Antonio Argüelles, héroe de su propia historia

Antonio Argüelles, primer nadador mexicano en hacer el reto de los Siete Mares, recuerda bien que una tarde de octubre de 1968, se escapó de la casa de sus padres para ir con sus abuelos paternos, en algún lugar de Coyoacán. Tenía nueve años, su misión era ver la final de natación de los Juegos Olímpicos que ese año se realizaron en México.

Después de explicar su visita a los abuelos, corrió a la sala para encender el televisor, y se puso cómodo para seguir la competencia. En las imágenes, Toño podía observar la recién inaugurada Alberca Olímpica, esplendorosa, adornada con las banderas de los Juegos Olímpicos. Había una multitud lista para ver competir a siete atletas extranjeros y al mexicano Felipe “elTibio” Muñoz, que salió en el carril cuatro, al centro. Nadaba los 200 m pecho, después de la tercera vuelta, Muñoz rebasó a los favoritos —el soviético Vladimir Kosinsky y al estadounidense Brian Job— y obtuvo el primer oro olímpico en natación para México.

“Ver cómo Felipe iba remontando después del tercer 50 en pecho, cómo se caía la Alberca Olímpica con el grito de “¡Tibio, Tibio!”, fue increíble. Y, bueno, obviamente, cuando izan la bandera mexicana y entonan el Himno Nacional. Ese día fue cuando dije yo quiero ir a unos Juegos Olímpicos, yo quiero ganar una medalla. Creo que ese momento fue muy importante en mi vida porque tenía una meta, independientemente de todo lo que pasaba alrededor, de mi día a día, tenía esa meta como objetivo y durante muchos años la perseguí.”

En busca del sueño olímpico

Para lograr la meta Antonio hizo un trato con su abuelo paterno, quien lo apoyó para que comenzara a nadar: podía ir a entrenar siempre y cuando obtuviera buenas calificaciones en la escuela. Para Antonio fue un buen acuerdo porque la alberca se convirtió en una válvula de escape; en el agua Toño era feliz. Aunque la escuela era un dolor de cabeza, porque su desempeño académico en el Colegio Alemán no era el mejor y las constantes molestias que recibía de otros compañeros por su peso provocaban diversas peleas para defenderse.

El cansancio físico que generaba la práctica de la natación logró una mejoraría en el nivel de concentración de Antonio en las materias de la escuela. Tras integrarse al equipo de la YMCA rompió varias veces sus propias marcas, pero comenzó a sentirse estancado.

En la secundaria buscó la forma de subir de nivel en su preparación. Contactó al atleta olímpico Guillermo Echeverría para unirse a su equipo. Consiguió una oportunidad, sin embargo, cuando llegó a la Alberca Olímpica no fue bien recibido por sus compañeros y entrenadores, que se burlaron de él porque no era tan rápido y pusieron en duda su capacidad para aguantar los entrenamientos debido a su talla grande. Todos esperaban que se rindiera, pero eso no sucedió. Al contrario: convirtió ese sentimiento de inferioridad en un motor para crecer.

Su desempeño en los 400 metros libres en el campeonato de la Ciudad de México logró llamar la atención de Nelson Vargas, entonces director del equipo de natación del IMSS. Con Nelson comenzó a vender trajes de baño y artículos de natación en la zona sur de la ciudad. Cuando realizaban competencias en Estados Unidos traían en el equipaje artículos de natación que Bill Lee, dueño de la marca Speedo les surtía. Fue así como empezó una relación comercial, que se convertiría en una amistad que lo llevó a vivir a Los Altos, California, para concluir el bachillerato e ingresar a la Universidad de Stanford.

“Me fui a vivir a California terminando el primero de bachillerato, terminé el High School en Estados Unidos y entré a la Universidad de Stanford. En esa etapa yo tendría como 15 años y entrenaba 20 kilómetros diarios, siete días a la semana. Nadaba con los mejores equipos. Cuando entro a Stanford me doy cuenta de que por más que entrenaba, por más que buscaba llegar a donde quería llegar, simplemente mis genes, la naturaleza, no medio lo que se requiere para los Juegos Olímpicos”.

Decepcionado, Antonio abandonó el agua alrededor de 20 años, ya no deseaba que la natación definiera su camino. Sin embargo, no dejó el ejercicio. Comenzó a correr y a escalar montañas.

“Lo que sucede es yo dejo de nadar e imagínate después de pasar seis horas en el agua, me queda mucho tiempo libre y empiezo a correr. Me doy cuenta que la condición física que había adquirido en la natación sirve mucho para la carrera. En mi vida he corrido 10 maratones, uno de ellos el de Nueva York por debajo de las 2:55″

 

Su primera conquista del Canal de la Mancha

En 1996, el Maratón de Boston celebró 100 años de su creación, Antonio estaba listo para correr esos 42 kilómetros con 195 metros, pero una lesión en la pantorrilla lo dejó fuera dos días antes de la competencia. La recuperación lo llevó de nuevo a la alberca. Un amigo le hizo una sugerencia descabellada: realizar el cruce del Canal de la Mancha.

Antonio Argüelles en el Canal de la ManchaAl principio Antonio descartó esa locura ya que la distancia más larga que había logrado en una alberca era de 3,000 m, pero la idea siguió rondando por su mente hasta que logró plantarse de manera definitiva como una meta. Comenzó entonces los entrenamientos para cumplir con ese sueño.

Para lograrlo necesitaría de la asesoría de una mexicana que ya había realizado esa travesía: Nora Toledano. Alexander Kormanovsky, amigo de Antonio, le presentó a la nadadora en Las Estacas, el balneario y parque natural del estado de Morelos. Nadaron durante tres horas y Toledano aceptó ayudarlo en su preparación.

En 1997 Antonio Argüelles comenzó los cruces que lo llevarían a obtener “la Triple Corona” de aguas abiertas — este reto consiste en completar 3 cruces: el Canal de Catalina (Isla Catalina – California), la vuelta a la Isla de Manhattan en Nueva York y del Canal de la Mancha (Inglaterra – Francia)—. Primero nadó alrededor de la Isla de Manhattan, prueba que terminó en menos de 8 horas, imponiendo un nuevo récord para los mexicanos.

