimento, de trabajo, la pobreza seguían creciendo. El 4 de noviembre más de medio millón de personas se agruparon en la Alexander Platz para protestar contra el gobierno y pedir la tan ansiada “libertad”. Dos días después el partido SED publicó un proyecto de ley sobre las entradas y salidas del territorio, pero la presión de la gente era tal que el 9 de noviembre, por la mañana, Schabowki anunció antes de tiempo la entrada en vigor de una ley que permitía salir al extranjero sin presentar condiciones especiales. En las noticias de la noche el título era: “La RDA abre sus fronteras”, y de inmediato los berlineses del Este salieron de sus casas hacia los pasos fronterizos, la cantidad de gente era tal que los guardias empezaron por abrir el paso de Bornholmer Strasse y poco a poco tuvieron que abrir todas las fronteras. La alegria de la gente era inmensa, alrededor de 20,000 personas pudieron salir esa noche. Finalmente, el 22 de diciembre, se abrió el paso por la emblemática Puerta de Brandemburgo.
A 30 años de la caída del muro y la unificación alemana, Alemania es, nuevamente, una potencia mundial. Su dirigente, la Primer Ministra Angela Merkel, quien vivió los horrores y carencias de la Alemania del Este, es, sin lugar a dudas, una de las líderes mundiales más inteligentes e influyentes de nuestra era. Pocas naciones en el mundo podrían levantarse 3 veces, en un mismo siglo y volver a ser potencia mundial. Esto habla mucho del coraje, trabajo, valores y educación del pueblo alemán.




Sabemos que en la montaña cada gramo importa. Por eso tienes que tomar muy buenas decisiones y llevar lo necesario sin que pese de más. Además de ropa, luces de seguridad, gas pimienta, identificación y celular, a la montaña hay que ir con comida y bebida. Por eso aquí te damos algunas ideas de qué llevar, que pese poco y nutra:















• Y hasta aquí me he referido a acompañantes adultos sin niños, pero si para uno es complicado, imaginen lo que es para las mamas y sus hijos. Para los niños puede ser toda una aventura y juego, pero para las mamas que los tienen que cuidar y, además, estar al pendiente de su atleta, es todo un reto. Pero eso sí, pese a todo el trabajo, nunca pierden su sonrisa.








Los entrenamientos, como su nombre lo indica, te “entrenan” o “preparan”, sirven para practicar diversas estrategias y así encontrar lo que más te funciona a ti, de manera particular y específica. Por eso es importante que tomes nota de todo aquello que te agrado y funcionó y lo que no. En cuanto a hidratación se refiere, es importante que pruebes no sólo qué bebida es la que mejor te acomoda sino incluso hasta cuál sabor es tu preferido para aplicar de manera similar en la competencia. La hidratación comienza desde un día antes de la competencia y va a depender del balance perfecto entre agua y electrolitos.