Un año después realizó el cruce de la Isla Catalina en California, pero no obtendría el resultado esperado. Desde el inicio el nadador y su tripulación tuvieron mareos debido a las corrientes, lo que provocó que el nado estuviera lleno de tensión por el vómito y la hipotermia que se apoderaba de Argüelles en cada brazada. Después de cuatro horas y media, no quedó más remedio que abortar la misión.

Tras esta experiencia tomó notas para mejorar las condiciones del viaje y sobre la importancia de un entrenamiento mental para intentar de nuevo el cruce en 1999, un mes antes de su máximo reto en ese momento: el Canal del Mancha. Si terminaba de manera exitosa ese último nado programado de Inglaterra a Francia, conseguiría su primera Triple Corona.

Había entrenado durante tres años, estaba listo para realizar el cruce. Antonio entró al agua, después de que sonó la sirena y comenzó a cronometrar el reto. Dos horas después surgió el primer obstáculo físico: vómitos y un cólico estomacal hicieron que disminuyeran sus brazadas. Nora Toledano, que estaba al frente del equipo, se puso alerta. No era para menos: dos semanas antes la nadadora Fausta Marín había perdido la vida en esas aguas. Argüelles decidió implementar un plan B, pero antes debía controlar el vómito que le provocó pérdida de energía.

El desgaste físico, las corrientes del Canal de la Mancha y las bajas temperaturas aminoraban la posibilidad de realizar el cruce doble. Por un momento su equipo valoró sacarlo del agua y parar la prueba. Antonio enojado por la situación se concentró y siguió nadando; para eso había entrenado su mente. Al observar la reacción del nadador, el equipo siguió adelante.

“Un nado es un 80 % mental. Tienes que entrenar la parte física, pero al final de cuentas lo logras porque es un 80% mental lo que requieres para poder hacerlo”, asegura Antonio.

El término de la prueba era latente para Argüelles que ya lograba ver la costa de Cap Gris Nez, en Francia, pero sentía que a pesar de sus esfuerzos no lograba avanzar. Una vez más el entrenamiento mental lo sacó adelante; aceleró el ritmo de su brazada para llegar lo antes posible a su destino.

En su arribo a la playa trató de ser precavido para no golpearse con alguna roca. Se apoyó en la más estable e intentó de ponerse de pie, pero su cuerpo débil sólo le permitió sostenerse por unos instantes con sus pies y brazos para esperar el sonido de la sirena que indica que el cruce ha terminado. Fue así que Antonio Argüelles ocupó el lugar número 12 entre los mexicanos que habían logrado esa travesía. Pero ese sería sólo el paso previo de un reto mayor.

El reto de los Siete Mares

“Después de hacer eso, regresé a hacer de nuevo Ironman, maratones y cuando cumplí 50 años me puse como meta cruzar la Triple Corona en una temporada”

Mientras se recuperaba de un fémur roto, se enteró de la existencia de un interesante reto en aguas abiertas: el cruce de los Siete Mares. Todos los nadadores que lo habían logrado tenían menos de 40 años. ¿Podría él terminar todos los cruces después de los 55 años? “Tenía como 55, 56 años. ¿Cómo me atrevía yo a decir que iba a cruzar los Siete Mares a esa edad, si todos lo demás tenían 40?”

El reto de los Siete Mares fue propuesto y avalado por la World Open Water Swimming Association (WOWSA) y consiste en realizar siete cruces de aguas abiertas en siete continentes. Un desafío de resistencia para nadadores experimentados que deben concluir de manera exitosa, todos los cruces que componen los Siete Mares son certificados por un juez asignado por World Aquatics.

El siguiente proyecto estaba en puerta. Ya contaba con el cruce del Canal de la Macha; seis más lo esperaban. No serían sencillos; necesitaba comenzar su preparación.

Mapa de los 7 Mares de Antonio Argüelles

El primer cruce en la lista era el Estrecho de Gibraltar, que conecta a España con Marruecos. En ese reto, Antonio tuvo que adaptarse a las circunstancias, ya que las fuertes corrientes y una molestia en el hombro complicaban su nado. Logró terminar en 4 horas 23 minutos, en julio del 2015.

Antonio Argüelles terminando el Estrecho de TsuguruDos meses después viajó a Tokio para realizar el cruce del Estrecho de Tsugaru. El hombro izquierdo de Argüelles seguía sin recuperarse, por lo que tendría que acomodar su brazada si deseaba terminar este reto. Haber llegado unas semanas antes le permitió hacer pruebas en su técnica y ajustes en su entrenamiento mental. Todas las dudas terminaron cuando escuchó un mensaje de su hija Ximena, en donde le mencionaba que a pesar de su lesión debía intentar el nado programado y concluyo diciendo: “Siempre serás mi héroe, así que disfruta”, con esas palabras sabía que era hora de comenzar a nadar. Doce horas con 38 minutos le llevó terminar el cruce, el 15 de septiembre del 2015.

Si quería tener éxito en el Canal de Kaiwi, en Hawái tendría que trabajar mucho para dejar atrás su lesión en el hombro izquierdo. El nadador se acercó al especialista en biomecánica de la natación, Ricardo Duron, quien lo ayudó en su recuperación.

A pesar de tener una condición física óptima para ese cruce y que el agua estaba a una temperatura agradable, Antonio tuvo que vencer una fuerte corriente que no le permitió avanzar por una hora. Para vencer ese muro debía relajarse y fluir mientras contaba sus brazadas. La estrategia funciono, salió bien librado de ese obstáculo para, más adelante, enfrentarse a un banco de medusas. Después de nadar 18 horas contempló abandonar el reto. Al final logró superarlo en 23 horas con 18 minutos, en el 2016.

Antes de realizar los cruces del Estrecho de Cook y el Canal del Norte, Antonio decidió prepararse en el Canal de Catalina en California, en el mes de enero del 2017, para nadar en aguas frías. Antes de entrar al agua Antonio se desconecta de cualquier pensamiento o problema personal que pueda distraer su concentración. En aquella ocasión su cuerpo tuvo que resistir los 14 grados de temperatura del mar. En este reto también tuvo que enfrentar olas de dos metros de altura, que llevaban tal fuerza que lo aventaban. El esfuerzo y el movimiento le provocaron vómito, además de dolores en el brazo y la ingle. Poco a poco libró esos obstáculos y llegó a la orilla de Palos Verdes después de 14 horas y 27 minutos.

La siguiente parada sería en Nueva Zelanda para realizar el cruce en el Estrecho de Cook, en marzo de ese mismo año. El clima sería clave para realizar este reto. En las primeras cuatro horas de nado esperaba un buen clima, pero después podrían presentarse fuertes vientos y tormenta. Y así fue. El viento ocasionó que las corrientes lo alejaran de su destino y en consecuencia realizó más horas de nado, el ritmo de sus brazadas disminuyó.

Antonio Argüelles termina nado del Estrecho de CookCuando le avisaron que le faltaban 2 kilómetros, decidió hacer un último esfuerzo y aceleró. A su llegada, se apoyó en las rocas para salir del mar después de 11 horas y 22 minutos. Ya sólo faltaba el cruce más difícil de los Siete Mares.

“Después del Estrecho de Cook, en Nueva Zelanda, que es de agua muy fría, está el Canal del Norte, es el nado más complicado de los Siete Mares. Aunque vivas en ese lugar donde puedes nadar todos los días a esa temperatura, tienes que entrenarte de forma muy especial para poder tener la capacidad de resolver y sobreponerte al frío”

El Canal del Norte, el último cruce de los Siete Mares, representaba una gran prueba para el nadador. Sabía que independientemente de los entrenamientos en agua fría, necesitaría diversas técnicas para fortalecer la mente y superar sus límites.

Canal del Norte 2017Arribó en Irlanda del Norte tres semanas antes de su nado. Ese tiempo lo aprovechó para conocer el lugar y habituarse a la temperatura del agua. Sin embargo, debido a los constantes cambios en el clima, tendría sólo una oportunidad para realizar el cruce. El capitán de la embarcación le había confirmado unas horas antes de iniciar que la situación era difícil, pero las condiciones podrían mejorar.

El 03 de agosto del 2017, Antonio estaba listo. Más que condición física, necesitaría un golpe de suerte, por lo que se tomó unos minutos antes de entrar al mar para pedir permiso al canal. A las 07:30 de la mañana comenzó a nadar, poco a poco alcanzó un ritmo que le permitió avanzar pese a los constantes cambios en el clima, que iba de soleado a lluvioso en cuestión de minutos.

En uno de los puntos de hidratación, Nora Toledano le notificó que estaba sólo a dos horas de concluir el reto. Antonio reaccionó con una gran sonrisa que se acompañaba con algunas lágrimas; daba por hecho que ya tenía el triunfo en el bolsillo.

Comenzó a meter velocidad en sus brazadas, pero un cambio en la marea no lo dejó avanzar ni un centímetro. El capitán le mencionó que sólo tendría una hora para salir de esa corriente de lo contrario su cruce quedaría inconcluso. Antonio aumentó sus brazadas y pasó de 64 a 68 por minuto. Sus amigos le mostraban su apoyo con gritos. Así logró avanzar y no paró hasta llegar a la orilla.

En su arribo tuvo que esquivar las rocas para evitar que su cabeza fuera a estrellarse con alguna. Logró anclarse de una piedra y salió del agua, su prueba había terminado después de 13 horas y 32 minutos. Era la séptima persona en el mundo en terminar el reto de los Siete Mares, y el primero a los 58 años.

“Fui la séptima persona en el mundo en terminar los Siete Mares cuando tenia 58 años y gané mi primer Récord Guiness —por ser la persona más longeva en terminar el reto—. Realmente para mi fue un nado muy importante, dentro la comunidad de aguas abiertas fue muy emblemático porque mostró que el tema de la edad no era un impedimento para poder lograr los Siete Mares.”

La travesía había llegado a su fin, sus entrenamientos y preparación mental lo habían llevado a cumplir su meta.

“Lo más difícil de un cruce es que seis días a la semana me tengo que levantar a las 4 de la mañana para hacer todo el entrenamiento. Todos los días tienes que levantarte y entrenar, es una decisión personal que tienes que tomar y no buscar excusas para no hacerlo.”

La presencia de su familia ha sido inherente, su esposa Lucía y su hija Ximena lo acompañaron en algunos cruces, las vacaciones a veces eran planeadas para tener una alberca disponible para Antonio.

“Las vacaciones para mi empiezan muy temprano todos los días, a las cinco de la mañana. Yo busco una alberca donde nadar, es parte de mi convivencia y tengo una familia muy respetuosa, tratamos de estar juntos y apoyarnos mutuamente.”

Abrazos acuáticos

Antonio fue invitado a dar una plática sobre su experiencia en aguas abiertas a los niños del internado Cruz Gálvez en Hermosillo, Sonora en el 2018. Al final un niño se acercó para saber cuanto tiempo le había llevado al nadador llegar a su meta. La respuesta de Argüelles lo desanimó porque tenía 10 años de edad y no sabía nadar. Tal vez nunca podría ser nadador de aguas abiertas. Motivado por este suceso, Argüelles creó junto con su familia y amigos la Fundación Brazada Abrazada.

“Realizamos un proyecto para enseñar a esos 200 niños que estaban en el internado a nadar. Y más que enseñarlos a nadar nos pusimos como objetivo empoderarlos a través de la actividad acuática. Imagínate a estos niños que están en un internado público y tienen una cantidad de problemas, de repente alguien cree en ellos, los sacan dos veces de su internado para que fueran a nadar y les muestras que tienen capacidades que ellos no sabían que tenían. Se volvió un programa muy exitoso al final, con cualquier curso había niños y niñas que se lanzaban desde la plataforma.”

Este programa también pudo llevarse a una comunidad Seri en Punta Chueca, Sonora, desafortunadamente la pandemia del 2019 pausó la Fundación, que esperan pueda reactivarse pronto.

Las carreras y los retos del Ironman en la vida de Antonio han quedado atrás; la natación suele ser muy celosa con el tiempo. Por eso entrena para vencer nuevos retos que lo mantienen a flote en el lugar que lo hace sentirse pleno y feliz: el agua.

Por Sonia Yáñez para: www.asdeporte.com

Fuentes:
Entrevista con Antonio Argüelles para Asdeporte el 29 de mayo del 2023
Nora Toledano y Antonio Argüelles, “A cada brazada: el azul interminable”, editorial Limusa.
Antonio Argüelles, “Travesía Interminable”, editorial Reverté

www.openwaterswimming.com

Ejercicios de fuerza para corredores

A muchos nos gusta acumular kilómetros en nuestros entrenamientos. No podemos resistir la tentación de ponernos los tenis y salir a correr todos los días, pero a veces olvidamos realizar trabajo complementario que nos ayude a generar mayor fuerza, resistencia y a ganar velocidad para llegar al cien el día de la carrera.

Para alcanzar nuestras metas debemos realizar ejercicios de fuerza. El objetivo es fortalecer los músculos que utilizamos en la carrera, creando mayor estabilidad y una postura adecuada al correr.

Trata de ejercitar todo el cuerpo. Divide el entrenamiento por secciones para no sobrecargar un área muscular y terminar con una lesión que ponga en pausa tu preparación. Puedes ejercitar primero el tren inferior (glúteos, piernas, tibias y gemelos); después el abdomen o core (caderas, espalda baja y pelvis) que te apoya con la postura al correr; y no olvides el tren superior (hombros, brazos y abdominales).

Aquí te contamos qué ejercicios básicos puedes hacer desde casa, sin cargar más peso que el de tu cuerpo.

Tren Inferior

– Sentadillas

Estando de pie, separa un poco las piernas de manera horizontal hasta que tus pies estén a la altura de la cadera. Conserva la postura recta de tu espalda sin encorvar. Entonces desciende despacio hasta la altura de tus rodillas y sube lentamente.

– Desplantes o zancada

De pie, separa ligeramente las piernas y manda uno de tus pies al frente, como si fueras a dar un paso, manteniendo tu espalda recta. En esa posición, desciende flexionando las rodillas lentamente hasta que tu pierna quede alineada en un ángulo de 90 grados. Regresa a la postura inicial y repite con la otra pierna. Puedes hacer una variante: en lugar de que tu pie vaya al frente, colócalo atrás. Flexiona hasta que tu rodilla llegue casi al suelo. La otra pierna es la que debe formar el ángulo de 90 grados.

Desplantes– Saltos de tijera o Jumping Jacks

Son pequeños saltos en los que abres y cierras los brazos y piernas, a los lados, de manera intercalada. Comienza despacio. Si tienes problemas con las rodillas trata de ir poco a poco ya que es un ejercicio de impacto.

– Elevación de talones (ejercicios pantorillas)

Es importante fortalecer los gemelos con el siguiente ejercicio, busca un escalón en donde puedas colocar tus pies ligeramente separados en el primer escalón, mantén las rodillas rectas. Eleva tu cuerpo para quedar de puntitas distribuyendo el peso en los dedos de los pies durante unos segundos y desciende. Repite varias veces con los pies juntos y repite varias veces. Después de unas 2 a 3 series de 10 a 15 cada una, puedes hacerlo primero con una sola pierna y luego con la otra. De esta manera estarás fortaleciendo las pantorrillas.

Core o Abdomen

– Abdominales.

Tu zona lumbar debe tener buena estabilidad al momento de ejecutar los movimientos. Estos se realizan de forma lenta y sin rebotes porque puedes lastimarte. Si colocas tus manos atrás de tu cuello, procura no jalar cuando subas porque la carga estará en la espalda y no en la zona que deseamos trabajar.

Abdominales

– Puentes.

Colócate boca arriba con las piernas flexionadas, brazos a los costados con las palmas de las manos hacia el piso y la planta de tus pies en el suelo. Levanta la cadera, hasta que tus piernas estén alineadas con las rodillas, contrae el abdomen mientras subes, mantén esta postura tres segundos y baja lentamente.

– Tijeras verticales.

Recostado en el piso boca arriba, acomoda bien tu espalda en el suelo, coloca los brazos en los costados con las palmas hacia abajo y levanta de manera intercalada las piernas a la altura de tu cadera. Recuerda que la espalda no debe moverse y procura que tus pies no toquen el suelo.

– Plancha lateral.

Recuéstate sobre tu costado, estira las piernas juntas, coloca tu codo a la atura del hombro: este será tu punto de apoyo. Acomoda la mano libre en la cintura y levanta el cuerpo con la mirada al frente. Contrae los glúteos y abdomen, trata de mantener una postura recta por 20 segundos aproximadamente y baja lentamente.

 

Tren Superior

– Lagartijas.

Para que sean más eficientes, recuerda mantener la espalda y cadera alineadas.

Lagartijas

– Remo con bandas.

Puedes utilizar ligas ancladas en los pies y jalar con los brazos cada extremo de la banda doblando los codos.

– Flexiones de brazos.

Ubícate enfrente de una. Toma una silla, banco o mesita y siéntate por un momento. En esa posición coloca los brazos en la orilla a un lado de tus muslos. Estira las piernas, levanta la cadera, desplázate adelante y comienza a bajar sin mover las manos y doblando los codos.

Ejercicios 2 x 1

Existen algunos ejercicios que pueden fortalecer músculos del tren superior, inferior y core. No olvides incluirlos en tu rutina.

– Planchas.

Recostado sobre el piso boca abajo, coloca tus codos debajo de tus hombros, tus pies y antebrazos serán el punto de apoyo por lo que deben quedar pegados al piso. Mantén las piernas estiradas a la altura de tu cadera. Revisa que tu espalda esté recta, tu cuello y cabeza deben tener una postura neutral. Contrae abdomen y glúteos, inhala por nariz y exhala por la boca mientras ejecutas la plancha. Puedes comenzar con 20 segundos y poco a poco incrementar el tiempo.

Planchas

– Burpees.

Colócate de pie, comienza a tomar la postura de plancha. Baja lentamente, cuando llegues al suelo, regresa a la postura de plancha nuevamente. Da un brinco con ambos pies dirigiendo las rodillas hacia el pecho. Incorpórate con un pequeño salto y repite la operación. Cuida que tu espalda permanezca recta mientras haces las planchas.

Inicia tu rutina con 3 series de 10 repeticiones de cada ejercicio. Recuerda que el trabajo de fuerza debe seccionarse; lo ideal es realizar dos o tres sesiones por semana. Después podrás incrementar el número de series y apoyarte de mancuernas o bandas para incorporar otras variantes.

Los ejercicios puedes hacerlos en casa; si requieres agregar peso lo ideal es acudir a un gimnasio y asesorarte con un entrenador.

Después de unas semanas notarás los beneficios que trae el trabajo de fuerza, ya que:

– Evitarás lesiones,
– ganar fuerza en tejidos y músculos,
– incrementarás tu potencia neuromuscular,
– tendrás una mayor resistencia,
-notarás una mejoría en tu velocidad.

Comienza ya tu rutina y sentirás la diferencia al correr.

Por Sonia Yáñez para: www.asdeporte.com

Una prueba solo para conocedores: el Reto de los Siete Mares

Inspirado en el desafío de las Siete Cumbres que realizan los alpinistas, Steven Munatones, miembro de la World Open Water Swimming Association (WOWSA), propuso a la organización en 2008 de un reto similar para los nadadores de aguas abiertas. Seleccionaron siete canales o estrechos, en los siete continentes y lo nombraron los Siete Mares. Se trata del mayor reto para los nadadores de resistencia.

Esta prueba consiste en nadar los siete canales; no hay límite de tiempo para terminar todos los cruces. Cada nadador deberá cumplir con los requerimientos y reglas de aguas abiertas, estarán acompañados por un juez asignado por World Aquatics quienes validaran cada cruce.

Para realizar este reto, los nadadores trabajan mucho en el entrenamiento de resistencia para vencer las corrientes, vientos y condiciones climáticas que cada cruce representa. También se preparan mentalmente para sobrellevar las intensas horas de nado, enfrentar la hipotermia y la fauna presente en el mar.

¿Cuáles son los estrechos y canales que forman parte de los Siete Mares?

Argüelles nada en el Canal de la ManchaCanal de la Mancha

Muchos son los nadadores que comienzan este reto en el Canal de la Mancha, por ser uno de los más famosos. Fue el 25 de agosto de 1875 cuando el nadador inglés Matthew Webb realizó el primer cruce por este cabal en 21 horas con 45 minutos. La travesía comienza en Dover, Inglaterra, y concluye en Cap Gris-Nez, Francia. Durante 33.5 kilómetros deben enfrentar la temperatura del agua que va entre los 11°C y los 18°C

Canal de Catalina

Este canal de 32.3 kilómetros se encuentra entre el sur de California y la Isla Catalina. Sus aguas se caracterizan por las fuertes corrientes y la inestabilidad de la temperatura. Las medusas, tiburones y ballenas pueden presentarse en el trayecto de los nadadores.

Canal Kaiwi

También conocido como el Canal de los Huesos, esta ubicado entre las islas de Oahu y Molokai, en Hawai, Estados Unidos. Son 45 kilómetros de aguas cálidas con olas grandes y fuertes vientos.

Estrecho de Tsugaru

Se encuentra entre las islas de Honshu y Hokkaido en Japón. Este cruce de 19.5 kilómetros cuenta con mareas y remolinos en el trayecto, que hacen que se incremente el tiempo de nado.

Estrecho de Gibraltar

Este es el cruce más corto del reto con 14.4 kilómetros. Los nadadores salen de España y llegan a Marruecos aprovechando las corrientes que pueden favorecer la prueba, a pesar de las variaciones en el clima.

Canal del Norte

Es considerado por la comunidad de nadadores de aguas abiertas como uno de la más difíciles, por las bajas temperaturas de sus aguas. Tiene una distancia de 35 kilómetros y está situado entre Irlanda y Escocia. Además de sus corrientes y los cambios constantes en las mareas, lo nadadores deben enfrentar a las medusas venenosas.

Estrecho de Cook

Las islas norte y sur de Nueva Zelanda están separadas por 23 kilómetros de agua: el Estrecho de Cook. Este canal se caracteriza por tener fuertes mareas que a veces impide a los nadadores mantener la técnica.

Antonio Argüelles termina el Estrecho de Cook

Reglas del Reto de los Siete Mares

Para realizar cruces en diferentes lugares del mundo, los nadadores de aguas abiertas deben seguir reglas similares a las que ha publicado la Channel Swimming Association para el Canal de la Mancha.

  • Los nadadores deben entra al mar solos
  • No pueden utilizar trajes de neopreno o cualquier otro material térmico que les brinde una ventaja al momento del cruce. Sólo está permitido que los nadadores puedan untarse grasa en todo el cuerpo.
  • Todos deben portar un traje de baño básico sin mangas; gorra y goggles.
  • No pueden tocar la embarcación, ni algún objeto que pueda ayudarlos a flotar. Tampoco puede tocar a ninguna persona.
  • El nadador debe entrar al mar desde tierra firme y llegar de la misma manera: caminando.

Los Siete Mares de Antonio Argüelles

Stephen Redmond fue el primer nadador que terminó el reto de los 7 mares en el 2012, en los siguientes años, más personas de distintos países compartieron también este logro. México no podía quedarse atrás.

Después de 2 años y medio de entrenamiento físico y mental, de cubrir todas las necesidades presupuestales y de organización para este desafío, Antonio Argüelles fue el primer mexicano en terminar los 7 Mares, en 2017. Con 58 años también se convirtió en el hombre más longevo en participar en este reto.

En agosto de 2017, Antonio Argüelles llegó a Donaghadee, en Irlanda del Norte para nadar a través del Canal del Norte, su último cruce de los 7 Mares.

Uno de los principales obstáculos que Toño enfrentó fueron las bajas temperaturas del agua, pues podía sufrir hipotermia. Además, las fuertes corrientes llevaron al nadador a internarse en un remolino en el que estuvo estancado: nadó durante una hora en el mismo lugar. Antonio Argüelles logró superar esos momentos gracias a su preparación mental y la técnica de nado. Concluyó el cruce del Canal del Norte en 13 horas, 32 minutos.

El nombre de Antonio Argüelles quedó grabado oficialmente como el séptimo nadador que, contra viento y marea, venció el reto de los 7 mares.

Por Sonia Yáñez para: www.asdeporte.com

Fuentes:

www.antonioarguelles.com
www.longswims.com
www.nytimes.com
www.channelswimmingassociation.com
www.openwaterswimming.com

 

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10 Consejos para preparar el nado de aguas abiertas desde la alberca

Entrenar para nadar en aguas abiertas en una cómoda alberca con agua templada es un buen cambio para afrontar la realidad de esta fantástica disciplina.

Nadar en una amplísima extensión de agua por primera vez puede ser un poco intimidante. Por lo que te presentamos algunos consejos que podrías practicar en la alberca antes de dar el gran salto.

Preparación para nadar en aguas abiertas: Estilos

1.- Nadar bien tu estilo.
Es de vital importancia que te sientas muy cómodo con tu brazada en el agua. La mayoría de los nadadores usan el estilo de crol para poder ver al frente de vez en vez. Por lo que asegúrate de que te sientes en muy buena forma nadando en la alberca.

Nado de pecho2.- Dominar algún otro estilo.
Trata de dominar también algún otro estilo como, por ejemplo, el estilo de pecho. Esto porque, seguramente, en algún momento del nado vas a necesitar recuperarte en el agua y el estilo de pecho usa menos energía en las piernas que el nado de crol. Es una buena opción.

3.- Distancia que debo entrenar.
Nadar en aguas abiertas no es un simple “splash and dash”. Como mínimo son 1,000 metros de nado. Prueba en la alberca si puedes nadar con confianza una distancia mayor a la que vas a nadar en la competencia, SIN sostenerte de nada y sin que tus pies toquen o se apoyen en nada (ni piso, tierra, nada). Y nos referimos a nadar más distancia porque, es un hecho, la distancia del nado la miden en línea recta del punto de donde sales al punto de llegada, sin embargo, nadie nada en absoluta línea recta, debido al oleaje, a la navegación, a tu orientación, es un hecho que vas a nadar un poco más de lo previsto. Pero no te preocupes, estarás preparado para ello.

4.- Hay una aplicación que mide la distancia cuando vas nadando para que, poco a poco, puedas ir aumentando la cantidad de metros nadados.
Just Swim App distance goals…

La Técnica

Aún cuando tu estilo de crol sea increíblemente bueno y tu resistencia mucho mejor, es necesario estar preparado para esas pequeñas “sorpresas” que el nado de aguas abiertas suele presentar.

5.- Sentido de orientación y navegación.
Observa bien por donde tienes que ir nadando. En las aguas abiertas no hay líneas pintadas en el piso, por lo que tienes que practicar ir viendo al frente mientras nadas para encontrar alguna marca en el horizonte o en tierra, o algo que pueda guiarte hacia donde tienes que ir.

Puedes practicarlo en la alberca, nadando de crol y a cierta cantidad de brazadas levantar la cabeza al frente al momento de respirar (en lugar de al lado), para irte orientando. Practícalo con frecuencia para que no pierdas el ritmo de la brazada, sino que lo hagas de manera continua.

6.- Practica nadar en línea recta.
Cierra tus ojos por un momento mientras nadas y ve hacia que lado te empiezas a inclinar (izquierda o derecha), la mayoría de la gente se va hacia algún lado. Trata de nadar en línea recta en el estilo que quieras, para que no te vayas tan chueco.

7.- Aprende a aguantar mucho tiempo nadando, flotando, sin apoyo en nada, solo sobre el agua.
En el nado de aguas abiertas no hay una “pared” de la que puedas sujetarte si te cansas o empujarte para seguir nadando. Practica nadar en una fosa de clavados, por ejemplo, en donde no puedas tocar el piso.

vuelta boya8.- Dar vuelta o cambio de dirección.
La mayoría de las competencias de aguas abiertas tiene varias boyas grandes donde debes dar vuelta para seguir el recorrido. Si tuvieras espacio en la alberca donde pudieras practicar dar la vuelta, sería buenísimo.

9.- Aprende a respirar a ambos lados.
Poder respirar alternando a uno y otro lado en aguas abiertas es una necesidad. Quizá no se sienta tan natural al principio, pero enfócate en tu técnica y en practicarlo en la alberca para que se convierta en un movimiento muy cómodo.

Deja que tu cabeza y columna vertebral se unan a la rotación de tus hombros, inhala y gira tu cara suavemente hacia atrás al tiempo que tu hombro está rotando.

10.- Forma parte de algún grupo o equipo de natación.
Nadar entre mucha gente junta al mismo tiempo cuando inicia el nado de aguas abiertas, puede ser un poco molesto y ponerte nervioso, pero es parte del nado en eventos tan grandes. Por ello, es bueno de repente nadar en un mismo carril con 4 o 5 personas, para que sientas lo que es nadar en grupo y lo que debes hacer para tratar de respetar el espacio de cada uno de ellos. Y en caso de que, sin querer, se toquen o se golpean, no te asustes ni te molestes, es parte del nado en grupo. Si no es muy doloroso, puedes seguir adelante.

Traducción y edición por Claudia Plasencia para: www.asdeporte.com

S.O.S. ¿Qué herramientas necesito para salir a rodar?

Es común preparar un día antes todo lo que necesitamos para ir a rodar, pero no debes olvidar el equipo técnico sin importar que hagas tu ruta en la ciudad o en montaña. Arma un buen kit de herramientas que pueda sacarte de cualquier contratiempo.

Existen muchas opciones de herramientas en el mercado que puedes utilizar en casa para que tener en óptimas condiciones tu bicicleta, pero las cosas cambian cuando se te poncha una llanta o se te rompe la cadena a medio camino.

Para esos momentos debes contar con kit básico de reparación portátil con el que puedas resolver cualquier complicación durante tu ruta.

Aquí te compartimos cuáles son las herramientas que no pueden faltar en tus rodadas.

Multiherramienta de ciclismo
Su tamaño y diseño es muy similar a una navaja suiza. Existen distintos modelos en el mercado con múltiples funciones, pero lo fundamental es que cuente con distintas medidas de destornilladores, llaves tipo Allen y Torch, además de un tronchacadenas.
Estos elementos son los que más utilizarás para ajustar desde un tornillo, cambiar una llanta o reparar la cadena de tu bicicleta.

Espátulas
Son pequeñas placas de plástico que sirven para desmontar la llanta al momento de arreglar la cámara. Aunque existen algunas espátulas de metal, lo recomendable es utilizar las de plástico, ya que las primeras pueden pellizcar y ponchar de nuevo la cámara, al momento de colocar la llanta.

Cámara, parches, lija y pegamento
El principal problema cuando sales a rodar es una llanta ponchada, pero esto ya no representará un inconveniente porque ya tendrás tu kit antiponchaduras. Este debe estar compuesto por dos o tres parches, pegamento, una pequeña lija para raspar un poco la cámara de la llanta y que fije mejor el parche.
También debes añadir una cámara nueva por si tienes que hacer un cambio.

Bomba de aire y/o cartuchos de CO2
Una pequeña bomba manual te permitirá tener acceso ilimitado de aire, estás se pueden instalar en la misma bicicleta. También están los cartuchos de aire (Co2) con los que puedes inflar la llanta en cuestión de segundos, es importante que cuentes con una boquilla especial que se adapte a tu bici para que conectes la llanta al cartucho.

Eslabón rápido
Los baches, un golpe en la bici, un cambio de velocidad forzado o una mala lubricación puede generar que la cadena se rompa. Para resolver esta falla necesitarás un eslabón rápido que sustituya el averiado, utiliza el tronchacadenas para desmontar la cadena y facilitar el cambio.
La mayoría de los eslabones rápidos son universales, pero algunos modelos de bicicletas requieren uno específico, así que te aconsejamos que tengas presentes las características de tu bici al momento de adquirir el eslabón.

¿Dónde guardar el kit de reparación?

Es importante que adquieras una bolsa rígida y compacta especial para guardar herramientas. Hay varios modelos que pueden colocarse abajo del asiento o en el cuadro de la bicicleta para no obstruir tus movimientos al momento de pedalear.

Última recomendación

Es importante que te familiarices con las herramientas que usarás en ruta. Practica en casa un cambio de llanta, algún ajuste, o una reparación de cadena, así podrás optimizar el tiempo cuando tengas un problema en el exterior y continuar tu marcha.

Con el kit de reparación completo, es momento de rodar sin temor a quedarte varado.

Por Sonia Yañez para: www.asdeporte.com

Triatlón, un deporte para todos

Cuando escuchamos la palabra Triatlón en automático pensamos en atletas jóvenes, en súper humanos que terminan una prueba que no puede lograr cualquier persona.

Aunque el triatlón requiere de mucha resistencia, no está enfocado sólo a cierto rango de edad.
En el 2018, el japonés Hiromu Inada, terminó su tercer IRONMAN y se convirtió en el hombre más longevo registrado en Record Guines por terminar esta difícil prueba a los 85 años. (Recordando que la distancia IRONMAN son 3.8 km natación, 180 km ciclismo y 42.195 km carrera).

El triatlón actualmente cuenta con una amplia variedad de distancias, desde el súper sprint, sprint, triatlón corto, olímpico, triatlón largo, IRONMAN 70.3, IRONMAN full, ultraman, etc., por lo que puede ser un deporte adecuado para todas las edades, ya que ofrece beneficios para todos. Aquí te vamos a contar en qué consisten dichos beneficios para que te animes a participar en uno.

La esencia lúdica del triatlón

A partir de los seis años, los niños pueden iniciar su experiencia con este deporte, debido a que ya tienen un mayor control de su flexibilidad, equilibrio y coordinación para nadar, andar en bicicleta y correr.

Es recomendable que el primer contacto con el triatlón sea de manera lúdica, así los pequeños tendrán la oportunidad de divertirse mientras experimentan con las tres disciplinas. Poco a poco, mientras crecen, escalarán de categoría; esto implica que las distancias de natación, bicicleta y carrera también aumentarán.

Estos son los beneficios físicos que obtienen los niños cuando participan en un triatlón:
– Incrementa su desarrollo psicomotor
– Favorece el crecimiento de tejidos musculares y óseos
– Mejora su sistema cardiovascular y respiratorio
– Fortalece sus articulaciones
– Aumenta su agilidad y coordinación.

Triatlón Infantil Ixtapa 2014

No podemos olvidar la forma en que el triatlón refuerza los valores de los pequeños y favorece su desarrollo social, ya que:
– Mejora su autoestima
– Crea empatía y compañerismo con los otros competidores
– Aprenden a seguir reglas
– Son perseverantes
– Aceptan sus victorias y derrotas
– Desarrollan autoconfianza
– Crean responsabilidad para el cuidado de su equipo

 

Es importante que los entrenamientos de triatlón se adapten a la edad y el desarrollo físico de los niños; las actividades deben ser divertidas para generar un ambiente positivo intercalando la natación, el ciclismo y la carrera.

 

El sueño de acabar un triatlón

¿Te ha pasado que después de participar en varias carreras, rutas ciclistas o distintas competencias de natación deseas subir el nivel? La respuesta a veces llega por medio de los amigos, la pareja o los compañeros de trabajo que te invitan a inscribirte en un triatlón.

Cuando el triatlón se convierte en el siguiente paso, debes tomar en cuenta que tus horas de entrenamiento incrementarán y será necesario invertir quizá en más equipo, en específico una bicicleta adecuada para este evento.

Para la preparación es necesario hacer ajustes en tu vida cotidiana: tienes que organizar tu tiempo con el fin de programar entrenamientos de fuerza y resistencia, así como realizar distancias con transiciones entre nado y bici o bici y carrera los fines de semana, sin olvidar los días de descanso. Todo esto sin descuidar tu trabajo y demás actividades.

Poco a poco tu cuerpo se ajustará y podrás ver los beneficios que tiene el triatlón en la vida adulta.

– Fortalecimiento de todos los grupos musculares
– Disminuye el riesgo de lesiones
– Pérdida de peso
– Optimiza el funcionamiento del sistema cardiovascular
– Aumenta tu capacidad de resistencia
– Previene enfermedades como la diabetes, osteoporosis y artritis

Este deporte también ofrece beneficios mentales:

– Aumenta los niveles de energía
– Reduce la ansiedad y el estrés
– Tienes una mejor adaptación al cambio
– Incrementa la autoestima
– Ayuda a crear una sensación de bienestar

Después de sentir la emoción y adrenalina al cruzar la meta, habrás alcanzado el sueño de terminar tu primer triatlón.

Un triatlón que derriba las barreras de la edad

Realizar un triatlón después de los 60 años, con buenos resultados, es posible. En el 2015, el New York Times destacó que las personas mayores ya no estaban dispuestas a limitar sus movimientos y dejar del lado su vida deportiva por la edad. Los deportistas más longevos contaban al medio sus experiencias cuando entrenaban en distintas disciplinas deportivas, como el triatlón, donde no participaban para competir, sino para terminar sin contratiempos los retos.

Magdalena Álvarez Triatlón Chiapas 2014El triatlón es un deporte que tiene un amplio rango de participación con atletas de todas las edades, donde los más experimentados pueden incluso competir codo a codo con los más jóvenes.

 

La clave para tener un buen desempeño es, sin duda, tener una buena condición física y, por supuesto, realizar una preparación adecuada. La mayoría de los participantes ya cuentan con una experiencia previa en estos retos y ya disfrutan de los beneficios que este deporte trae:

– Reducción de lesiones
– Disminución de riesgo cardiovascular
– Sin pérdida de densidad ósea
– Retrasa el deterioro cognitivo

Desde 1989, la Union Internacional del Triatlón (ITU, por sus siglas en inglés) se encarga de regular las normas de este deporte y estableció como distancia olímpica: 1.5 kilómetros de natación, 40 kilómetros de ciclismo y 10 kilómetros de carrera. El surgimiento de esta institución ayudó a promover el triatlón por todo el mundo.

La creación de más distancias y el aumento de estos eventos en varios países, ha generado un gran interés en los atletas de todas las edades que desean vivir esta experiencia.

Puedes convertir el triatlón en una actividad familiar; todos tienen la oportunidad de prepararse y disfrutar de este gran reto. Consulta las ofertas de triatlón de tu ciudad e inscríbete.

¿Estás listo para el reto? No lo pienses y comienza a prepararte.

Por Sonia Yañez para: www.asdeporte.com

Artículos de relacionados:
La importancia del deporte para niños

Fuentes:
www.nytimes.com
www.triathlon.org

Sin miedo a las cuestas: entrenamiento de fuerza

Acumular kilómetros es importante en una preparación, pero también es fundamental agregar entrenamientos de velocidad y fuerza. Es común observar en una carrera, el cansancio y la poca oxigenación de los corredores cuando llegan a la cima de una pendiente. La mala postura al subir puede derivar en una lesión por sobrecarga en las rodillas.

Para evitar esos reveses entrena en cuestas, esto permitirá que tu cuerpo desarrolle una resistencia óptima para cada reto.

¿Cuáles son los beneficios de correr en pendientes?

  • Fortalecimiento de las piernas. En un principio sentirás la carga y el cansancio en las piernas, pero conforme avance tu entrenamiento podrás percibir que el lactato —ácido láctico— ya no genera molestia en esa zona.
  • Mejora la técnica de la zancada. Para subir necesitas elevar las piernas en la zancada, los cuadriceps serán la fuente de apoyo que te lleve a la cima. Este proceso se invierte en la bajada, cuando los pasos y el ritmo son más cortos para que puedas recuperarte.
  • Previene lesiones. Correr en pendientes tonifica músculos y zonas como los gemelos, talones y muslos, que soportaran la carga al momento de correr. Es importante realizar el calentamiento adecuado antes del entrenamiento y descender de manera pausada con paso firme para no lastimarnos.
  • Aumenta la capacidad del cuerpo para consumir oxígeno. Cuando realizas este tipo de entrenamiento incrementas tu capacidad anaeróbica, es decir, tu cuerpo recibe más oxígeno que almacena y suministra a los músculos para mejorar su rendimiento en una carrera.
  • Incrementa la frecuencia cardiaca y la quema de calorías. La inclinación de la pendiente determinará la intensidad del esfuerzo al momento de subir, lo que incrementa nuestra frecuencia cardiaca y el gasto calórico es mayor.
  • Crea fortaleza mental. Nuestra mente puede poner obstáculos cuando tenemos que correr en pendientes. Visualizar la cima unos metros adelante en los ascensos hace que podamos exigirle a nuestro cuerpo un poco más. Esto genera una mayor confianza cuando se presenta ese desafío en una carrera.

¿Qué debo tomar en cuenta para comenzar?

Para incluir las cuestas en tus entrenamientos debes tener una preparación previa: corre en terrenos planos para que tus tobillos, rodillas y piernas tengan la fortaleza suficiente.

  • Realiza el calentamiento.
  • Si es la primera vez que vas a correr pendientes, selecciona una que tenga poca inclinación.
  • Toma en cuenta tu postura. La cabeza debe mantenerse alta con la mirada al frente, no a los pies. Procura no apretar las manos, mantenlas sueltas para no generar tensión en hombros y cuello.

Cuestas cortas o cuestas largas

Correr ambas trae muchos beneficios. Las cuestas cortas incrementan tu potencia anaeróbica, porque aumentas el esfuerzo en un periodo inferior a los tres minutos, elije una pendiente de 50 a 100 metros muy inclinada para que puedas realizar una serie, no olvides bajar trotando, es recomendable hacer esta rutina una vez cada quince días cuando inicias una temporada de entrenamiento. Comenta con tu entrenador para que realicen la adecuaciones necesarias dependiendo de la distancia a la que te preparas. Las cuestas cortas son para distancias cortas 5, 10, 15 km Las cuestas largas son para competencias más largas: medio maratón y maratón.

Las cuestas largas te ayuda a mejorar la potencia aeróbica, donde puedes distribuir mejor el oxígeno porque el esfuerzo es menor y los periodos de tiempo aumentan cuando corres una pendiente menos elevada que tenga una distancia de 200 a 400 metros. La fatiga disminuye y puedes recuperarte más rápido que cuando realizas cuestas cortas. Puedes practicar estos ejercicios 1 vez por semana e incrementar la distancia cuando tu entrenador lo autorice.

¿Cómo correr cuesta arriba y cómo bajar?

Elige la pendiente corta o larga para que puedas realizar 10 series.

Debes subir a un ritmo firme y ligero. Procura mantener una flexión natural en la cadera, evita inclinarte demasiado hacia delante, puedes apoyar tu impulso con los brazos.

En la bajada debes tener cuidado. Una aceleración o incremento de ritmo pueden ocasionar una lesión. Trota de manera constante y pausada, para no cargar el impacto a tus rodillas. Acuérdate que en el descenso tu cuerpo debe aprovechar para recuperarse.

Ahora disfruta la cima de las pendientes en cada carrera y no olvides estirar al finalizar.

Por Sonia Yáñez para: www.asdeporte.com